IPP172 v 2 COMISION CENTROAMERICANA DE AMBIENTE Y DESARROLLO SECRETARIA DE RECURSOS NATURALES Y AMBIENTE DE HONDURAS MINISTERIO DEL AMBIENTE Y LOS RECURSOS NATURALES DE NICARAGUA PROYECTO RESERVA DE BIOSFERA TRANSFRONTERIZA "CORAZON DEL CORREDOR BIOLOGICO MESOAMERICANO" ANEXO 11 EVALUACION SOCIAL E INDIGENA Borrador versi�n 1 de Abril de 2006 �NDICE INTRODUCCION ..................................................................... 4 OBJETIVOS ..................................................................... 4 Objetivo General ...................................................................... 4 Objetivos espec�ficos ...................................................................... 5 METODOLOGIA ..................................................................... 5 Procesamiento y an�lisis de fuentes secundarias de informaci�n ................................................ 5 Procesamiento y an�lisis de fuentes primarias de informaci�n .................................................... 5 Consulta previa ..................................................................... 5 Resumen de recomendaciones surgidas de las consultas ............................................................. 6 CONTEXTO DE LA RESERVA DE BIOSFERA TRANSFRONTERIZA CORAZON DEL CBM ...................................................................... 9 Contexto local de Honduras ..................................................................... 9 Contexto local de Nicaragua .................................................................... 12 DESCRIPCION ETNOGRAFICA ..................................................................... 15 Los Pueblos Ind�genas de Honduras ..................................................................... 15 Los Pueblos Ind�genas de Nicaragua .................................................................... 23 Recursos que utilizan las poblaciones ind�genas .................................................................... 27 Gobernabilidad en las Comunidades Ind�genas del �rea del Proyecto Coraz�n ....................... 28 Relaci�n de los Ind�genas con otros grupos sociales mestizos o ladinos ................................... 29 Conflictos y mecanismos de resoluci�n en las comunidades ind�genas del �rea del proyecto.. 30 POBLACION BENEFICIARIA ..................................................................... 33 MARCO LEGAL BINACIONAL ..................................................................... 33 MARCO LEGAL DE HONDURAS ..................................................................... 34 Ordenamiento internacional .................................................................... 34 Introducci�n al Marco Nacional .................................................................... 35 Aspectos Tierras y Pueblos Ind�genas ..................................................................... 36 Aspectos �reas Protegidas y Recursos Naturales .................................................................... 39 MARCO LEGAL DE NICARAGUA .................................................................... 40 Ordenamiento internacional .................................................................... 40 Introducci�n al Marco Nacional .................................................................... 41 Aspectos Tierras y Pueblos Ind�genas .................................................................... 41 Aspectos �reas Protegidas y Recursos Naturales.................................................................... 44 ESTATUS DE TERRITORIOS IND�GENAS Y TENENCIA DE LA TIERRA EN LA RBTC.44 Reserva de la Biosfera Tawahka Asangni .................................................................... 45 Reserva de la Biosfera de R�o Pl�tano ..................................................................... 45 Parque Nacional Patuca .................................................................... 46 Reserva de Biosfera de Bosawas .................................................................... 48 ANALISIS DE ACTORES PRINCIPALES ..................................................................... 49 Organizaciones Ind�genas .................................................................... 49 Actores Municipales ..................................................................... 53 Cooperantes .................................................................... 54 RIESGOS Y MEDIDAS DE MITIGACI�N ..................................................................... 56 EVALUACION DE IMPACTOS .................................................................... 57 Impactos Positivos .................................................................... 57 Posibles Impactos Adversos..................................................................... 58 Flujograma para actividades de seguimiento a plan de mitigaci�n ........................................... 59 1 z 09 ..................... SHNOIDVGNEMOFMI 09.-........ ......... .......... ....... . S NOISM IJNOD l~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~k0 Objetivos espec�ficos 1. Determinar las formas y los mecanismos culturalmente apropiados de las comunidades y pueblos ind�genas para participar en la administraci�n, manejo, monitoreo y gesti�n de la futura reserva. 2. Identificar las formas de tenencia y propiedad de las tierras existentes enlas comunidades ind�genas y determinar su situaci�n legal. 3. Identificar los conflictos potenciales que se podr�an generar por traslapes en �reas reclamadas por las comunidades y que pudieran encontrarse en �reas protegidas. 4. Sugerir mecanismos y procesos de resoluci�n de conflictos para atender eventuales reclamos de las comunidades o posibles impactos de la Reserva de Biosfera Transfronteriza sobre su h�bitat cultural y econ�mico. 5. Realizar una descripci�n etnogr�fica de las comunidades ind�genas y campesinas mestizas que se encuentren en el �rea que comprender� la reserva, incluyendo historia, lenguas, demograf�a, composici�n, localizaci�n, disponibilidad de servicios sociales, actividades econ�micas m�s importantes, econom�a de subsistencia, formas de uso de los recursos naturales, entre otros. 6. Un an�lisis de c�mo el proyecto impactar� a estas comunidades con un plan para mitigar sus posibles impactos negativos y fortalecer los impactos positivos. METODOLOGIA Para desarrollar los objetivos y alcanzar los resultados planteados dentro de la evaluaci�n social e ind�gena se utilizaron las siguientes estrategias. Procesamiento y an�lisis de fuentes secundarias de informaci�n Se elabor� un inventario identificando las fuentes de informaci�n existentes en cada uno de los pa�ses, en relaci�n a la tem�tica ambiental para establecer una base de datos. Se hizo un an�lisis bibliogr�fico y documental de las Pol�ticas de Salvaguarda del Banco Mundial, Aspectos Biof�sicos, Aspectos Socioecon�micos, Situaci�n Etnogr�fica, Marco Legal e Institucional y Pol�ticas P�blicas. Procesamiento y an�lisis de fuentes primarias de informaci�n Se corrobor� in s�tu, la informaci�n obtenida en las fuentes secundarias, mediante: * Gira de reconocimiento. * Observaci�n participativa. * Elaboraci�n de instrumentos de entrevista semi-estructurada. * Realizaci�n de entrevistas con informantes claves. Consulta previa Se llev� a cabo un proceso de consulta con actores destacados en Honduras y Nicaragua. El proceso consisti� en entrevistas y talleres con l�deres, autoridades y pobladores de distintas comunidades del �rea de la futura Reserva de Biosfera Transfronteriza "Coraz�n del CBM" 5 (RBTC). Tambi�n se realizaron talleres de consulta previa en los seis territorios ind�genas, a trav�s de asambleas territoriales en Nicaragua. Los principales temas surgidos durante la consulta fueron los siguientes: * Proceso de participaci�n en los ciclos de proyectos. * Manejo uso y usufructo de recursos naturales. * Asistencia t�cnica de los proyectos en la zona de intervenci�n. * Ordenamiento y seguridad sobre la tenencia de tierra. * Sobre procesos de transferencia de tecnolog�a, capacitaci�n y asistencia t�cnica. * Descentralizaci�n y desconcentraci�n de la gesti�n ambiental y productiva. * Marco de Plan para los Pueblos Ind�genas. * Estrategia de comunicaci�n del proyecto e introducci�n de los temas en lengua maternal. Resumen de recomendaciones surgidas de las consultas Se presenta una s�ntesis de las principales actividades de consulta realizadas durante la fase preparatoria del Proyecto Reserva de Biosfera Transfronteriza "Coraz�n del CBM". Durante los meses de junio y agosto del a�o 2005, se realiz� la Consulta previa, libre e informada de los componentes del Proyecto. Como resultado de esta consulta, los participantes se pronunciaron en los siguientes temas, para los cuales se presenta un resumen de las propuestas planteadas: En Nicaragua * Sobre el proceso de participaci�n en los ciclos de proyectos. Plantearon la necesidad de una participaci�n amplia de los j�venes, mujeres, ancianos, sociedad civil, iglesias, ONG y movimientos gremiales, en "mesas de trabajo", para la elaboraci�n, aprobaci�n, implementaci�n, seguimiento, monitoreo, evaluaci�n de las actividades del Proyecto. * Manejo, uso y usufructo de recursos naturales. Las personas consultadas, en su mayor�a reclaman el reconocimiento a su derecho de obtener beneficios econ�micos y sociales, por el acceso a la biodiversidad en la zona. As� mismo expresan que se requiere la implementaci�n de pol�ticas y estrategias a trav�s de las cuales el gobierno asegure la implementaci�n de una agricultura adecuada a estos territorios, con elementos agro-silvo- pastoriles, manejo forestal y diversificaci�n de cultivos certificados. * Asistencia t�cnica de los proyectos en la zona de intervenci�n. Es evidente que a los consultados les preocupa la falta de presencia de las instituciones estatales en los territorios, por lo cual proponen la ampliaci�n de la cobertura a nivel Municipal y territorial, la construcci�n de infraestructura en los territorios, y que los proyectos fortalezcan las capacidades t�cnicas locales existentes en cada territorio en diversas �reas de acci�n seg�n las necesidades de los mismos. * Ordenamiento y seguridad sobre la tenencia de tierra. En cuanto al tema de la tenencia de la tierra, existe satisfacci�n en la zona por la reciente titulaci�n efectuada a cinco territorios de la Reserva de Biosfera Bosaw�s. Sin embargo, consideran que este es un punto de partida para profundizar sobre c�mo van a administrar los territorios. * Procesos de transferencia de tecnolog�a, capacitaci�n y asistencia t�cnica. Los consultados plantearon que con la ejecuci�n del Proyecto Coraz�n debe implementar estrategias y pol�ticas para la agricultura diversificada, adem�s que se establezcan y fortalezcan las instancias de planificaci�n para percibir la transferencia de tecnolog�a 6 Se han encontrado experiencias valiosas que tienen en su concepci�n promover el manejo participativo de recursos. Los principales criterios que deben considerarse para experiencias replicables en el manejo participativo de los recursos naturales son las siguientes. o Condiciones geogr�ficas homog�neas. o Concepto de manejo participativo incorporado en las experiencias desde su concepci�n y contar con la participaci�n de todos los actores. o Metodol�gicamente aceptables, que permita el desarrollo eficiente de las experiencias y sean sostenibles en el tiempo. o Percepci�n positiva de la comunidad que los proyectos y/actividades desarrolladas han mejorado la calidad de vida y ambiente, y les han proporcionado herramientas para desarrollar acciones de autogesti�n. o Participaci�n comunitaria como elemento principal para el desarrollo de las actividades de manejo participativo. o Enfoque de g�nero. o Coordinaci�n y concertaci�n de las organizaciones comunales, gobiernos locales y el estado, para garantizar las condiciones de gobernabilidad. CONTEXTO DE LA RESERVA DE BIOSFERA TRANSFRONTERIZA CORAZON DEL CBM El Proyecto de la RBTC, con una extensi�n total de 3.4 millones de hect�reas (34,000 km2), se encuentra localizado en la frontera entre Honduras y Nicaragua en el "coraz�n" del Corredor Biol�gico Mesoamericano. Comprende la Reserva de la Biosfera de Bosaw�s en Nicaragua y en Honduras, la Reserva de Biosfera Tawahka Asangni, el Parque Nacional Patuca y la Reserva de Biosfera del R�o Pl�tano. En la extensi�n territorial de la RBTC existe una vasta riqueza de biodiversidad y de recursos naturales con ecosistemas que van desde los arrecifes caribe�os hasta bosques lluviosos tropicales, en donde habitan principalmente comunidades ind�genas y de campesinos. Contexto local de Honduras En la parte hondure�a, el �rea comprende ocho municipios, cuatro de ellos con comunidades ind�genas: Juan Francisco Bulnes, Brus Laguna, Ahuas y Wampusirpe, los municipios en comunidades mestizas o ladinas son: Trojes, Culm�, Catacamas y Froyl�n Turcios. En Nicaragua, los municipios son Wiwil�-Nueva Segovia; Wiwil�-Jinotega, El Cu�, San Jos� de Bocay- Jinotega; Waslala, Siuna, Mulukuk�, Bonanza y Waspam- RAAN La relaci�n poblacional entre ind�genas y no ind�genas en el �rea del proyecto es a raz�n de 40 % ind�gena y 60 % no ind�gena es decir, poblaci�n ladina o mestiza. Con relaci�n a las tres �reas protegidas que conforman la secci�n hondure�a de la propuesta Reserva de Biosfera Transfronteriza Coraz�n del CBM, est�n localizadas en la porci�n nororiental de la Rep�blica de Honduras, limitando al norte con el Mar Caribe, al sur con Nicaragua, al este con el departamento de Gracias a Dios y al oeste con los departamentos de Olancho, Col�n y El Para�so. Representa un �rea total de 14,000 km2 comprendidos dentro de los departamentos de Col�n, Gracia a Dios, Olancho y El Para�so, e individualmente presentan la siguiente ubicaci�n: Reserva de Hombre y la Biosfera de R�o Pl�tano (RHBRP). Est� comprendida dentro de los municipios de Juan Francisco Bulnes y Wampusirpi de forma parcial y todo el municipio de Brus 9 Laguna, en el departamento de Gracias a Dios, Dulce Nombre de Culm� en Olancho e �riona en el departamento de Col�n. Posee una extensi�n de 829,775 has incluida en el a�o de 1982 dentro de la lista de la UNESCO como Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad, en reconocimiento a que su excepcional diversidad de ecoregiones terrestres y mar�timas, alberga ecosistemas �nicos y de importancia internacional; as� como por el importante proceso de intercambio existente entre las etnias ind�genas y la poblaci�n ladina nativa. La categor�a de Reserva de Biosfera fue asignada mediante Decreto Ley No 977 del 14 de julio de 1980 y el Decreto No 170-97 mismo que modifica la delimitaci�n original de la Reserva del Hombre y la Biosfera de R�o Pl�tano, establecida seg�n Decreto 977-80. Reserva de Biosfera Tawahka Asangni'. Creada mediante Decreto Legislativo No157-99 de fecha 26 de octubre de 1999 y publicado en el Diario Oficial la Gaceta el 21 de diciembre de 1999. Colinda al norte con la RHBRP, al sur con el Parque Nacional Patuca, al este con el R�o Coco y Nicaragua y al oeste con la RHBRP. Tiene una extensi�n de 233,142 has y est� comprendida dentro de los municipios de Dulce Nombre de Culm� y Catacamas en el departamento de Olancho, Iriona en el departamento de Col�n y Brus Laguna y Wampusirpi en el departamento de Gracias a Dios. Pese a la declaraci�n de un �rea importante del territorio nacional donde se encuentra el h�bitat de la etnia Tawahka como Reserva de Biosfera (pero sin reconocimiento de UNESCO), el Instituto para la Conservaci�n y el Autodesarrollo (ICADE), que tiene funciones de co-manejo en la regi�n, admite que persiste la migraci�n incontrolada, el avance de la frontera agr�cola, as� como las ocupaciones ilegales que afectan los derechos ancestrales de los ind�genas. En la regi�n se registran esfuerzos impulsados por proyectos, organizaciones internacionales, organizaciones comunitarias, religiosas, ciertas instituciones p�blicas. El ICADE ha rescatado estos esfuerzos para formular y liderar un "Pacto por la Conservaci�n", como mecanismo de concertaci�n para solucionar los problemas, marco en el cual se han obtenido logros notables, sobre todo respecto a la toma de conciencia de los actores locales. Parque Nacional Patuca. Al igual que la Reserva de Biosfera Tawahka Asangni, fue creada mediante Decreto Legislativo 157-99. Est� ubicada dentro de los municipios de Dulce Nombre de Culm� y Catacamas en el departamento de Olancho y Trojes, en el departamento de El Para�so. Tiene una extensi�n de 375,584 has. Sus l�mites f�sicos incluyen al este con el R�o Wans Coco o Segovia, al norte con la Reserva de Biosfera Tawahka y la RHBRP, al oeste con el municipio de Dulce Nombre de Culm� y Catacamas y al sur con el departamento de El Para�so. En este espacio protegido tiene un compromiso de co-manejo la Asociaci�n Patuca, la cual viene realizando acciones de conservaci�n por al menos los �ltimos diez a�os. El principal problema planteado por la Asociaci�n es precisamente la situaci�n con la tenencia de la tierra, ya que, aunque se asume que las tierras son nacionales (por ser un parque nacional), el decreto de creaci�n del parque se emiti� sin haber hecho un saneamiento previo y en consecuencia, muchas personas que ten�an derechos adquiridos, quedaron en precario. Descripci�n del sitio 1Reserva de Biosfera como categor�a de manejo nacional. 10 La etnia Sumo o Mayangna se encuentra ubicada en los municipios de Wiwil� en Jinotega, El Cu�, San Jos� Bocay y Waspam, Bonanza y Siuna. Se distribuye en cuatro sub-cuencas hidrogr�ficas conocidas como Bocay, Lakus, Waspuk y Uli. Las tres primeras drenan hacia el R�o Coco o Wangky que sirve de l�mite entre Nicaragua y Honduras y la �ltima corresponde a la Cuenca Alta del R�o Prinzapolka. Sobre el R�o Bocay la poblaci�n Mayangna alcanza 1,673 habitantes distribuidos en nueve comunidades: Tunawal�n, Wisuh, Yapuwas, Silamplanta, Wina, Okuhl�, Kayayawas, Amal y Pe�as Blancas del Norte. Las dos primeras comunidades est�n siendo afectadas por el avance de la colonizaci�n mestiza que proviene del polo de desarrollo campesino conocido como Ayapal. Sobre el R�o Lakus, la poblaci�n Mayangna alcanza 261 habitantes distribuidos en tres comunidades: Wailaska, Arandak y Sumapipe. Estas comunidades se localizan en una de las �reas menos intervenidas de la Reserva donde predominan los bosques pr�stinos densos. Sobre el R�o Waspuk, la poblaci�n Mayangna llega a 3,405 habitantes, distribuidos en 13 comunidades a saber: Alal, Kibusna, Panyawas, Musaw�s, Wingpul�, Sabawas, Suniwas, Padriwas, Nazareth, Betiehem, Sarawas, y Wil�. La comunidad de Musaw�s (1,992 habitantes) es considerada como la capital del pueblo Mayangna por la poblaci�n Mayangna de la Regi�n Aut�noma del Atl�ntico Norte (RAAN) y la comunidad de Saraw�s constituye un sitio de pernoctaci�n y descanso de la poblaci�n Mayangna del Waspuk. Esta comunidad est� en la vecindad del Centro Minero de Bonanza, donde bajan a comercializar sus productos y aprovisionarse de lo estrictamente necesario para subsistir. Finalmente, est�n los Mayangna ubicados en la ribera del R�o Uli que conforman la comunidad de Sikilta, concentrando una poblaci�n de 500 habitantes. Esta comunidad es una de las m�s asediadas por la colonizaci�n mestiza, dada su ubicaci�n geogr�fica entre los n�cleos urbanos de Waslala y Siuna. Los Mestizos se encuentran ubicados principalmente en la zona de amortiguamiento, aunque existe presencia en las zonas n�cleos. Este grupo poblacional habla espa�ol como idioma materno y llegaron, en su mayor�a, desde la regi�n del pacifico, norte y central del pa�s en los a�os 30 del siglo pasado. Los pueblos ind�genas Mayangna y Miskito, en base a un proceso de fortalecimiento cultural y �tnico, mantienen sus formas tradicionales dce producci�n y organizaci�n. Su econom�a de subsistencia integral de agriculturamigratoria, pesca, caza y recolecci�n les obliga un manejo sostenible de grandes �reas en forma comunal y multicomunal. As� los territorios ind�genas son para estos pueblos de suma importancia para la sobrevivencia econ�mica y �tnica-cultural. En el a�o 2005 se ha logrado obtener el marco legal para el reconocimiento oficial de sus derechos aut�ctonos sobre sus tierras y propiedades comunales y el aseguramiento de sus territorios con t�tulos de propiedad comunitaria por parte del estado nicarag�ense, cuyo proceso de implementaci�n est� en desarrollo. 13 MiskitoO _ -''.~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ i,.y�T Figura 1. Mapa de pueblos ind�genas (Fuente:Nacional Geographic). 14 DESCRIPCION ETNOGRAFICA Los Pueblos Ind�genas de Honduras Actualmente ocho grupos �tnicamente diferenciados habitan la zona de la RBTC; no obstante, cuatro son los principales, Tawahka, Pech, Gar�funa y Miskito. El siguiente cuadro resume la poblaci�n por municipio de la RBTC3: Cuadro 1. Poblaci�n �tnicamente diferenciada de los municipios de la RBTC en Honduras. Etnia Departamento / Munici �o Col�n Olancho Para�so Gracias a Dios Dulce Juan Fco. Wampu Brus Iriona Catacamas Patuca Nombre Trojes Buines smpi Laguna ~~~~~~de Culm� ip Lgn _______ ______(Walumuau) Tawahka 30 162 2 3 602 4 (sumo)___ __ Pech(Paya) 6 15 1,294 54 1 13 Garifuna 5,958 3 18 1082 1 23 Miskito 143 3 10 9 2,437 2,942 8,548 Negro ingl�s 7 4 2 1 3 38 1 15 Tolup�n 1 2 2 2 1 7 Lenca 1 210 5 87 21 760 10 35 Chort� 17 2 1 3 7 2 Otro 10,528 78,876 21,656 21,039 34,221 964 327 823 Total 16,644 79,184 21,675 22,599 34,279 5,340 3,897 9,470 Historia: Los pueblos ind�genas Tawahka, Pech y Miskito comparten una base cultural derivada de las culturas de bosque tropical heredada de grupos chibchas que migraron hacia el norte y ocuparon la zona oriental de Centroam�rica (Panam�, Costa Rica, Nicaragua y Honduras). Por consiguiente, su cosmovisi�n y sus pr�cticas culturales est�n muy vinculadas a las de los grupos amaz�nicos. Los gar�funas son un grupo afroamericano cuya cultura contiene elementos africanos y amerindios mezclados con europeos. Originalmente, la zona estuvo habitada por un n�mero considerable de grupos semi-n�madas de cazadores - recolectores. En la zona de la Moskitia, estos grupos fueron consolidados, con intervenci�n de los ingleses, en un s�lo grupo, hoy conocido como Miskito. La �nica excepci�n a este proceso hist�rico fueron los Tawahkas, quienes lograron guardar su identidad cultural. Hist�ricamente, estos pueblos se caracterizan por el hecho de no haber sido colonizados, a�n cuando estuvieran expuestos a la influencia europea. Los ingleses se asentaron en la Moskitia, m�s no la colonizaron. Ejercieron su poder sobre los grupos de la zona, y les utilizaron en su rivalidad con los espa�oles para la guerra, caza de esclavos y contrabando. Propiciaron el proceso de consolidaci�n de los distintos grupos particularmente al crear el Reino Miskito. Este proceso fortaleci� la identidad �tnica y sent� las bases para el sentimiento de identidad y territorialidad que fuera un factor de gran importancia durante la contrainsurgencia nicaraguense de la d�cada de 1980 (el cual a su vez desemboc� en la declaratoria de autonom�a de los territorios de la costa atl�ntica nicarag�ense). Este sentimiento mantiene su fuerza tanto en Honduras como en Nicaragua y se ve reforzado por otros factores, como el aislamiento y la escasa presencia gubernamental en la zona. imprecisos, y se 3Datos tomados del Censo Nacional de Poblaci�n y vivienda, 2001. Los datos del censo son ofrecen para establecer un patr�n general. El hecho de que aparezcan representantes de otros pueblos, como los chort�s (mayas) y negros de habla inglesa en esta zona es muestra de su imprecisi�n. Los lencas que aparecen probablemente sean colonos. 15 Tawahkas. Los Tawahkas, cuya lengua pertenece al g�nero macro-chibcha habitan en seis zonas entre los departamentos de Gracias a Dios y Olancho, su poblaci�n dentro del �rea de la reserva se estima en aproximadamente 1,000 personas. Seg�n Linda Newson (1992), los sumos (Tawahkas, Ulvas, Panamakas y otros) eran el pueblo ind�gena m�s extenso en la zona hasta al siglo XVII. Se extend�an hacia el sur desde el r�o Patuca en Honduras a trav�s de la sierra central en Nicaragua hasta el R�o Rama. Al oeste se extend�an por Honduras y colindaban con los Matagalpa en el lago de Nicaragua. A partir del siglo XVII con el crecimiento acelerado del belicoso grupo Miskito, los sumos se vieron obligados a replegarse hacia el interior lo que losllev� a establecerse en la regi�n actual. En la actualidad, los Tawahkas est�n distribuidos en las comunidades de Krautara y Kraursirpe en el municipio de Wampusirpi, departamento de Gracias a Dios; Yupuwas, Kamakasna y Parawas en el municipio de Dulce Nombre de Culm�, en el departamento de Olancho. Hist�ricamente, los Tawahkas han manifestado poco contacto con otros pueblos vecinos locales o for�neos, y prefer�an mantenerse aislados para conservar su cultura la cual refleja su interpretaci�n del mundo, sus ideas y su medio ambiente. Los Sumos de Nicaragua y los Tawahkas de Honduras conforman dos ramas de un mismo tronco cultural. La regi�n que ocupan es desde el R�o Patuca hasta el R�o Punta Gorda en Nicaragua. La lengua materna de este pueblo es el Tawahka, pero tambi�n hablan Miskito y el espa�ol, aunque a�n tienen cierta dificultad para hablar espa�ol. Pech o Payas. Los Pech conocidos peyorativamente como Payas, tienen origen a�n desconocido; su evoluci�n se pierde entre la historia y el mito. Son probables descendientes de los Chibchas, ya que los hablantes de este idioma salieron de Am�rica del Sur probablemente hace 3,000 a�os y se establecieron a lo largo del camino entre Colombia y Am�rica Central. Al momento del contacto con los espa�oles, los Pech ten�an un nivel de organizaci�n socio- econ�mica y pol�tica casi igual a la de sus tribus vecinas (Tawahkas, Tolupanes, etc.). Durante la colonia se extendieron del R�o Agu�n al R�o Patuca en la zona nororiental de Honduras. En la �poca prehisp�nica se extendieron del norte del R�o Aguan hasta el Cabo de Gracias a Dios. La lengua Pech est� identificada como un idioma de la familia de lenguas macro-chibcha de origen sudamericano. Los Pech son una etnia compuesta por nueve tribus (pueblos) que son Vallecito, Pueblo Nuevo, Subirana, Agua Zarca, Culuco, Jocomico, Pisijire en el municipio de Dulce Nombre de Culm�; Santa Mar�a del Carb�n en el municipio de San Esteban, departamento de Olancho; Silin en el municipio de Trujillo, departamento de Col�n. Un peque�o n�cleo de poblaci�n Pech se encuentra dentro de la Reserva de R�o Pl�tano. Est� compuesto por tres comunidades, Las Mar�as, Waiknatara y Batiltuk, cuya poblaci�n estimada es de menos de 300 habitantes. Este grupo de Pech emigr� a la Moskitia desde la comunidad de Sil�n, Olancho, en 1990 debido a conflictos de tierras con ladinos (Rivas 1993: 326) Gar�funas. Durante los siglos XVII y XIX llegaron varios contingentes de negros a Honduras. Sin embargo en la actualidad se identifican dos grandes grupos de negros afrocaribe�os muy representativos: los Gar�funas y los negros de habla inglesa. 16 Estos �ltimos se ubicaron mayoritariamente en las Islas de la Bah�a La Ceiba, Atl�ntida, con sus propias particularidades culturales. La mayor�a de ellos fueron tra�dos de �frica como esclavos por los ingleses para trabajar originalmente en Jamaica y Gran Caim�n, su poblaci�n aproximada en la Moskitia Hondure�a es de 20,800 habitantes. Los Gar�funas que en su lengua materna se llaman Garinagu, lo que en castellano significa "Caribes Negros", tienen su origen en la Isla de Yurumei conocida tambi�n como San Vicente, en las Antillas menores frente a las costas de Venezuela. Los Garinagu descienden de los pueblos caribes, arawakas y negros africanos, quienes llegaron a la isla escapando de la esclavitud. Seg�n la tradici�n oral, son descendientes de las etnias africanas Efik, Ibo,Fons, Ashanti, Yoruba y Congo, raptados de las regiones costeras de �frica occidental (correspondiendo a los estados modernos de Costa de Marfil, Ghana, Nigeria, Camer�n y Congo) por barcos esclaveros espa�oles y portugueses. Dos comunidades gar�funas, Batalla y Plaplaya, est�n ubicadas dentro de la Reserva de Biosfera R�o Pl�tano. Tres comunidades del departamento de Col�n, Sangrelaya, Cocalito y Tocamacho, se encuentran dentro del �rea de influencia de la Reserva, y su h�bitat funcional se extiende dentro de ella. Miskitos. Tradicionalmente se ha asumido que la etnia tuvo su g�nesis durante la �poca colonial del mestizaje entre negros n�ufragos de los barcos de esclavos con ind�genas de la zona y ocasionalmente con piratas y comerciantes europeos. Esta no s�lo es una simplificaci�n del proceso, sino que existe adem�s, cierta evidencia lingu�stica que indica que la lengua Miskita ya se hab�a separado del tronco Sumo de la familia de lenguas Misumalpa previo al a�o 1,500, los Miskitos constituyen la etnia mayoritaria en la Moskitia hondure�a al igual que en el territorio vecino de Nicaragua. Los Miskitos constituyen el grupo poblacional m�s grande de la regi�n (89 poblados con alrededor de 41,000 personas) seguidos por los Tawahkas (5 poblados con 805 personas) y en menor medida por los Gar�funas y Pech. Est�n ubicados en el departamento de Gracias a Dios, en el sector de La Moskitia; desde el Cabo Camar�n hasta el Cabo Gracias a Dios, a lo largo de los R�os Coco, Mocor�n, Patuca y Pl�tano. Cosmovisi�n: La cosmovisi�n de los pueblos ind�genas de la Moskitia es la propia de los grupos de bosque tropical, la cual percibe el mundo como el campo de interacci�n entre humanos y esp�ritus. El universo est� dividido en tres �reas de poder a cargo de los esp�ritus tutelares: Esp�ritu del trueno, que domina el aire y el clima; Esp�ritu del agua (femenino), y Esp�ritu del bosque / llano. Cada esp�ritu tiene a su cargo los recursos propios de su esfera de poder, y se encarga de administrarlos. Los mitos y leyendas transmiten las normas del comportamiento de los seres humanos hacia los esp�ritus y sus recursos. Ellos son tambi�n los encargados de favorecer o sancionar la conducta humana, estableciendo as� un sistema tradicional de control sobre el aprovechamiento de los recursos. El abuso de ellos, como en casos de sobreexplotaci�n, es severamente castigado con enfermedad e incluso muerte. Estas creencias a�n mantienen un grado importante de vigencia a pesar de que los movimientos religiosos han tratado de reprimirlos y de que muchas de las creencias y pr�cticas tradicionales carecen de sentido en los contextos no-tradicionales en que los ind�genas deben desenvolverse en la actualidad. Religi�n: Desde el Siglo XIX, la Iglesia Morava se ha constituido como la principal fuerza religiosa de la zona; su feligres�a est� conformada por Miskitos. La Iglesia Cat�lica tiene una presencia menor en la Moskitia. Es importante notar que los Tawahkas son de filiaci�n Cat�lica. 17 La influencia de la Iglesia Cat�lica tiene particular importancia en el sector occidental de las zonas de reserva, particularmente en el departamento de Olancho, donde ha adquirido beligerancia en el movimiento ambientalista, orientando muchas de sus actividades a la prevenci�n de la sobreexplotaci�n de los recursos del bosque en estas �reas. En la actualidad, un n�mero considerable de sectas protestantes est�n incursionando en la Moskitia, ganando adeptos tanto entre ind�genas como ladinos. Educaci�n: Las formas tradicionales de educaci�n a�n siguen vigentes, particularmente en las �reas productivas y de subsistencia. Desde muy peque�os, los ni�os adquieren los conocimientos y habilidades para subsistir; sus padres les inculcan estos conocimientos a trav�s de un proceso pr�ctico. Las mujeres ense�an a sus hijas lo pertinente a la vida dom�stica, incluyendo el cuidado de los menores, en un proceso similar; su educaci�n incluye conocimientos de agricultura y aprovechamiento de recursos. La transmisi�n de conocimientos tradicionales se ha debilitado, particularmente en lo que respecta a las tradiciones culturales a medida que estos conocimientos van perdiendo pertinencia en los nuevos contextos socioecon�micos que se generan a ra�z de la penetraci�n de la econom�a de mercado y los patrones culturales mestizos dominantes. Algunos de estos conocimientos culturales ya han desaparecido y persisten �nicamente a trav�s de ancianos y especialistas. La educaci�n formal es d�bil en toda la Moskitia, donde hay pocas escuelas y maestros. La calidad de los servicios educativos es baja debido a infraestructura deteriorada y mal equipamiento; la instrucci�n, que con frecuencia est� a cargo de maestros no-ind�genas, tambi�n incide en esto. Pocas personas adquieren una educaci�n primaria completa, aunque esto est� cambiando, particularmente entre las mujeres. Los programas oficiales vigentes pr�cticamente no toman en consideraci�n las particularidades culturales de los distintos grupos de la zona, y la ense�anza en espa�ol es obligatoria. La desventaja ling��stica de los ind�genas contribuye a que tengan altos �ndices de repitencia y deserci�n escolar. La inserci�n temprana de los j�venes a la vida productiva es otro factor que afecta en este sentido. Cultura en transici�n, subsistencia y mercado: Los pueblos ind�genas que habitan la Moskitia tienen una cultura fluvial y lacustre propia de los grupos de bosque tropical. Sus asentamientos est�n ubicados junto a los r�os, quebradas y lagunas, y a�n en las barras del Caribe, sus comunidades est�n orientadas hacia las lagunas, no hacia el mar. Su aprovechamiento del mar es limitado. Los ind�genas aprovechan los recursos del bosque, principalmente extrayendo materiales para la construcci�n de viviendas y la confecci�n de artesan�as utilitarias, incluyendo sus p�pantes (canoas de r�o de un solo tronco), as� como para la caza, pesca y obtenci�n de alimentos y medicinas silvestres. En la actualidad, los pueblos ind�genas se encuentran en un proceso de transici�n de una cultura / econom�a de subsistencia a una participaci�n m�s activa en la econom�a de mercado. Sus pr�cticas de producci�n y aprovechamiento de recursos a�n tienen una fuerte base en la subsistencia, y est�n regidas por su cosmovisi�n y sus normas tradicionales. Pr�cticamente no hay diferencia entre los patrones de producci�n y aprovechamiento de recursos de los distintos grupos. Las variantes que se registran resultan de la adaptaci�n a los distintos ecosistemas, no a diferencias culturales. Basan su producci�n en la agricultura de subsistencia, cultivando principalmente tub�rculos, mus�ceas y en menor medida, granos b�sicos (principalmente frijol), los cuales forman la base de su dieta. Prefieren las vegas de los r�os y las parcelas a orillas de las quebradas y lagunas para establecer sus cultivos, pero la presi�n sobre la tierra y otros factores les obligan a buscar otros predios. 18 La producci�n agr�cola permite el consumo estacional de los distintos productos; sin embargo, el clima (humedad) y las limitaciones tecnol�gicas no permiten el almacenamiento prolongado de la producci�n, lo que genera ciclos de desabastecimiento y hambruna. El clima, particularmente la vulnerabilidad de la zona a condiciones clim�ticas extremas, como huracanes e inundaciones, es un factor que tiene un impacto, frecuentemente negativo, en la producci�n agr�cola. La caza y recolecci�n, y en particular la pesca, a�n juegan un papel importante en su dieta, y son una de sus principales fuentes de prote�na. La ganader�a en peque�a escala ha adquirido importancia en ciertos sectores, permitiendo el consumo ocasional de l�cteos y carnes. La inserci�n de la poblaci�n ind�gena en la econom�a de mercado ha sido un proceso dif�cil, ya que las oportunidades de generaci�n de capital son muy limitadas, pero la oferta de bienes aumenta constantemente, mientras que la de servicios avanza m�s lentamente. En los niveles m�s bajos, muchas familias deben producir alg�n excedente en sus actividades de subsistencia para poder venderlos. Como se se�al� anteriormente, el buceo langostero es una de las principales fuentes de empleo asalariado, y atrae j�venes de toda la Moskitia. Sin embargo, es una ocupaci�n altamente peligrosa que ha causado numerosos casos de accidentes por descompresi�n. Ha habido esfuerzos por comercializar productos de la zona, pero la dificultad para sacar la producci�n al mercado debido a complicaciones log�sticas comunes en la zona ha reducido la efectividad de estos esfuerzos. La producci�n de cacao (principalmente en la zona del Patuca medio), la producci�n y procesamiento de batana4, la producci�n de coco, y el procesamiento de semilla de mara��n han sido los intentos m�s notables. De estos, la reciente incursi�n de una firma canadiense en la comercializaci�n de la batana, con el apoyo de MOPAWI, tiene un potencial de �xito considerable. Actualmente sus actividades se concentran en el sector oriental de la Moskitia, pero varias comunidades ubicadas dentro de las �reas protegidas han solicitado ser incluidas en el proyecto. La producci�n de coco de la Moskitia se ha visto favorecida por el impacto menor de la enfermedad conocida como amarillamiento letal del coco que diezm� los cocales de pr�cticamente toda la costa hondure�a. La producci�n de pescado seco durante la temporada de Semana Santa para el mercado nacional es otra actividad productiva importante. Sin embargo, las capacidades limitadas para el almacenamiento de un producto tan perecedero, combinadas con las limitaciones de transporte ya se�aladas, reducen su rentabilidad. Organizaci�n: Las formas tradicionales de organizaci�n familiar a�n persisten entre los pueblos ind�genas, aunque est�n cambiando r�pidamente en respuesta a los cambios socioecon�micos que enfrentan. Su organizaci�n comunitaria se ha alejado de las formas tradicionales y siguen el esquema favorecido por el gobierno y las municipalidades; por consiguiente, la mayor�a de las comunidades tienen un patronato comunal. Algunas comunidades cuentan con otras organizaciones, seg�n sus necesidades; entre las m�s comunes est�n las Juntas de Agua y las Sociedades de Padres de Familia (donde hay escuelas), as� como grupos de productores organizados, que a su vez constituyen las instancias comunitarias para la toma de decisiones. La organizaci�n familiar de los pueblos ind�genas de la Moskitia se centra en la figura de la madre. Las mujeres son la figura constante en esta sociedad en la cual la figura paterna es inconstante y cambiante, pues cada mujer suele tener varias parejas a lo largo de la vida. El 4Aceite de la palma llamada oj�n,tiene propiedades beneficiosas parael cabello y la piel. Hasta ahora s�lose produc�a en peque�a escala, para uso local. 19 �ndice de madres solteras es alto. Sin embargo, la sociedad es patriarcal en el sentido de que son los hombres quienes dominan los procesos de toma de decisiones y suelen ocupar los cargos de relevancia en la comunidad. Este patr�n est� cambiando gradualmente, y sin duda acelerar� debido a que un n�mero cada vez mayor de mujeres est� recibiendo educaci�n. Los ni�os se incorporan a una edad muy temprana a las actividades de apoyo a la producci�n de subsistencia. Este trabajo es parte del proceso de educaci�n participativa tradicional; no obstante la demanda de tiempo para estas actividades es alta y ocasiona mucha deserci�n escolar. Los j�venes inician su actividad sexual y los procesos de formaci�n de pareja y hogar a una edad muy temprana, a�n en la adolescencia. La divisi�n del trabajo seg�n g�nero es muy marcada dentro del patr�n organizativo para la producci�n de los pueblos ind�genas. Las mujeres juegan un papel muy importante en la producci�n dom�stica, incluyendo la agricultura; tambi�n tienen un alto nivel de participaci�n en los trabajos productivos agr�colas para el mercado (batana y otros). Generalmente, los hombres se encargan de las labores m�s pesadas (roza y quema) y las mujeres asumen el cuidado de los cultivos. El aprovechamiento del bosque es trabajo masculino; las mujeres participan en labores de recolecci�n y a�n caza menor en los alrededores de sus parcelas de cultivo. Adem�s de sus formas tradicionales de organizaci�n familiar, y de las formas organizativas comunitarias ya mencionadas, cada pueblo ind�gena est� afiliado a una organizaci�n federativa, seg�n se indica en el siguiente cuadro. Cuadro 2. Organizaciones In �genas de Honduras. Pueblo Ind�gena Organizaci�n Federativa ONGs Representativas Tawahka Federaci�n Ind�gena Tawahka Fundaci�n Ra�ces de Honduras, FITH Asang Launa Pech Federaci�n de Tribus Pech de Honduras, FETRIPH Gar�funa Organizaci�n Fraternal Negra ODECO de Honduras, OFRANEH Miskito Moskitia As�a Takanka, MOPAWI MASTA Las distintas federaciones ind�genas se aglutinan bajo una confederaci�n nacional llamada Confederaci�n Nacional de Pueblos Aut�ctonos de Honduras (CONPAH). Esta confederaci�n es el canal de gesti�n pol�tica, cultural y de desarrollo a trav�s del cual los distintos pueblos ind�genas persiguen objetivos comunes. Estas organizaciones e instituciones son reconocidas por el estado. Tienen un alto grado de beligerancia en defensa de los derechos ind�genas, particularmente en lo que respecta a la defensa de la tierra, cultura y recursos naturales, y est�n vinculados a movimientos ind�genas internacionales. Adem�s de las organizaciones federativas existe un n�mero ONGs que han asumido papeles de liderazgo y representaci�n entre los pueblos ind�genas. Entre estas destacan: Moskitia Pawisa (MOPAWI, Miskito) y Organizaci�n de Desarrollo �tnico Comunitario (ODECO, gar�funa). A nivel local, tambi�n ha surgido un n�mero de organizaciones orientadas a objetivos espec�ficos, como los de las mujeres, productores, y la atenci�n a buzos lisiados. Los Mestizos o Ladinos. Un n�mero considerable de ladinos conviven con los ind�genas en la Moskitia, muchos de ellos desde hace ya muchos a�os. El frente de colonizaci�n fue abierto por 20 cazadores ladinos, buscadores de oro y mercaderes de madera, cuyos caminos de penetraci�n facilitaron la llegada de campesinos y otros colonos. Los ladinos residentes no representan mayor problema para los ind�genas a�n cuando no suelen integrarse plenamente a las comunidades, guardando, como ya se se�al�, cierto distanciamiento social. Su integraci�n a las organizaciones comunitarias es menor, y algunos consideran que las organizaciones ind�genas no representan sus intereses a�n cuando son residentes de la Moskitia. No obstante, las relaciones entre ind�genas y los ladinos residentes son armoniosas y en algunos casos colaboran para lograr fines comunes. Los ladinos colonos, reci�n llegados del interior del pa�s s� son vistos como problema por los ind�genas. Estos est�n asentados a lo largo del borde occidental de las tres zonas de reserva, en los departamentos de Col�n y Olancho. Todo este sector comprende la frontera de colonizaci�n agr�cola, que es un impulso de asentamiento, legal e ilegal, en tierras colindantes con y dentro de las �reas de reserva. Los colonos han llegado all� de varias maneras, entre las cuales las principales son: * Asentamientos propiciados por el gobierno desde hace ya m�s de 30 a�os, como en la zona del Patuca alto (donde ha habido un descombro severo), y que a�n contin�an en desarrollo, como en la zona de Sico Paulaya. Muchos colonos de estas zonas han obtenido la titulaci�n de sus tierras. * Estrategias de los ganaderos, quienes se benefician de la migraci�n de campesinos, quienes descombran y aprovechan la tierra por un tiempo, para luego cederla al ganadero como pastizal y pasar a descombrar un nuevo predio, siempre con el apoyo del ganadero. Los principales puntos de acceso de los colonos son la zona de Sico-Paulaya, Catacamas y el Patuca alto, aunque hay innumerables puntos de incursi�n a lo largo de la frontera. Las tres zonas son accesibles por carretera, y desde ellas se puede continuar por v�as fluviales. Los colonos provienen del interior del pa�s, principalmente de los departamentos del sur y occidente (El Para�so, Olancho, Choluteca, La Paz y Comayagua), y a�n de Nicaragua y El Salvador. Generalmente son campesinos sin acceso a tierras cuya cultura es considerablemente diferente a la de los ind�genas, lo que incide notablemente en su actitud hacia las tierras que ocupan. Los colonos se dedican principalmente a labores agr�colas (granos b�sicos m�s cr�a de especies menores), y ganaderas; adem�s, muchos de ellos participan en el aprovechamiento comercial del bosque. Su producci�n agr�cola est� destinada tanto a la subsistencia como al mercado. Culturalmente, los nuevos colonos no conocen los ecosistemas en que se asientan (muchos provienen del sur del pa�s, zona que est� siendo desertificada), ni las formas tradicionales (particularmente las ind�genas) de aprovechamiento del bosque latifoliado. Por consiguiente, aplican las t�cnicas productivas que conocen, de roza y quema intensiva, las cuales son altamente da�inas para el ambiente en que se han asentado. La ganader�a que practican es extensiva, de bajo nivel de tecnificaci�n. Para convertir los predios boscosos en potreros y pastizales, descombran considerables extensiones de terreno, y con frecuencia queman los predios descombrados para forzar el brote de pasto nuevo. La necesidad de pastos ha causado la introducci�n de nuevas variedades, incompatibles con la biodiversidad local. Algunos ganaderos abren pastizales de una extensi�n mayor a la requerida por sus necesidades, los cuales alquilan a otros ganaderos. El frente de colonizaci�n ha facilitado la explotaci�n ilegal de maderas preciosas, cuyo aprovechamiento est� regulado. En algunos casos, esta proviene del descombro de predios 21 para ganader�a, pero la presencia de comerciantes madereros en la zona es frecuente y facilita su comercializaci�n. Igual que como ocurre en las comunidades ind�genas, la le�a es el combustible principal en los hogares ladinos, y ocasiona mucha deforestaci�n. Las comunidades ladinas muestran un patr�n de asentamiento considerablemente disperso. Carecen de servicios b�sicos como agua, energ�a el�ctrica, comunicaciones y saneamiento. Los servicios estatales de salud y educaci�n son escasos y deficientes, y la poblaci�n tiene un alto �ndice de analfabetismo. El aislamiento de la zona y la dificultad de acceso a ella agravan muchos de los problemas que enfrenta la poblaci�n. Los r�os son la principal v�a de comunicaci�n, por lo que muchas comunidades permanecen aisladas por largos per�odos durante la �poca lluviosa. Los dos problemas principales que derivan de esta situaci�n son: * Dificultad para llevar sus productos al mercado: les pone en manos de comerciantes intermediarios quienes pagan menos por los productos y a la vez suelen ser fuente de abastecimiento de productos manufacturados, los cuales cambian por productos de la zona o venden a precios altos. * Inseguridad: La zona (particularmente el sur, a lo largo de la frontera binacional) es transitada por maleantes, incluyendo secuestradores, asaltantes y abigeos. Algunos ganaderos se han organizados en grupos de Defensa Civil para protegerse. Hay un n�mero considerable de armas en la zona, muchas de ellas ilegales, e incluyendo armas militares. An�loga a las federaciones ind�genas, que represente los intereses de la poblaci�n ladina, las comunidades ladinas se organizan en patronatos (comunitarios o para el desarrollo local) siguiendo el patr�n promovido por el Estado. Algunas cuentan adem�s con organizaciones locales como Juntas de Agua y Sociedades de Padres de Familia. Sin embargo, sus organizaciones son d�biles y muestran un bajo nivel de participaci�n y participatividad. Con frecuencia, las actividades de sus organizaciones locales dependen de la iniciativa particular de alg�n l�der, quien asume la mayor�a de las responsabilidades de su funcionamiento, y con frecuencia toma decisiones sin contar con el apoyo de la comunidad. Los l�deres y dem�s funcionarios de las organizaciones tienen un bajo nivel de capacitaci�n. Algunas comunidades cuentan con organizaciones de productores, particularmente de ganaderos, en especial en el sector de Olancho. Algunas organizaciones de productores reciben apoyo de ONGs y se involucran en actividades de desarrollo local. Las mujeres tienen un bajo nivel de participaci�n en actividades organizativas, salvo en el caso de grupos religiosos; principalmente se dedican al trabajo dom�stico. Los siguientes mapas detallan las v�as de acceso, terrestres, y fluviales de la zonade la RBTC. 22 __~!~ --- -;w ~~' - rl -- 4a, -.-.L 31UR�~~~~~~~~~~ Figura 2: Mapa de v�as de acceso en Honduras. Los Pueblos Ind�genas de Nicaragua Historia: Los pueblos ind�genas asentados en el �rea de la Reserva de Biosfera Bosaw�s (Mayangnas y Miskito) comparten una base cultural derivada de las culturas de bosque tropical heredada de grupos chibchas que migraron hacia el norte y ocuparon la zona oriental de Centroam�rica (Panam�, Costa Rica, Nicaragua y Honduras). Por consiguiente, su cosmovisi�n y sus pr�cticas culturales est�n muy vinculadas a las de los grupos amaz�nicos. El territorio de la Reserva de Bosaw�s fue, hasta bien entrado el siglo XVII, poblado principalmente por varios clanes de los pueblos ind�genas tuahkas y panamahkas (sumos del norte, actualmente mayangnas), quienes, conjuntamente con el grupo de los ulvas (sumos del sur) y los matagalpas poblaron extensamente, desde mucho tiempo antes de la colonia, la reserva, habiendo sido en esa �poca los tres grupos �tnicos conjuntamente denominados como caribes por lo colonizadores espa�oles que ocuparon la entonces Provincia de Nicaragua. En Nicaragua, la poblaci�n ind�gena habita principalmente en la zona n�cleo, con presencia de poblaci�n mestiza principalmente en el sector suroeste de la Reserva de Biosfera Bosaw�s. Esta poblaci�n se encuentra principalmente distribuida en seis bloques de comunidades: Kipla Sait Tasbaika, Mayangna Sauni as, Mayangna Sauni bas (Sikilta), Li Lamni Tasbaika kum, Mayangna Sauni bu y Miskito indian tasbaika kum. La distribuci�n de la poblaci�n por sexos es bastante homog�nea. La cantidad de habitantes y comunidades por territorio ind�gena se muestran en el cuadro siguiente: 23 Cuadro 3. Poblaci�n y comunidades en los territorios ind�genas de Nicaraqua. Territorios ind�genas Habitantes por territorio Comunidades Kipla Sait Tasbaika 6,000 12 Mayangna Sauni as 5,985 15 Mayangna Sauni bas (Sikilta) 700 85 Li Lamni Tasbaika kum 12,000 27 Mayangna Sauni bu 3,000 16 Miskito indian tasbaika kum 8,500 24 Total 36,185 179 Fuente: Ficha T�cnica MAB. Aproximadamente, el 58 % de los habitantes se encuentran en edades entre cero a quince a�os de edad, lo que indica que se trata de una poblaci�n joven. El porcentaje de personas analfabetas oscila entre el 26 % y 50% en los diferentes bloques de comunidades. La poblaci�n econ�micamente activa comprendida entre los 18 y 65 a�os oscila entre el 38 % y 51 % (INEC 1995). Existen adem�s algunas comunidades mestizas asentadas desde hace varios a�os en el interior de la zona n�cleo y se encuentran dispersas en grupos de comunidades ubicadas principalmente al oeste y noroeste del �rea del Parque Nacional Cerro Saslaya y otras comunidades asentadas al este, estas �ltimas en proceso de reasentamiento hacia otras �reas menos sensibles. Considerando la zona n�cleo y de amortiguamiento habitan aproximadamente 242,000 personas (cifras publicadas por INEC, 1995) quienes en gran mayor�a son mestizos ubicados principalmente en la zona de amortiguamiento de los municipios de Wiwil�, Cu�- Bocay, Waslala y Siuna. Los Sumos o Mayangnas: Los Mayangnas al igual que los Miskitos, son restos de las tribus abor�genes que los espa�oles encontraron a su arribo a tierras nicarag�enses, en el primer tercio del siglo XVI. Los grupos descendientes de los caribisis son los Miskitos; de la mezcla de la inmigraci�n afro americana proveniente de Jamaica con los Miskitos favoreci� el mestizaje de estos dando origen a los zambos; los ramaqu� y el grupo sumo (o mayangnas que es la denominaci�n m�s apropiada actualmente). El grupo sumu (Mayangna), al contrario del grupo Miskito, es de raza pura y no se ha mezclado, conservando el idioma y costumbres propios, habiendo aceptado el influjo espa�ol no hace mucho. En un tiempo vivieron en el R�o Coco, como puede deducirse por los nombres de algunos lugares, que son de clara derivaci�n suma: la terminaci�n kuah, igual a ca�o, r�o, agua. Despu�s se retiraron a r�os m�s peque�os como el Bocay, huyendo de los Miskitos. Los ind�genas mayangnas (hijos del Dios-Sol) agrupan a tres grupos socio-ling��sticos: los twhaskas, panamakas y los ulwas. Este �ltimo grupo solamente se ubica en la comunidad de Karawala y otras zonas cercanas, - en el municipio de la desembocadura del R�o Grande - en el Atl�ntico Sur, donde forman el 0.41 % de la poblaci�n regional. Los Mayangnas (twhaskas y panamakas), con el 5.23 % de la poblaci�n total de la regi�n norte, est�n fundamentalmente en las zonas rurales y urbanas de los municipios mineros entre ellos Bonanza y Rosita, en la mayor parte de lo que es hoy la Reserva de Bosaw�s. Las actividades econ�micas de subsistencia comunal no se diferencias en mucho a las otras comunidades ind�genas. Han incorporado a sus tradiciones culturales el uso de la guitarra siendo musicalmente muy expresivos y melanc�licos. Su canto es un encuentro entre ellos y la naturaleza a la que veneran y respetan y de lo cual est�n conscientes por que sin ella dejar�n de ser que todav�a 24 son. Son muy buenos g�iriseros comerciando polvo de oro extra�do de las arenas del R�o Bocay, en las plazas de Ay�pal y San Jos� de Bocay. . Los Miskitos: Tradicionalmente se ha asumido que la etnia tuvo su g�nesis durante la �poca colonial del mestizaje entre negros n�ufragos de los barcos de esclavos con ind�genas de la zona y ocasionalmente con piratas y comerciantes europeos. Esta no s�lo es una simplificaci�n del proceso, si no que existe adem�s, cierta evidencia ling��stica que indica que la lengua Miskita ya se hab�a separado del tronco Sumo de la familia de lenguas Misumalpa previo al a�o 1500, los Miskitos constituyen la etnia mayoritaria en la Reserva de Biosfera Bosaw�s al igual que en el territorio vecino de Honduras. El grupo Miskito es el m�s notable de los grupos descendientes de los caribisis. Originalmente ocupaban el sector comprendido entre Sandy Bay y Laguna de Perlas, de donde por el avance de la colonizaci�n se desplazaron hacia el norte, habi�ndose asentado de preferencia a orillas del R�o Coco y de sus afluentes meridionales. El idioma de los Miskitos est� plagado de t�rminos espa�oles e ingleses, sobre todo, pero pronunciados con peculiaridad tal y sujetos a una s�ntesis gramatical especial�sima, que resulta un dialecto que bien podr�a calificarse de otro "papiamento". Si consideramos el lenguaje Miskito, este parece del tipo dental paladar, es muy s�lido y bien construido, tiene una gram�tica propia y puede ser escrito. Constituyen el 36.35 % de la poblaci�n de la regi�n norte. En el norte se asientan en unas 250 comunidades a lo largo del R�o Coco en el municipio de Wasp�n, en los litorales costeros de ambas regiones y en los llanos del municipio de Puerto Cabezas. Los Miskitos son una poblaci�n de gran movilidad intra-regional, pero con gran sentido de arraigo y pertenencia a sus comunidades originarias hacia las cuales retornan luego de largos per�odos de empleos temporales. Los Miskitos y Mayangnas comparten un mismo tronco cultural, cuyos rasgos principales se resumen a continuaci�n Cosmovisi�n: En la cosmovisi�n de los ind�genas Miskitos y Mayangnas, existe una fuerte vinculaci�n entre el hombre y la naturaleza, que se observa en la existencia de sitios o lugares sagrados en los seis territorios ind�genas de la reserva. Estos sitios de importancia cultural o "lugares sagrados" se ubican normalmente en los cerros, saltos de r�os y en los r�os o en lugares que en tiempos antiguos se han mantenido pr�cticas y rituales de su propia espiritualidad. Algunos ejemplos de estos lugares son: Asang subangni Wasni (ca�o de cerro agudo) - lengua Mayangna -, Kipih Asang (pe�as blancas) - lengua Mayangna -, Asang subangni (cerro picudo) - lengua Mayangna -; Yaluka dawak Aluda (lugar de hogar) - lengua Miskito. Estos sitios tienen un gran valor cultural para todos y se recomienda la consideraci�n de zonas especiales para su conservaci�n. Religi�n: Para los pueblos Mayangna y Miskito, la religi�n es un elemento muy importante y forma parte de su cultura espiritual, que va �ntimamente ligada con sus tradiciones mitol�gicas. En este caso la religi�n morava fue aceptada por ellos y asimilada como propia en su cultura en un proceso a partir de 1848, al ser introducida por primera vez por los misioneros alemanes e ingleses. Para ambos grupos, la iglesia morava juega un rol muy importante dentro de su cultura, porque es la que alimenta la vida espiritual de sus miembros y los gu�a para vivir en paz y armon�a familiar. Por ello, en cada comunidad ind�gena tanto Mayangna como Miskito siempre existe una iglesia morava, aunque en d�cadas pasadas se ha venido introduciendo otras formas de creencia religiosa, principalmente en las comunidades Miskitas. En la vida religiosa, ambos grupos celebran con grandes pompas la navidad y el a�o nuevo, con cantos especiales, dramatizaciones, bebidas, comidas, queques, panes, para que el a�o 25 venidero traiga comida en abundancia y mucha prosperidad. Por otro lado, tambi�n guardan mucho respeto los d�as de la semana santa y no acostumbran trabajar en el campo, ni mucho menos ir a cazar o salir a la monta�a, ni ba�arse en los r�os y ca�os, porque se cree que los due�os de la monta�a, ca�os y r�os andan sueltos y el Dios de arriba puede castigar a los que no cumplan con lo establecido por la religi�n, tampoco acostumbran comer carnes rojas, frijoles rojos, leche de vaca y otros durante los d�as santos. Todos estos mitos y creencias son parte de la vida espiritual y religiosa. Educaci�n: Las formas tradicionales de educaci�n a�n siguen vigentes, particularmente en las �reas productivas y de subsistencia. Desde muy peque�os, los ni�os adquieren los conocimientos y habilidades para subsistir; sus padres les inculcan estos conocimientos a trav�s de un proceso pr�ctico. Las mujeres ense�an a sus hijas lo pertinente a la vida dom�stica, incluyendo el cuidado de los menores, en un proceso similar; su educaci�n incluye conocimientos de agricultura y aprovechamiento de recursos. La transmisi�n de conocimientos tradicionales continua, particularmente en lo que respecta a las tradiciones culturales. La educaci�n formal es d�bil en toda la Reserva de Biosfera Bosaw�s, donde hay pocas escuelas y maestros. La calidad de los servicios educativos es baja debido a infraestructura deteriorada y mal equipamiento; la instrucci�n, que con frecuencia est� a cargo de maestros no- ind�genas, tambi�n incide en esto. Pocas personas adquieren una educaci�n primaria completa, aunque esto est� cambiando, particularmente entre las mujeres. Los programas oficiales vigentes pr�cticamente no toman en consideraci�n las particularidades culturales de los distintos grupos de la zona, y la ense�anza en espa�ol es obligatoria. La desventaja ling��stica de los ind�genas contribuye a que tengan altos �ndices de reprobaci�n y deserci�n escolar. La inserci�n temprana de los j�venes a la vida productiva es otro factor que afecta en este sentido. Organizaci�n: En el �rea de la Reserva de Biosfera Bosaw�s viven 6,500 Mayangnas y 14,000 Miskitos, los cuales conservaron sus formas internas de organizaci�n, adem�s de haber desarrollado organizaciones representativas y reivindicativas de sus derechos Actualmente est�n organizados en seis territorios ind�genas, cada uno de los cuales tiene su propia organizaci�n, y cuyas caracter�sticas se resumen en el siguiente cuadro: Cuadro 4. Territorios Ind�genas en la Reserva de Biosfera Bosaw�s. Grupo de Comunidades Etnias que la Extensi�n Ubicaci�n Municipal Ind�genas Habitan (Km2) Miskito Indian Tasbaika Kum Miskito 681.5 Wiwil� (Jinotega), El Cu� y San Jos� de Bocay Kipla SaitTasbaika Miskito y 1,133.6 Waspam, El Cu� y San Jos� de Mayanana Bocay Li Lamni Tasbaika Kum Miskito y 1,385.5 Waspam Mayangna Mayangna Sauni As Mayangna 1,633.6 Bonanza, Waspam, El Cu� y San Jos� de Bocay Mayangna Sauni Bu Mayangna 1,026.5 Wiwil� (Jinotega), El Cu� y San Jos� de Bocay Mayangna Sauni Bas Mayangna 431.9 El Cu�, San Jos� de Bocay, Siuna y Bonanza Adem�s de estas organizaciones territoriales, los ind�genas nicaraguenses tienen las siguientes organizaciones representativas: 26 Cuadro 5. Organizaciones Ind�genas en Nicaragua. Organizaci�n Caracter�sticas Movimiento Ind�gena de Nicaragua MIN Su base principal han sido los pueblos ind�genas de regi�n del Pac�fico yCentro Norte, pero tiene seccionales en las Regiones Aut�nomas del Atl�ntico Norte y Sur (MIRAAN y MIRAAS). YATAMA (Yapti tasba masraka nanih asla Organizaci�n ind�gena y partido pol�tico. takanka =Organizaci�n de los Hijos de la Madre Tierra, Nicaragua) Sumu Kalpapakni Wahaini Lani (SUKAWALA) Organizaci�n sumu-mayangna Asociaci�n de Mujeres Ind�genas de la Costa Atl�ntica Asociaci�n para el Desarrollo Social de los Pueblos Miskitus y Sumus de Jinotega (ADEPSOMISUJIN) ASLA (Unidad) Organizaci�n miskita Panah Panah Asociaci�n para el Desarrollo de la Costa Atl�ntica Movimiento Continental Ind�gena, Negro y Popular Los Mestizos o Ladinos: Los mestizos o ladinos son el grupo �tnico que habla espa�ol como idioma materno y llegaron en su mayor�a desde la regi�n del pacifico, Norte y Central de pa�s en los a�os 30 del siglo pasado, con la instalaci�n de empresas transnacionales tales como las compa��as mineras, bananeras y madereras. Se encuentran ubicados en la zona de amortiguamiento, aunque existe presencia en las zonas n�cleos, principalmente en la Reserva de Biosfera Bosaw�s, Cerro Cola Blanca, Cerro Kilamb� y el Parque Nacional Saslaya. La poblaci�n mestiza campesina ha ido en constante aumento desde la segunda mitad del siglo XX a causa de procesos migratorios provenientes de la regi�n central y norte-centro del pa�s. Las familias mestizas se encuentran asentadas en zonas rurales del Atl�ntico Norte en los municipios de Waslala, Siuna, Bonanza y Rosita. Viven en forma dispersa en sus fincas. Recursos que utilizan las poblaciones ind�genas La econom�a de la poblaci�n ind�gena del �rea del proyecto est� basada en los recursos naturales: el suelo, el agua y los bosques. Con absoluta certeza se puede concluir tal como se�ala la Evaluaci�n Social, que las comunidades ind�genas asentados en el �rea del proyecto, dependen en gran medida de los recursos naturales para su subsistencia. Las principales fuentes de ingreso fuera de la actividad productiva tradicional son: i) el servicio de la mano de obra a for�neos o entre ellos mismos, el lavado artesanal de oro en los r�os, la producci�n y venta de cayucos y pipantes (canoas) y en muy poca escala, el comercio de productos b�sicos para el hogar. Sistemas de producci�n y actividades productivas 27 Las principales actividades productivas de las comunidades ind�genas son en orden de prioridad: i) La siembra de granos b�sicos (arroz, frijoles, ma�z, yuca y pl�tanos) para autoconsumo, parte de los excedentes se venden a comerciantes individuales o en los m�s pr�ximos centros de mercado, ii) La siembra de cacao como cultivo agroindustrial y de alternativa econ�mica para las familias. El cultivo de cacao es introducido y la siembra no es generalizada es decir, no todas las familias ind�genas la siembra. Sin embargo, desde hace cinco a�os se est� fomentando la siembra de este cultivo como fuente alternativa de ingresos a las familias. La comercializaci�n del cacao es muy incipiente y se da fuera de las comunidades ind�genas. Esto significa que las comunidades producen y venden a intermediarios quienes llevan el producto final a las ciudades principales del pa�s. iii) La cacer�a y recolecci�n de frutas es otra de las actividades productivas. No obstante, es solamente para autoconsumo y no para la venta. Tampoco se da la pr�ctica de cacer�a deportiva en las comunidades. Un elemento importante de se�alar sobre los sistemas de producci�n de las comunidades es la utilizaci�n de las tierras de barbecho tambi�n conocidos como tierras de descanso o guamiles para prop�sitos de rotaci�n de cultivos. Es muy natural encontrar tierras de descanso hasta por 20 a�os y en diferentes sitios de su �rea o territorio de subsistencia. Esta pr�ctica es totalmente opuesta a la cultura productiva y de uso de la tierra de los campesinos no ind�genas. Por otro lado, las comunidades ind�genas definen muy bien los patrones de usos de los recursos naturales seg�n los prop�sitos as�: i) sitios para la caza, ii) sitios para la pesca, iii) sitios para la agricultura, iv) sitios para la extracci�n de madera y �rboles para la construcci�n de canoas, v) sitios para el lavado artesanal de oro en los r�os. Estas normas y tradiciones de uso de los recursos es lo que ha permitido que en el �rea del Corredor Biol�gico Mesoamericano exista el equilibrio entre la poblaci�n y los recursos naturales. Gobernabilidad en las Comunidades Ind�genas del �rea del Proyecto Coraz�n Las comunidades ind�genas del �rea del Proyecto Coraz�n constituyen la poblaci�n de los municipios y de los pa�ses en general y son sujetos afectados por la legislaci�n nacional. Esto significa que los ind�genas son ciudadanos igual que el resto de la poblaci�n de los pa�ses con derechos y deberes como ciudadanos. Sin embargo, es importante se�alar que los mismos Estados reconocen las diferencias culturales y valoran su diferencia dando cr�dito, respeto y aceptaci�n de sus formas propias de organizaci�n social y otras manifestaciones culturales. Como ciudadanos de los Estados y conforme a la legislaci�n nacional, los Pueblos Ind�genas se sujetan las normativas y leyes del Estado vinculado con los Municipios lo cual establece, el reconocimiento y sujeci�n a la autoridad del Alcalde como la autoridad superior del Municipio asimismo, a las formas de organizaci�n establecida por los municipios como son los Patronatos Comunales y la figura de los Alcaldes Auxiliares en las pueblos, aldeas y caser�os que forman parte de la divisi�n pol�tica de los municipios. Las formas propias de organizaci�n de las comunidades ind�genas tales como: i) las Federaciones, ii) los Consejos de Ancianos, iii) los Consejos Comunales etc, representan las 28 instancias de autoridad local es decir, con reconocimiento �nicamente a nivel la comunidad. El car�cter legal de estas organizaciones, solo se logra v�a la obtenci�n de lasPersoner�a Jur�dica a trav�s de la Secretaria de Gobernaci�n y Justicia. Las formas tradicionales de organizaci�n y toma de decisiones internas en las comunidades ind�genas son respetadas por los municipios. Sin embargo, las decisiones de orden superior que tienen que ver con la planificaci�n del desarrollo municipal, ejecuci�n de programas, proyectos y obras de infraestructuras relevantes se realizan con la participaci�n de las municipalidades. Es importante se�alar que hay casos en que las comunidades ind�genas funcionan de manera desarticulada de las municipalidades pero esta situaci�n solamente se da en las comunidades que se encuentran muy lejos de las cabeceras municipales � son estrictamente objeto de discriminaci�n de parte de las corporaciones municipales. Legalmente el proceso de desarrollo social y econ�mico de las comunidades ind�genas corresponde � est�n articulados con la visi�n de desarrollo municipal seg�n los Planes de Desarrollo Municipal desarrollados para este prop�sito y este es, el caso de las comunidades Ind�genas del �rea del Proyecto Coraz�n. En cuanto a las pol�ticas, normas y leyes vinculadas con el uso y manejo de los recursos naturales, el Estado a trav�s de sus instituciones competentes define e implementa las pol�ticas y las comunidades ind�genas reconocen esta autoridad. Sin embargo, la misma legislaci�n reconoce y valora las formas tradicionales de uso de los recursos naturales de los ind�genas, los cuales son totalmente compatibles con la conservaci�n. Respecto a esta situaci�n, los Pueblos Ind�genas nunca entran en conflictos con los Gobiernos. Relaci�n de los Ind�genas con otros grupos sociales mestizos o ladinos La relaci�n entre la poblaci�n ind�gena y mestiza o ladina en el �rea del Proyecto Coraz�n es muy delicada y hasta conflictiva. Se debe destacar que la principal raz�n del conflicto entre estos grupos poblacionales es la tenencia y ocupaci�n de la tierra. La paz y la armon�a que exist�a en las comunidades ind�genas hace 20 a�os atr�s se ha perdido debido a la constante inmigraci�n de nuevos colonos ladinos en los territorios ind�genas causando grandes conflictos por la tenencia de las tierras. Muchos de los conflictos se debe a que los nuevos colonos una vez que se posesionan en un �rea determinada, proh�ben a los ind�genas usar los recursos que tradicionalmente acced�an tales como: los �rboles para fabricar canoas, para madera, pesca, cacer�a e inclusive �reas para la siembra de sus cultivos tradicionales. Es urgente que el Gobierno, espec�ficamente en el caso de Honduras, avance en la definici�n de un marco o bien, desarrolle un programa de regularizaci�n de la tenencia de tierra especialmente en las tres �reas protegidas que comprende el Corredor Biol�gico Mesoamericano y �rea de influencia del Proyecto Coraz�n. Est� comprendido que el Proyecto Coraz�n no es un proyecto de titulaci�n de tierras. Sin embargo, es importante que este proyecto genere los insumos, herramientas y mecanismos necesarios para que el Gobierno Central a partir del cual, proceda a definir una pol�tica y un programa de regularizaci�n de la tenencia de las tierras en el �rea de esteproyecto. 29 Conflictos y mecanismos de resoluci�n en las comunidades ind�genas del �rea del proyecto En el �rea del Proyecto Coraz�n los Pueblos Ind�genas enfrentan problemas y conflictos tanto entre los mismos ind�genas y con la poblaci�n no ind�gena (colonos de la frontera agr�cola) principalmente por la ocupaci�n y tenencia de las tierras. Los conflictos en este sentido, alcanzan muchas veces niveles muy cr�ticos inclusive hasta de amenazas de muerte. Los mayores conflictos se dan principalmente en la Biosfera del R�o Pl�tano y en la Biosfera Tawahka Asagni en el lado hondure�o. Las poblaciones ind�genas afectados son: Garifunas, Tawahkas, Pech y Miskitos. En Nicaragua los conflictos son menos intensos dado que hay un proceso muy avanzado de titulaci�n de los territorios ind�genas lo cual evidentemente, crea un ambiente de mas optimismo y de relativa paz en las comunidades ind�genas. En Honduras no se ha generado una experiencia concreta de resoluci�n alternativa de conflictos entre los ind�genas y los no ind�genas. Sin embargo, el canal que regularmente se usa para denunciar los problemas y conflictos ocurridos en los territorios ind�genas es la Fiscal�a Especial de las Etnias del Ministerio Publico. Como una experiencia en marcha para la resoluci�n de conflictos en el caso de Honduras, es la creaci�n de las Mesas Regionales de Resoluci�n de Conflictos en las comunidades de Garifunas y Miskitas establecidos en el marco de la implementaci�n del Proyecto Administraci�n de Tierras Honduras, PATH. Como esta experiencia aun esta en proceso y no ha consolidado mecanismos concretos de resoluci�n de conflictos, no se puede tomar como referencia. Sin embargo, el proceso de organizaci�n y la integraci�n de los actores de la Mesa es muy valido por rescatar y quiz�s de replicar. Es la opini�n generalizada tanto de los ind�genas como de los no ind�genas, incluyendo las autoridades nacionales: alcaldes municipales y funcionarios de las Instituciones Estatales, que un proceso sistem�tico y ordenado de regularizaci�n de la tenencia de tierras en el �rea del Proyecto Coraz�n, sea la mejor opci�n para superar los conflictos entre la poblaci�n asentada en esta �rea. En esto cabe mencionar que los conflictos no solo se da entre ind�genas y no ind�genas sino, tambi�n se dan entre los mismos ind�genas y entre los mismos ladinos � no ind�genas. El aislamiento geogr�fico y la falta de presencia de las instituciones gubernamentales en el �rea que ocupan las �reas protegidas que en el futuro constituir�n la reserva de biosfera transfronteriza han contribuido a que subsistan mecanismos tradicionales locales para la resoluci�n de conflictos al interior de las comunidades y pueblos ind�genas. Estas comunidades y pueblos tienen como una de las principales estructuras de gobierno a los consejos de ancianos y a los s�ndicos y jueces (whita). Los jueces (whita) son principalmente los encargados de dirimir en casos de querellas intrafamiliares, entre vecinos y lo que concierne a la distribuci�n de las tierras de cultivo entre las familias que habitan los territorios ind�genas; es preciso recordar que una pr�ctica de cultivo predominante es la agricultura migratoria, caracterizada porque cuando la tierra pierde su fertilidad, se busca una nueva parcela para rozarla y quemarla y luego sembrar granos para consumo familiar. En el caso de Nicaragua, existe la figura del facilitador o promotor de justicia, que es un funcionario de la Corte Suprema de Justicia itinerante encargado de intermediar en aquellos 30 conflictos locales, resolverlos de manera expedita y evitar que lleguen a los tribunales. Uno de los conflictos que usualmente atienden es la invasi�n de tierras por parte de colonos llegados de otras partes del pa�s. Sin embargo, para la poblaci�n ladina o mestiza, la tendencia es hacia acudir a autoridades como el consejo municipal y los juzgados de paz en caso de conflictos. Tanto para pueblos ind�genas como no ind�genas, en ambos pa�ses se cuenta con la presencia de ONGs de larga trayectoria en cuanto a promoci�n del marco legal, la gobernabilidad local y el acceso a la justicia. En Nicaragua, se tiene la presencia de CEDAPRODE y en Honduras, de Mopawi y de las federaciones ind�genas. _~ -- HONDURAS ' -- ~ .. _.. ~ F ~ -- '- x", -_! _ * e- - . M . - _* _ _~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ o* "a* - E >1 . ~~~~~~~~~~~~~~~~AT ESI.AK '- ' _. . - = ,AL&. - - : . _ - s. Figura 3: Mapa de v�as de acceso en Nicaragua La figura 4 presenta las poblaciones ubicadas en ambos pa�ses. 31 POR N�UMERO �s �G> �5! -flflG tOL' " "'O.SCOg .>/ ' .amoaN'nt'ta / 'i Ma Pf I.cIyaCIU ~CB I PCVMIAAPAA O ... cse.oone <CA - - *^~ mirunr=ameIn1vemM'umafi LAk" = -l4|Rl4lAW' -K ,......qdU.t4v >I N ~ n v JSFAM Lo1 e-?-<-s/ . ~ ~ ~ * an.njaIK,'.h.., maPs por nmr c 4 : *nes .u .> a>-- a Figura ~ 4. Polaioes porzn�er de haitnts 31 _ J *,~~~~~3, " . 32 a. POBLACION BENEFICIARIA Se identifican beneficiarios directos, clave e indirectos dentro de los cuales se encuentran actores institucionales y organizacionales y pobladores, cualquiera sea su origen �tnico. Beneficiarios Directos. Entre �stos tenemos las instituciones gubernamentales de ambos pa�ses encargadas de la protecci�n y conservaci�n del medio ambiente, cuyas capacidades institucionales ser�n fortalecidas. Su fortalecimiento no s�lo ser� con una mejor�a substancial de sus recursos humanos, materiales y financieros sino que tambi�n se trabajar� en afinar los marcos legales existentes para dotarles de mayores instrumentos jur�dicos en la ejecuci�n de su trabajo. De la sociedad civil, se beneficiar�an ONGs que trabajen en el �rea del medio ambiente, teniendo mayores posibilidades las que residen y se ocupan de las �reas donde se ejecutar� Corazones Proyecto Reserva de Biosfera Transfronteriza "Coraz�n del CBM". Asimismo, se beneficiar�n las organizaciones ind�genas de variados pueblos ind�genas ubicadas en el �rea y que representen los intereses de las comunidades all� residiendo. Lo mismo que otras organizaciones de base comunitaria como los Patronatos que pudieran representar poblaciones ind�genas, no ind�genas o ambas simult�neamente. Beneficiarios Claves. Ser�n principalmente las poblaciones ind�genas y no ind�genas residiendo en las �reas protegidas que comprender� la RBTC, tanto en las zonas n�cleo como de amortiguamiento. Se espera que se beneficiar�n de las acciones conjuntas a realizar bi- nacionalmente principalmente en lo que concierne a tierras y fortalecimiento en el manejo de de recursos naturales. Beneficiarios Indirectos. El beneficio m�s importante de proyectos GEF de una envergadura como �ste es su impacto positivo no solamente para la sociedad civil de los pa�ses involucrados sino que tienen un resultado potencialmente positivo a la regi�n y humanidad al ser consideradas algunas de estas �reas protegidas Patrimonio de la Humanidad, no s�lo desde el punto de vista biol�gico sino que tambi�n cultural. MARCO LEGAL BINACIONAL Las siguientes secciones sobre el marco legal binacional y marcos legales nacionales consideren los aspectos legales mas importantes referentes a cuestiones de tierra, cuestiones ind�genas, y �reas protegidas. Para una exploraci�n mas detallada de los aspectos jur�dicos del proyecto, ver tambi�n el estudio de EPYPSA preparado para este proyecto: "Informe Final sobre la Situaci�n Jur�dica e Institucional y propuesta legal para la creaci�n de la Reserva Biol�gica Coraz�n". Las Reservas de Biosfera son zonas de ecosistemas terrestres o costeros/marinos, o una combinaci�n de los mismos, reconocidas en el plano internacional como tales en el marco del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB) de la UNESCO5. De acuerdo con la UNESCO, cada reserva de biosfera est� dise�ada para cumplir con tres funciones complementarias: * Su funci�n de conservaci�n es proteger aquellos recursos gen�ticos, especies, ecosistemas y paisajes que requieren protecci�n. UNESCO. 2003. Five Transboundary BiosphereReserves in Europe. Biosphere Reserves TechnicalNotes. UNESCO, Paris. 33 * Su funci�n de desarrollo es promover el desarrollo econ�mico y humano sostenible compatible con la primera funci�n. * Su funci�n de soporte log�stico es facilitar proyectos demostrativos, educaci�n ambiental y capacitaci�n, investigaci�n y monitoreo en apoyo a las primeras dos funciones. Las reservas de biosfera son organizadas de acuerdo a un sistema de zonificaci�n que incluye zonas n�cleo estrictamente protegidas, t�picamente rodeadas por zonas tamp�n o de amortiguamiento con �nfasis en conservaci�n, pero donde la gente tambi�n puede vivir y trabajar, establecidas junto a grandes zonas de transici�n o zonas de cooperaci�n, las cuales promueven el desarrollo sostenible. Este sistema acomoda diferentes formas de uso de la tierra, incluyendo ecosistemas transfronterizos. Para la creaci�n de la Reserva de Biosfera Transfronteriza "Coraz�n del CBM" hay que tomar en consideraci�n algunos aspectos que requieren decisiones al interno de cada pa�s, pero que involucran tambi�n a la UNESCO. S�lo una parte de la futura Reserva est� categorizada como Patrimonio Mundial, y queda la duda respecto a las dem�s �reas incluidas, tanto en Honduras como en Nicaragua, que no ostentan actualmente este t�tulo. Aunque la decisi�n l�gica pareciera f�cil (que la UNESCO ampl�e la superficie bajo patrimonio mundial), la realidad es que deben atenderse una serie de situaciones y los propios criterios que al respecto maneja el organismo de la ONU. MARCO LEGAL DE HONDURAS Ordenamiento internacional Honduras ha aprobado varios tratados o convenciones que tienen su aplicaci�n en materia de pueblos ind�genas, �reas protegidas, ambiente o biodiversidad en forma general. Es particularmente importante el conjunto que forman el Convenio sobre la Diversidad Biol�gica y el Convenio para la Conservaci�n de la Diversidad y Protecci�n de �reas Silvestres Prioritarias en Am�rica Central, ambos aprobados el a�o 1995. Los compromisos que en el �mbito de estos convenios adquiere el pa�s, de conformar un sistema nacional de �reas protegidas, lo relativo a respetar, conservar y mantener los conocimientos, las innovaciones y las pr�cticas de las comunidades ind�genas y locales que entra�an estilos tradicionales de vida, as� como fomentar y desarrollar m�todos de cooperaci�n para el desarrollo y utilizaci�n de tecnolog�as (incluidas las aut�ctonas y tradicionales) para conservar la biodiversidad, son s�lo algunos que se relacionan con el tema de estudio. Asimismo, el 20 de marzo de 1995, el Gobierno de Honduras ratific� el Convenio 169 sobre pueblos ind�genas y tribales en pa�ses independientes, adoptado por la Conferencia General de la Organizaci�n Internacional del Trabajo en junio de 1989, que trata en los art�culos 15, 16, 17, 18 y 19 lo relativo al tema de la tierra. Establece los derechos de los pueblos a participar en la utilizaci�n, administraci�n y conservaci�n de los recursos naturales. El mismo convenio en su art�culo 6.1 declara que los Gobiernos deber�n consultar a los pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y en particular a trav�s de sus instituciones representativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles directamente, y tambi�n indica en el art�culo 6.1.c que se deber�n establecer los medios para el pleno desarrollo de las instituciones e iniciativas de esos pueblos, y en los casos apropiados proporcionar los recursos necesarios para tal fin. 34 En el Convenio 169 de la Organizaci�n Internacional del Trabajo sobre Pueblos Ind�genas y Tribales en Pa�ses Independientes, se deriva el reconocimiento de los derechos que las comunidades ind�genas y afro descendientes en la futura Reserva Coraz�n tienen respecto a las tierras que ocupan y a los recursos naturales que en ellas se asientan. La obligaci�n de consultar a estas comunidades para cualquier decisi�n que les afecte y de fomentar la participaci�n en las acciones y en los beneficios de proyectos en sus zonas de vida, son factores, entre otros, que hacen del Convenio 169 un instrumento ineludible en la concepci�n y desarrollo de dicha Reserva. En la actualidad, el Convenio 169 es el �nico instrumento internacional que desarrolla de manera integral un enfoque y una estrategia de tratamiento y atenci�n a los derechos de los pueblos ind�genas. Tambi�n se vincula la Convenci�n sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestre, CITES (1979), ante el reconocido problema de la ilegalidad que se da en el trasiego de productos forestales y especies de fauna provenientes de la zona de estudio, muchas de las cuales (caoba, guacamaya, venado cola blanca y otros) est�n en la listadas en los Ap�ndices de CITES. El Convenio para la Protecci�n del Patrimonio Cultural y Natural, aprobado en 1978, sirve de escenario para identificar y conservar el patrimonio nacional relacionado con la cooperaci�n y la asistencia que estos temas pueden recibir del sistema internacional. Claramente se ubican valores del patrimonio cultural en la misma Reserva de la Biosfera R�o Pl�tano y la Reserva Tawahka-Asangni, as� como las dem�s �reas como patrimonio natural. Finalmente, se debe invocar el Convenio Centroamericano de Bosques, aprobado en 1992, como el marco para el manejo y la conservaci�n de los ecosistemas naturales y el desarrollo de plantaciones forestales en la regi�n centroamericana. Adem�s del compromiso de consolidar el Sistema Nacional de �reas Protegidas que surge de este convenio, se puede mencionar otros que se relacionan directamente con el tema de estudio, en especial los de fomentar la participaci�n de todos los interesados en la planificaci�n y evaluaci�n de pol�ticas nacionales o regionales relacionadas con los bosques y el reconocimiento y apoyo de la diversidad biol�gica, con pleno respeto a los derechos, obligaciones y necesidades de las poblaciones ind�genas, de sus comunidades y otros habitantes de las zonas boscosas. Introducci�n al Marco Nacional Existe una amplia variedad de instituciones que administran diferentes aspectos de la tierra sean �stas �reas protegidas, terrenos ind�genas, sector reformado, �reas urbanas o rurales. No obstante, la libre interpretaci�n de las funciones y competencias de las instituciones ha llevado a que tenga lugar una sobreposici�n institucional que contribuye al desorden. El cuadro siguiente incluye una lista de la legislaci�n que aplica en estos temas y las instituciones encargadas de su aplicaci�n. Cuadro 6. Principales leyes relacionadas con el ambiente en Honduras. Instituci�n Leyes (reglamentos y reformas) Secretar�a de Gobernaci�n y Ley General de la Administraci�n P�blica. Justicia Ley de Catastro Nacional. Ley de Municipalidades. Secretar�a de Recursos Naturales Ley General del Ambiente ysu reglamento. 35 Instituci�n Leyes (reglamentos y reformas) y Ambiente Ley General de Miner�a. Ley de Hidrocarburos. Secretar�a de Agricultura y Ley para la Modernizaci�n Agr�cola, sus reformas y Ganader�a reglamentos. Ley del Fondo de Tierras. Secretar�a de Turismo Ley de creaci�n de Secretar�a de Turismo y el IHT. Ley para la Declaratoria de Zonas de Turismo. Ley de Zonas Libres Tur�sticas (ZOLT). Ley para la Adquisici�n de Bienes Urbanos en �reas que delimita el Art�culo 107 Constitucional. Municipalidades Ley de Municipalidades. Ley Forestal. Leyes de creaci�n de �reas protegidas. Instituto Nacional Agrario Ley de Reforma Agraria. Ley de creaci�n del INA. Ley de Expropiaci�n Forzosa. COHDEFOR Ley Forestal. Ley de creaci�n de COHDEFOR. Ley para la Modernizaci�n Agr�cola. Leyes de creaci�n de �reas protegidas. Instituto Hondure�o de Ley Org�nica del IHAH. Antropolog�a e Historia Ley para la Protecci�n del Patrimonio Cultural de la Naci�n. Registro de la Propiedad Ley del Registro de la Propiedad. C�digo Civil. Decreto Ley n�mero 38 de 1973. Decreto 27-90. Ley de la Carrera Judicial. Adem�s del marco general, en el ordenamiento jur�dico hondure�o se aplican leyes que amparan materias o sectores especiales, tales como los pueblos ind�genas, las �reas protegidas, la mujer como sujeto de derechos de igualdad ante la ley, turismo y patrimonio nacional y prevenci�n de emergencias. Los apartados siguientes contienen un desglose de estos estatutos. Aspectos Tierras y Pueblos Ind�genas La titulaci�n de tierras ind�genas, y la tenencia de la tierra en general, es un tema cr�tico en todo Nicaragua y Honduras, y espec�ficamente en el �rea de la propuesta RBTC. Citando el documento Opciones de Titulaci�n de Tierras en Zonas Ind�genas, de Roque Rold�n y Mario Vallejo, se establece que en un esfuerzo para identificar los que podr�an ser derechos e intereses propios de las comunidades ind�genas, cabr�a mencionar tres �mbitos de derechos e intereses: a) Patrimonio hist�rico y cultural, compuesto por todos los elementos de su pasado y de su presente, que les permite acreditarse como unidades sociales y �tnicas con identidad propia en el conjunto de las agrupaciones ind�genas y dem�s sectores sociales del pa�s; b) Patrimonio social y jur�dico, o sea el modelo organizativo y el acervo de normas y de tradiciones internas, con sujeci�n a los cuales cada sociedad ind�gena ajusta su funcionamiento social como grupo y maneja sus relaciones con la sociedad nacional de la que forma parte; y c) Patrimonio f�sico, compuesto por el conjunto de sus bienes materiales, por el territorio o espacio 36 f�sico donde el grupo habita y donde cumple sus actividades productivas y culturales de todo tipo. Como es usual, en Honduras prevalecen tres tipos de tenencia de la tierra: nacional (tierras que pertenecen al Estado o a sus instituciones), ejidal (que pertenecen a los gobiernos locales) y privada (de los particulares). Diversas combinaciones se pueden dar con base a las tres anteriores. Vale se�alar que uno de los problemas m�s graves que enfrentan los pueblos ind�genas en Honduras es la inseguridad jur�dica en la tenencia de la tierra y las m�ltiples situaciones que se presentan (tierras no escrituradas, tierras con uno o m�s escrituras, arreglos irregulares como ventas con documentos privados o sin documentos). En el �rea donde se propone crear la Reserva de Biosfera Transfronteriza "Coraz�n del CBM", la situaci�n no es diferente, adem�s aqu� existen comunidades de tres pueblos ind�genas y uno de afrodescendientes, que tienen derecho a la tierras que ocupan, aunque en la pr�ctica los problemas sobre la tenencia de la tierra se repiten en estas �reas. En el pa�s est� en pleno desarrollo un Programa Nacional de Titulaci�n que cuenta con instrumentos valiosos para su implementaci�n, tales como la Ley de Propiedad y el Programa de Administraci�n de Tierras (PATH), que son de alta prioridad nacional. Sin embargo, s�lo una peque�a parte del �rea de la propuesta Reserva Coraz�n se considera de m�ximo inter�s para las pol�ticas de implementaci�n dentro del PATH. Cabe se�alar que de acuerdo a la legislaci�n vigente, las tierras de vocaci�n forestal no son objeto de titulaci�n y por consiguiente, tampoco lo son las tierras donde se ubican las �reas protegidas. No obstante, hay leyes que contradicen estas disposiciones, en especial la Ley de Protecci�n a la Caficultura, la cual abre espacios para que se titulen tierras nacionales o ejidales si est�n cultivadas de caf�. O la misma Ley de Propiedad, que parece no hacer distinci�n entre los usos naturales de la tierra que se pretenda titular en dominio pleno. La Constituci�n de la Rep�blica de Honduras decretada el 11 de enero de 1982, en el art�culo 346 establece lo siguiente: "Es deber del Estado dictar medidas de protecci�n de los derechos e intereses de las comunidades ind�genas existentes en el pa�s, especialmente en las tierras y bosques donde estuvieren asentadas". Adem�s, el Art�culo 173 se�ala que "El Estado preservar� y estimular� las culturas nativas, as� como las genuinas expresiones del folklore nacional, el arte popular y las artesan�as". La Ley de Propiedad, en su cap�tulo 1II Del proceso de Regularizaci�n de la propiedad inmueble para Pueblos Ind�genas y Afro hondure�os, indica en su art�culo 93 que "El Estado, por la importancia especial que para las culturas y valores espirituales reviste su relaci�n con las tierras, reconoce el derecho que los pueblos ind�genas y afro hondure�os tienen sobre las tierras que tradicionalmente poseen y que la ley no proh�be". Los art�culos siguientes de este cap�tulo son de importancia para el proyecto. * Art�culo 94.- Los derechos de propiedad sobre las tierras de estos pueblos se titular�n a su favor en forma colectiva. Los miembros de las comunidades o conjunto de comunidades tienen derecho de tenencia y usufructo de acuerdo a las formas tradicionales de tenencia de la propiedad comunal. * Art�culo 95.- En caso de que el Estado pretenda la explotaci�n de recursos naturales en los territorios de estos pueblos deber� informarles y consultarles sobre los beneficios y perjuicios que puedan sobrevenir previ� a autorizar cualquier prospecci�n o explotaci�n. 37 En caso de que autorice cualquier tipo de explotaci�n, los pueblos deben de percibir una indemnizaci�n equitativa por cualquier da�o que sufrieran como resultado de esas actividades. * Art�culo 96.- Los derechos de propiedad y tenencia de estos pueblos prevalecer�n sobre t�tulos emitidos a favor de terceros que nunca las han pose�do. * Art�culo 97.- El tercero que tenga t�tulo de propiedad en tierras de estos pueblos y que ha tenido y pose�do la tierra amparada por ese t�tulo, tiene derecho de continuar posey�ndola y explot�ndola. * Art�culo 98.- El tercero que ha recibido t�tulo de propiedad en tierras comunales de estos pueblos, que por sus caracter�sticas pudiera ser anulable, previo a la devoluci�n de las tierras a las comunidades afectadas ser� indemnizado en sus mejoras. * Art�culo 99.- Los terceros en tierras de estos pueblos sin t�tulo alguno podr�n negociar su permanencia con la comunidad pagando el canon de arrendamiento que acuerden. * Art�culo 100.- Se declara y reconoce que el r�gimen comunal de las tierras que tradicionalmente poseen estos pueblos conlleva la inalienabilidad, inembargabilidad e imprescriptibilidad de la misma. No obstante, las mismas comunidades podr�n poner fin a este r�gimen comunal, autorizar arrendamientos a favor de terceros o autorizar contratos de otra naturaleza que permitan la participaci�n de la comunidad en inversiones que contribuyan a su desarrollo. * Art�culo 101.- El manejo de �reas protegidas que se encuentren dentro de tierras de estos pueblos ser� hecho en forma conjunta con el Estado, respetando la normativa de ordenamiento territorial que defina afectaciones de uso y titularidad por razones de inter�s general. * Art�culo 102.- Ninguna autoridad podr� expedir o registrar t�tulos a favor de terceros en tierras comunales. Las municipalidades que irrespeten los derechos de propiedad comunal ubicados dentro de su jurisdicci�n incurren en responsabilidad administrativa, civil o criminal, sin perjuicio de la nulidad de sus actos. Todo conflicto que se suscite entre estos pueblos y terceros respecto a tierras comunales se someter� al procedimiento especial creado en esta ley. * Art�culo 125.- En las zonas no catastradas el Instituto Nacional Agrario (INA) ser� el encargado de ejecutar los procesos de regularizaci�n a favor de los pueblos ind�genas y afrohondure�os. La expropiaci�n podr� realizarse cuando se presente cualquiera de las circunstancias se�aladas en el Art�culo 77 de la presente ley. Tambi�n titular� las tierras nacionales o ejidales rurales de vocaci�n agroforestal a favor de los grupos o asentamientos campesinos que las hayan tenido por lo menos durante los tres a�os anteriores al momento de la entrada en vigencia de la presente ley. Sin embargo, todav�a la ley no fue reglamentada. Por su parte, la Ley General del Ambiente en su art�culo 29 se�ala que "Corresponden a las municipalidades en aplicaci�n de esta Ley, de la Ley de Municipalidades y de las leyes sectoriales respectivas, las atribuciones siguientes: La preservaci�n de los valores hist�ricos, 38 culturales y art�sticos en el t�rmino municipal, as� como de los monumentos hist�ricos y lugares t�picos de especial belleza esc�nica y su participaci�n en el manejo de las �reas naturales protegidas, y el patrimonio antropol�gico, arqueol�gico, hist�rico, art�stico,cultural y �tnico, as� como su entorno natural, est�n bajo la protecci�n del Estado. Adem�s, de acuerdo al art�culo 71, "las comunidades �tnicas aut�ctonas tendr�n especial apoyo estatal en relaci�n con sus sistemas tradicionales de uso integral de los recursos naturales renovables, los cuales deber�n ser estudiados a fin de establecer su viabilidad como modelo de desarrollo sostenible. El desarrollo futuro de estos grupos deber� incorporar las normas y criterios de desarrollo sostenible ya existente". En cuanto titulaci�n de tierra en comunidades ind�genas, la Ley de Modernizaci�n del Sector Agr�cola, en el art�culo 92 indica que "Las comunidades �tnicas que acrediten la ocupaci�n de las tierras donde est�n asentadas, por el t�rmino no menor de tres a�os indicado en el Art�culo 15 reformado de esta Ley, recibir�n los t�tulos de propiedad en dominio pleno completamente gratis, extendidos por el Instituto Nacional Agrario en el plazo estipulado en el Art�culo 15 referido". Aspectos �reas Protegidas y Recursos Naturales En 1993 que se crea el SINAPH en la Ley General del Ambiente mediante decreto legislativo 104-93, art�culo 36). Con el objetivo de garantizar un entorno equilibrado naturalmente, haciendo imperativo que estas �reas naturales se conserven por los beneficios potenciales que las mismas pueden otorgar a trav�s de industrias no tradicionales, como el turismo, la fijaci�n de carbono etc. Con la vigencia de la Ley General del Ambiente se le otorga, seg�n art�culo 29 inciso 8, a las municipalidades la atribuci�n de creaci�n y mantenimiento de parques urbanos y �reas sujetas a conservaci�n, lo que contribuye indudablemente al mantenimiento del equilibrio ecol�gico. Asimismo, la Ley General del Ambiente determina que el SINAPH requiere de una organizaci�n administrativa y t�cnica que responda en forma coherente, arm�nica e integral a la situaci�n actual del manejo y administraci�n de las �reas silvestres protegidas y sus componentes; por lo tanto, se emite el Reglamento del SINAPH mediante Acuerdo Presidencial 921-97 en septiembre de 1999. Entre las funciones del SINAPH se encuentran las siguientes: * Promover el manejo sostenible y conservaci�n de las �reas protegidas. * Normar, coordinar y promover acciones de desarrollo rural sostenible en las zonas de amortiguamiento de las �reas protegidas. * Promover la incorporaci�n de instituciones y organismos privados en la gesti�n de administraci�n y manejo sostenible de las �reas protegidas del pa�s. * Reconocer y apoyar programas de protecci�n del patrimonio natural y cultural ya existentes. En la actualidad el documento en discusi�n en el Congreso Nacional que contiene la Pol�tica Forestal de las �reas Protegidas y de la Vida Silvestre, establece como principio de pol�tica la conservaci�n de la propiedad forestal nacional y el reconocimiento de los derechos y respeto a los propietarios de bosques y la regularizaci�n de los usuarios y ocupantes de �reas forestales nacionales y de los grupos �tnicos, determinando sus obligaciones y derechos relacionados con el manejo sostenible de los recursos forestales, de las �reas protegidas y de la vida silvestre. 39 Tambi�n establece como l�nea de pol�tica la incorporaci�n de la poblaci�n en el manejo de los recursos forestales, de las �reas protegidas y de la vida silvestre y en la obtenci�n de beneficios. La estrategia es incorporar y capacitar a la poblaci�n en la definici�n y ejecuci�n de actividades que promuevan el manejo forestal sostenible, mediante instrumentos de efectiva participaci�n y distribuci�n de los beneficios econ�micos, sociales y ambientales. De los suelos forestales, especialmente los de naturaleza jur�dica nacional se ocupa las diversas leyes forestales y hay tambi�n referencias en el ordenamiento municipal para las �reas ejidales de vocaci�n forestal. En el �mbito de las municipalidades se dirimen tambi�n los aspectos que se relacionan con los suelos urbanos. De inter�s general para las �reas protegidas y en particular para la zona de estudio es el Decreto 90-90, que reitera la prohibici�n constitucional de adquisici�n de tierras en zonas fronterizas por extranjeros, salvo para proyectos con demostrada finalidad de turismo. Por su parte el Decreto Legislativo 157-99, que crea la Reserva de Biosfera Tawahka Asangni y el Parque Nacional Patuca, contempla en el art�culo 7 que "Las tierras delimitadas en esta ley, que sean propiedad del Estado de Honduras o espec�ficamente de la Administraci�n Forestal del Estado (AFE), se declaran y constituyen patrimonio inalienable, imprescriptible, irreductible y no gravable de la Reserva de Biosfera Tawahka-Asangni y del Parque Nacional Patuca, quedando solamente excluidos del patrimonio estatal, los t�tulos otorgados a favor de la Federaci�n Ind�gena Tawahka de Honduras (FITH), y los otorgados a otros adjudicatarios antes del 19 de agosto de 1997. No se reconocer� ning�n t�tulo otorgado a dichos adjudicatarios que no est�n inscritos en el Registro de la Propiedad antes de esta fecha, salvos los otorgados a la Federaci�n Ind�gena Tawahka de Honduras (FITH) y la Administraci�n Forestal del Estado (AFE)". Sobre este mismo t�pico, el Decreto 170-97, en el art�culo 4 se�ala que "Los propietarios de terrenos y ocupantes de buena fe ubicados dentro de los l�mites de la Zona N�cleo y aquellos que estando ubicados en la Zona de Reserva Ind�gena que no pertenezcan a grupo �tnico, ser�n indemnizados de acuerdo a las modalidades y disposiciones que para estos casos determinen la Legislaci�n Hondure�a. En la zona de Amortiguamiento no se limitar� el tipo de propiedad sino solamente se restringir� su uso y los propietarios, usuarios y dem�s, podr�n realizar cualquier transacci�n siempre y cuando no se contravenga lo dispuesto en el Plan de Manejo y los Reglamentos". Otro aspecto de inter�s es el acta de validaci�n del Perfil de los Pueblos Ind�genas y Negros de Honduras, firmado por la Secretar�a de Estado en el Despacho de Gobernaci�n y Justicia y las organizaciones de los pueblos ind�genas. Este perfil contiene el an�lisis de la problem�tica social y econ�mica de los pueblos ind�genas y negros de Honduras. En Honduras, este Proyecto es una oportunidad para los pueblos ind�genas para analizar el marco legal existente, y desarrollar instrumentos para que las instituciones con competencia en el ordenamiento y titulaci�n de las tierras puedan implementar programas de titulaci�n en beneficio de las comunidades ind�genas. MARCO LEGAL DE NICARAGUA Ordenamiento internacional 40 Pese a que Nicaragua no ha preparado una agenda 21, ha firmado 35 convenciones internacionales relacionadas con el manejo de recursos naturales, calidad del aire, biodiversidad, bosques y pesca en mar abierto. Entre las mismas se encuentran las siguientes: Convenci�n para la Diversidad Biol�gica, Convenci�n de las Naciones Unidas en Legislaci�n Marina, Protocolo del Derrame de Combustible, Convenci�n para la Protecci�n de la Naturaleza y Preservaci�n de la Vida Silvestre en el Hemisferio Oeste, Convenci�n Interamericana para la Protecci�n y Conservaci�n de la Tortuga Marina, Convenci�n para el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres, Convenci�n de Basilea para el Control del Trasiego y Disposici�n de Desechos T�xicos, Convenci�n de Cartagena. Existe una pluralidad de instituciones con competencia sobre temas relevantes al Proyecto Coraz�n, y una multitud de leyes y normas vigentes sobre eses mismos temas. La Ley 290 o Ley de Organizaci�n, Competencia y Procedimientos del Poder Ejecutivo. (Ley 290, 3 junio 1998) y el Reglamento de la Ley 290 (Decreto 71-98, 30 octubre 1998) regula la estructura org�nica y funciones de los ministerios y agencias del Poder Ejecutivo y sus relaciones entre s�. Introducci�n al Marco Nacional El derecho fundamental a habitar en un ambiente sano, que establece la Carta Magna, se desarrolla en la Ley 217, Ley General del Medio Ambiente y los Recursos Naturales, la cual establece que MARENA, es el ente regulador y normador de la pol�tica ambiental del pa�s, y ser� el responsable del cumplimiento de la ley a trav�s del seguimiento a la ejecuci�n de las disposiciones establecidas en esta. El cuadro siguiente incluye una lista de la legislaci�n que aplica en estos temas y las instituciones encargadas de su aplicaci�n. Cuadro 7. Principales leyes relacionadas con el ambiente en Nicaragua. Instituci�n Leyes y reglamentos Ministerio del Ambiente y los Ley General del Medio Ambiente y los Recursos Naturales. Recursos Naturales. Reglamento de �reas Protegidas. Ministerio de Fomento Industria y Ley Especial sobre Exploraci�n y Explotaci�n de Minas. Comercio. Instituto Nacional Forestal. Ley de Conservaci�n, Fomento y Desarrollo Sostenible del Sector Forestal. CONADETTI Ley No. 445, Ley del R�gimen de Propiedad Comunal de los Pueblos Ind�genas y Comunidades �tnicas de las Regiones Aut�nomas de la Costa Atl�ntica de Nicaragua y de los R�os Bocay, Coco, Indio y Ma�z RAAN y RAAS Ley 28, Estatuto de la Autonom�a de las Regiones de la Costa Atl�ntica de Nicaragua Varias Ley sobre Propiedad Reformada Urbana y Agraria Ministerio del Ambiente y los Decreto Ejecutivo 44-91 Declaraci�n de la Reserva de Recursos Naturales. Recursos Naturales Bosaw�s Municipalidades Ley de Municipalidades. Aspectos Tierras y Pueblos Ind�genas 41 Las tierras ind�genas est�n garantizadas por legislaci�n del pa�s, incluyendo la Constituci�n y convenios internacionales, particularmente el Convenio 169 de la Organizaci�n Internacional del Trabajo. Sin embargo, la aplicaci�n de estas leyes ha sido considerablemente problem�tica debido a contradicciones en la misma legislaci�n y al conflicto de competencias entre las distintas instituciones del estado. Es particularmente importante el conflicto entre el Instituto Nacional Agrario (INA), instituci�n a cargo de la titulaci�n de tierras de vocaci�n agr�cola a campesinos y la Corporaci�n Hondure�a de Desarrollo Forestal (COHDEFOR), a cargo de la administraci�n de los recursos forestales. Tambi�n destaca el conflicto de potestades y competencias entre las municipalidades y los organizamos centrales. Otras instituciones, como el Instituto Hondure�os de Turismo y el Instituto Hondure�o de Antropolog�a e Historia tambi�n pueden incidir en las decisiones gubernamentales sobre las tierras ind�genas. La legislaci�n hondure�a ha debido hacer concesiones para incluir las modalidades de titulaci�n colectiva que los ind�genas y gar�funas exigen. El patr�n generalizado en el pa�s es el de la tenencia individual, y la titulaci�ncolectiva ha encontrado resistencia por parte de funcionarios e instituciones. Tambi�n ha generado resistencias la demanda ind�gena de inclusi�n de categor�as como tierras ancestrales y h�bitat funcional en los criterios de titulaci�n. El h�bitat funcional es el �rea que una comunidad utiliza para obtener los recursos necesarios para su supervivencia. Esta �rea es considerable debido a los patrones de aprovechamiento del bosque, r�os y lagunas propios de la cultura de bosque tropical. Los pueblos ind�genas se�alan la tenencia de la tierra como el problema m�s serio que enfrentan; los mayores conflictos derivan de la usurpaci�n de tierras El problema es mayor en los sectores occidental y sur, por donde avanza el frente de colonizaci�n agr�cola. Tambi�n es sabido que algunos agroindustriales dedicados al cultivo de la palma africana pretender ampliar sus operaciones hacia esa zona. Los ind�genas tambi�n han expresado temores por la usurpaci�n, mediante la venta ilegal, para actividades tur�sticas. Las comunidades ind�genas y gar�funas han optado por la tenencia colectiva de sus tierras como la mejor estrategia para su defensa ante las amenazas de invasores. En cuanto a legislaci�n sobre derechos ind�genas a la tierra y procedimientos de titulaci�n, la Constituci�n de la Rep�blica de Nicaragua, en el principio de pluralidad multi�tnica, reconoce institucionalmente la existencia de pueblos �tnicos, Mayangnas, Miskitos y mestizos; cuya regi�n ha sido pol�tica y administrativamente anexados al resto del pa�s. Este principio se basa fundamentalmente en reconocer la existencia de varias etnias en un solo territorio con sus propias costumbres y tradiciones. El articulo 5 constitucional reconoce la existencia de los pueblos ind�genas, definido en el Convenio 169 de la OIT (Pueblos Ind�genas y Tribales en Pa�ses Independientes), como aquellos que descienden de poblaciones que habitan en el pa�s o una regi�n geogr�fica a la que pertenece el pa�s en la �poca de la conquista o la colonizaci�n o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que, cualquiera que sea su situaci�n jur�dica, conservan todas sus propias instituciones sociales, econ�micas, culturales y pol�ticas, o parte de ellas. De acuerdo a esta definici�n - que es generalmente aceptada-, el t�rmino pueblos ind�genas est� referido a los nativos del pa�s, lo que excluye a las etnias gar�funa y creole. Sin embargo, la Constituci�n Pol�tica, en su art�culo 180, refiri�ndose a las Comunidades de la Costa Atl�ntica reconoce tanto a los pueblos ind�genas como a las comunidades �tnicas con iguales derechos y obligaciones. De ah� que la Ley explicite a las comunidades �tnicas y no solamente a las comunidades ind�genas. Nicaragua no ha ratificado el Convenio 169. 42 La Ley de Autonom�a de las Regiones de la Costa Atl�ntica se�ala que las regiones en donde est�n establecidas las comunidades de la costa atl�ntica, gozan de un r�gimen de autonom�a que les garantiza el ejercicio efectivo de sus derechos hist�ricos y dem�s, consignados en la Constituci�n Pol�tica. Establece adem�s, las siguientes atribuciones generales: * La participaci�n efectiva en la elaboraci�n y ejecuci�n de planes y programas de desarrollo nacional en su regi�n respectiva. * Administraci�n de los programas de servicios b�sicos en coordinaci�n con los ministerios del Estado. * Promover el uso racional de los recursos naturales comunales y la defensa de sus ecosistemas. * Promover el estudio, desarrollo, preservaci�n y difusi�n de las culturas tradicionales de la costa atl�ntica. * Fomentar el intercambio tradicional con las naciones y pueblos cercanos, de conformidad con las leyes nacionales y los procedimientos que las rigen. * Promover la articulaci�n del mercado intrarregional e interregional. En 1996, gracias a la lucha consistente de las organizaciones y autoridades regionales, as� como del apoyo de organizaciones nacionales e internacionales, el Gobierno de Nicaragua inici� acciones para la legalizaci�n de las tierras comunales ind�genas de la Costa Atl�ntica, conformando para ello la Comisi�n Nacional para la Demarcaci�n de las Tierras de las Comunidades Ind�genas. A esta Comisi�n, formada principalmente por representantes del Gobierno Central, se le dieron como funci�n principal identificar las tierras ocupadas por las comunidades y diferenciarlas de las estatales, elaborar un proyecto de demarcaci�n y realizar gestiones para la consecuci�n de fondos para la demarcaci�n. Aun con las reformas, la Comisi�n de Demarcaci�n de las Tierras de las Comunidades Ind�genas no logro adquirir verdaderas funciones para solucionar el problema de la seguridad sobre tierra ind�gena y su m�s notoria funci�n fue la de nombrar un equipo t�cnico, liderado por funcionarios del Proyecto Corredor Biol�gico del Atl�ntico, para elaborar un Proyecto de Ley para la Demarcaci�n y Titulaci�n de Tierras de la Costa Atl�ntica y Bosaw�s, el que fue presentado a la Asamblea Nacional por el Presidente de la Rep�blica en octubre de 1998, bajo el nombre "Ley Org�nica que Regula el R�gimen de Propiedad Comunal de las Comunidades Ind�genas de la Costa Atl�ntica y BOSAW�S". A ra�z de la introducci�n del anteproyecto citado, l�deres de la Costa Atl�ntica, autoridades regionales, diputados coste�os y organizaciones no gubernamentales que trabajan con comunidades ind�genas, discutieron la necesidad de crear una instancia que impulsara la aprobaci�n de una ley para regular el r�gimen de la propiedad comunal, pero que proviniera de las comunidades mismas, para reivindicar as� los derechos que ampliamente les otorga la Constituci�n Pol�tica de Nicaragua a la poblaci�n ind�gena, pero que a�n no se hab�a materializado en una ley que hiciera posible su debido cumplimiento. As� se conformo la Comisi�n Coordinadora para la Demarcaci�n y Titulaci�n, la cual, posteriormente, para una mejor disposici�n, nombro un Comit� Ejecutivo formado por tres personas de tres etnias y regiones distintas: una por la Regi�n Aut�noma Atl�ntico Norte (RAAN), otra por la Regi�n Aut�noma Atl�ntico Sur (RAAS) y otra para Bosaw�s. La Ley 445 o Ley del r�gimen de propiedad comunal de los pueblos ind�genas y comunidades �tnicas de las regiones aut�nomas de la costa atl�ntica de Nicaragua, y de los R�os Bocay, Coco, Indio y Ma�z, tiene como objetivo de la ley es regular el r�gimen de propiedad comunal de las tierras de las comunidades ind�genas y �tnicas de la costa atl�ntica y 43 las cuencas de los r�os Coco, Bocay, Indio y Ma�z. Adem�s, define los procedimientos administrativos de los pueblos ind�genas y el orden institucional que regir� el proceso de titulaci�n de tierras comunales incluyendo la intervenci�n de organizaciones nacidas en el seno de las comunidades del atl�ntico norte. La ley 445 define m�s claramente los derechos de los pueblos ind�genas sobre su tierra y recursos naturales, incluyendo sistemas de comanejo por comunidades ind�genas y el estado para la administraci�n de �reas protegidas en tierras de propiedad comunal. La ley 445 estableci� la creaci�n de (i) la Comisi�n Nacional para Demarcaci�n y Titulaci�n (CONADETI) para liderar el proceso de demarcaci�n y coordinar con el gobierno extensi�n de t�tulos; y (ii) tres Comisiones Intersectoriales para la Demarcaci�n y Titulaci�n (CIDT) para recibir y dar seguimiento a las solicitudes para la titulaci�n comunal. La Ley en su art�culo 89, reconoce las formas de propiedad de las tierras comunales en la Costa Atl�ntica, y en su art�culo 107, dispone que el r�gimen de propiedad de las tierras de las comunidades ind�genas se regular� de acuerdo a la misma ley. Esta ley supone la resoluci�n del problema de demarcaci�n y titulaci�n de las tierras comunales, principalmente aquellas comunidades que no tienen sus t�tulos en virtud del Tratado Harrison-Altamirano. Igualmente los problemas relacionados a la invasi�n de tierras comunales por parte de terceros. As� mismo, esta ley establece la autonom�a de la propiedad por parte de las comunidades de la Costa Atl�ntica, aludiendo que la propiedad comunal la constituyen las tierras, aguas y bosques que les han pertenecido tradicionalmente. Estas tierras comunales son inajenables, no pueden ser donadas, ni vendidas, ni embargadas, ni gravadas y son imprescriptibles. A su vez, reconoce el derecho de sus habitantes a trabajar las parcelas de propiedad comunal y al usufructo de los bienes generados por su trabajo. La Secretar�a para Asuntos de la Costa Atl�ntica (SEPCA) fue creada en marzo de 2004 por el Ejecutivo para coordinar todas las actividades gubernamentales en la Costa Atl�ntica, con �nfasis especial en la demarcaci�n y titulaci�n de tierras ind�genas, y el fortalecimiento de instituciones aut�nomas regionales y las entidades establecidas por la ley 445 (CONADETI y CIDT). Aspectos �reas Protegidas y Recursos Naturales El manejo de las �reas protegidas se lleva a cabo bajo la autoridad de las oficinas regionales del Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales (MARENA), especialmente bajo un sistema de co-administraci�n con la participaci�n y consulta de municipalidades y organizaciones no gubernamentales. ESTATUS DE TERRITORIOS IND�GENAS Y TENENCIA DE LA TIERRA EN LA RBTC Las tres �reas naturales incluidos en el proyecto colindan con ocho municipios y poseen los ecosistemas m�s ricos en biodiversidad de Honduras, todas cuentan con sus respectivos planes de manejo y con una agencia implementadora. En los planes de manejo de las tres �reas naturales se observa la inclusi�n de programas de desarrollo comunitarios, educaci�n ambiental, atenci�n a la agricultura y la ganader�a y el acceso y manejo de la tierra y sus recursos. Los pueblos ind�genas en estas �reas consideran que las declaratorias de reserva no garantizan sus derechos territoriales, y que las leyes nacionales no les ofrecen garant�as adecuadas para resolver los conflictos que enfrentan, particularmente con colonos y ganaderos. 44 Reserva de la Biosfera Tawahka Asangni Los Tawahkas reclaman derecho sobre una extensi�n considerable de tierra-para ellos, ancestrales, por habitarlas desde hace 3,000 a�os-en la zona del Patuca medio. El reconocimiento de sus derechos inici� hasta a inicios de la d�cada de 1990, cuando se realizaron estudios que demostraron que el �rea utilizada por ellos es de aproximadamente 77,000 hect�reas, de las cuales apenas utilizan el 5 % para agricultura, con modificaci�n moderada del bosque y el restante 95 para cacer�a extracci�n y recolecci�n. Hasta finales de la d�cada de 1980, los Tawahkas ocuparon sus tierras sin garant�a o t�tulo. En 1987, se conform� la Federaci�n Ind�gena Tawahka de Honduras, entre cuyos objetivos est� el de asegurar la tierra y los recursos que hist�ricamente le pertenecen a la etnia. Las gestiones de la FITH condujeron a que en 1989, el Instituto Nacional Agrario (INA) otorgara una garant�a provisional de 7,500 hect�reas a la comunidad de Krausirpe (Resoluci�n 194-89). Luego, en 1994, el INA otorg� 4 t�tulos de propiedad comunitaria por un total de 5,137.61 has. a favor de cuatro comunidades Tawahka distribuidas a lo largo del r�o Patuca: Yapuwas, Krautara y Krausirpe (Wampusirpe, Gracias a Dios) y Parawas (Dulce Nombre de Culm�, Olancho). La quinta comunidad Tawahka, Kamakasna, no estuvo interesada en participar en el proceso de titulaci�n, pero ha cambiado de parecer; no obstante, a�n carece de t�tulo. En 1997, el INA otorg� un T�tulo Definitivo de Propiedad en dominio pleno de la propuesta Reserva de Biosfera Tawahka a favor de la AFE-COHDEFOR, comprendiendo un �rea de 243,126 ha, excluyendo las 5,137.61 hect�reas otorgadas previamente a los Tawahka. Posteriormente, en octubre de 1999, el Congreso Nacional aprob� el Decreto de Creaci�n de la Reserva de Biosfera Tawahka con un �rea de 233,142 ha., estableciendo que las tierras delimitadas son consideradas patrimonio inalienable, imprescriptible, irreductible y no gravable. El avance de la frontera ganadera-agr�cola es considerable en el sector oriental de la Reserva Tawahka. Algunos colonos residen en la zona desde hace mucho tiempo, pero la inmigraci�n es constante y la amenaza a las tierras ind�genas aumenta a medida que crece la poblaci�n. Para los Tawahkas, la regularizaci�n de la tenencia de la tierra es la clave para frenar este crecimiento. Esto implica el censo y titulaci�n de todas las tierras, tanto ind�genas como ladinas. Esta estrategia se basa en la idea de que, al obtener t�tulos, los ladinos se convertir�n en una poblaci�n estable que actuar� como barrera a la ocupaci�n por nuevos colonos. Reserva de la Biosfera de R�o Pl�tano En el caso de la Reserva de la Biosfera de R�o Pl�tano, los ind�genas no tienen garant�a legal de posesi�n, pues el territorio ha sido cedido a la COHDEFOR. Salvo contadas excepciones6, hasta ahora, no ha habido otras concesiones de t�tulos dentro de la zona. En 1989, el gobierno hizo entrega de garant�as provisionales de ocupaci�n a dos comunidades (Las Mar�as, Pech, y Pimienta, Miskito). En esta Reserva se dan los tres tipos de propiedad. No obstante, en virtud del Decreto de creaci�n, en la zona n�cleo no pueden haber asentamientos humanos, en la zona cultural s�lo pueden permanecer aquellas comunidades ind�genas con derecho consuetudinario, mientras que en la zona de amortiguamiento pueden permanecer personas "ladinas" (no ind�genas) que E Una familia recibi� hace muchos a�os t�tulo de propiedad sobe un �rea de cerca de 40,000 hect�reas; tambi�n fueron concedidos varios t�tulos supletorios que perdieronvigencia al pasar la Ley de Modernizaci�n del Sector Agr�cola. 45 hayan adquirido la propiedad mediante t�tulos de propiedad legalmente otorgados o por derecho adquirido (uso ininterrumpido y pac�fico por m�s de diez a�os y posterior legalizaci�n). Los pueblos ind�genas han exigido la normalizaci�n de la tenencia de la tierra en la RBRP, principalmente a trav�s de los esfuerzos de MASTA, la Federaci�n Miskita, con el apoyo de ONGs y otras instituciones. Actualmente, se ha constituido una comisi�n, llamada Tasba (tierra, en Miskito), cuyas actividades se concentran en la gesti�n e incidencia en los procesos de titulaci�n. Desarrolla sus actividades en las comunidades de Brus Laguna, Wampusirpi y Awas. El problema de la tenencia de la tierra ha generado propuestas tanto del gobierno como de las comunidades, organizaciones locales, grupos de inter�s y organismos de desarrollo. No hay un consenso respecto a cu�l ser�a la forma id�nea de titulaci�n en la zona. Estas propuestas incluyen las que se detalla a continuaci�n: * Municipalidades: favorecen la titulaci�n de tierras ejidales. * Pueblos ind�genas: favorecen la titulaci�n comunal, respetando criterios de h�bitat funcional. * Poblaci�n del sector de Palacios (Barra de lbans), incluyendo algunos ind�genas ganaderos: favorecen la titulaci�n individual. * Estado: propone los convenios de usufructo como alternativa a la titulaci�n. Estos convenios (algunos ya se han concedido) ser�an concedidos a comunidades y otros grupos, como cooperativas. Son considerados conflictivos por las comunidades, pues no respetan los criterios tradicionales de usufructo comunitario. El Proyecto de la Biosfera del R�o Pl�tano (ejecutado por COHDEFOR con apoyo del Gobierno Alem�n) est� realizando algunas actividades de regularizaci�n que empiezan con un catastro predial para verificar el estatus de cada persona o familia. El reasentamiento de personas ya se est� realizando y se ha logrado erradicar a personas de la zona n�cleo, indemnizando mediante pago de mejoras, aceptadas por los afectados (aunque se ha detectado que algunas de estas personas han vuelto a asentarse en otros lados de la misma �rea protegida o en las zonas aleda�as). Sus propuestas circunscriben la titulaci�n al territorio de la reserva, lo que genera conflictos en los casos de personas que habitan en sus bordes (particularmente a lo largo del R�o Patuca), pero cuyo h�bitat funcional se extiende fuera de sus l�mites. Las acciones de titulaci�n est�n en proceso porque tienen que tramitarse por medio de la instituci�n competente. Sin embargo, este es un espacio donde hay conflictos de competencias. El conflicto se da porque hist�ricamente la titulaci�n la ha realizado el Instituto Nacional Agrario, y con la Ley de Propiedad (2004) esta misma atribuci�n se ha asignado al Instituto de la Propiedad, sin que los linderos entre ambos se hayan establecido. Para los ind�genas, la nueva Ley de Propiedades representa una ventaja, pues por primera vez contempla la posibilidad de la titulaci�n comunitaria. El frente de colonizaci�n se ha afianzado en el sector occidental de la reserva, particularmente en las �reas colindantes a Sico - Paulaya. Los colonos asentados dentro de la reserva carecen de t�tulos, pero reclaman derecho a titulaci�n, el cual consideran que han adquirido por medio de la ocupaci�n. Parque Nacional Patuca 46 El Parque Nacional Patuca fue creado mediante el Decreto 157-99, el cual establece que las tierras del parque son propiedad del Estado, inalienables, imprescriptibles, irreductibles, y no gravables. En el a�o 2000, se realiz� un prediagn�stico socioecon�mico de las comunidades del Parque Nacional Patuca, seg�n el cual este tiene 7,924 habitantes, la gran mayor�a de los cuales son ladinos que carecen de t�tulo de propiedad sobre los terrenos que ocupan. Los pobladores ind�genas que originalmente ocuparon el �rea del Parque fueron desplazados desde hace 50 a�os por inmigrantes motivados por la b�squeda del oro, y m�s recientemente por los colonos. El �rea del parque no ha sido objeto de un ordenamiento territorial, aunque hubo un intento en 1992 dentro de la iniciativa del Sistema de �reas Protegidas Solidaridad, acordado con Nicaragua, y dentro del contexto de la creaci�n del sistema PLAPAWANS y del Proyecto Binacional "R�o Coco". Durante el per�odo 2000-2001, el INA inici� un proceso de titulaci�n en las �reas pr�ximas al R�o Coco, particularmente los valles; el proceso ces� a ra�z de la creaci�n del Parque. Al crearse el parque, no se concedi� t�tulo de propiedad a la AFE - COHDEFOR, como ocurri� con la Reserva Tawahka. Por consiguiente, las tierras que comprende este contin�an siendo nacionales. Ante la falta de legalizaci�n de sus tierras, los colonos han desarrollado un sistema de tipo consuetudinario, el cual es respetado por los pobladores. El descombro, los accidentes geogr�ficos reconocidos, o a�n una simple marca sobre un �rbol bastan para establecer la propiedad y el derecho de ocupaci�n sobre un predio. El car�cter inalienable y no gravable de estas tierras significa que no pueden ser divididas para ser otorgadas a otros propietarios. Sin embargo, en la pr�ctica, contin�an siendo divididas y vendidas, aunque sin respaldo legal para las transacciones. El Frente de Colonizaci�n El frente de colonizaci�n agr�cola-ganadero se extiende a lo largo del sector occidental de las tres �reas de reserva, y se ampl�a a lo largo de la ribera del R�o Coco. Es m�s intenso en el Parque Patuca, donde afecta casi todo el territorio, pero representa un mayor problema en las �reas protegidas de R�o Pl�tano y Tawahka, donde genera serios conflictos entre las poblaciones ind�gena y ladina. El frente inici� hace ya muchos a�os, y se mantiene en expansi�n hoy en d�a. Tiene tres principales focos de expansi�n: * Sico-Paulaya: la colonizaci�n promovida inicialmente por el gobierno ha abierto camino para la inmigraci�n. * R�os Wamp� y Cuyamel: las v�as de acceso por carretera desde el interior Olancho facilitan la inmigraci�n * Parque Nacional Patuca: facilitada por el gobierno hace muchos a�os, se extiende hacia el suroeste y el noreste del parque, intern�ndose en la Moskitia; el crecimiento de las familias establecidas contribuye a la ocupaci�n de nuevas tierras. Muchos de los colonos que llegaron con apoyo del gobierno han recibido t�tulos de propiedad, pero la mayor�a ha ocupado tierras que consideran "libres" por ser nacionales, y "ociosas" por no estar dedicadas a la agricultura o ganader�a. Muchas de las tierras ind�genas caben en esta �ltima categor�a a�n cuando su bosque sea aprovechado por estos. Es importante se�alar que 47 la ganader�a extensiva genera la mayor parte de la ocupaci�n, y se da casos en que un solo ganadero ocupa varios cientos de hect�reas y a�n de m�s de mil manzanas. Estos ganaderos tienen la estrategia de pagar a los colonos para que 'limpien' las tierras de bosques; posteriormente los colonos contin�an migrando en busca de mejores suelos. En general, los colonos tienen un conocimiento impreciso de que est�n invadiendo �reas de reserva y de lo que esto implica. Para ellos, el hecho de que sean tierras nacionales les vuelve apta para su ocupaci�n, y consideran tener derecho a ello, a�n cuando no puedan establecer la base legal de su derecho. Reserva de Biosfera de Bosawas Se conoce que la posesi�n de los pueblos ind�genas sobre la tierra, es de car�cter ancestral y como tal este derecho se expresa en la Constituci�n Pol�tica de Nicaragua. Las formas de tenencia de la tierra en la Reserva de Biosfera Bosaw�s est�n directamente vinculadas con hechos hist�ricos tanto en el marco social-cultural, pol�ticos y de cierto modo tambi�n influenciado por el aspecto econ�mico. La pobreza es un factor influyente en la din�mica migratoria, lo que trae consigo otras formas de tenencia de tierra. Con excepci�n de algunas tierras comunales de cooperativas y las comunidades ind�genas en v�as de aprobaci�n legal, existen pocos t�tulos legales en el �rea. Las tierras de cooperativas agr�colas que formalmente se encuentran legales con titulo de propiedad com�n otorgados por el gobierno, generalmente no est�n inscritos en el Registro P�blico de la Propiedad. Adem�s de las tierras comunales, en el �rea se han manifestado otras formas de tenencia, con la incursi�n de los mestizos por la apertura de las minas, el establecimiento de compa��as madereras, se han desarrollado diferentes formas de posesi�n de tierras como es el caso de asentamientos en terrenos estatales "sin due�o"; por medio de compra-venta entre los actores involucrados, mediante escritura notarial. Actualmente se encuentra que hay tierras que han sido heredadas por sus antecesores que se asentaron en la regi�n, obviamente esta clase de tenencia tiene su origen del asentamiento de mestizos en la regi�n. En los �ltimos a�os se observa una clara tendencia de concentraci�n de grandes cantidades de tierras en manos de unos pocos propietarios (resurgimiento de latifundistas), quienes disponen de capital para comprar tierras a colonos, que despu�s de un periodo no mayor de 3 a 5 a�os tienen que abandonarlas porque con sus limitaciones no pueden producir esas tierras y se mudan a nuevos frentes de la frontera agr�cola. Las comunidades ind�genas han usado la tierra con la visi�n de obtener lo necesario para su subsistencia. Con la llegada de los colonos y la introducci�n de nuevas formas de producci�n, la relaci�n del hombre hacia los recursos naturales cambia dr�sticamente respecto a la relaci�n existente entre las comunidades ind�genas y los recursos naturales. Actualmente los seis territorios ind�genas dentro de la Reserva de Biosfera Bosaw�s se encuentran delimitados. Hasta la fecha se han titulado cinco de los seis territorios ind�genas: Miskitu Indian Tasbaika Kum (69,055 ha), Mayagna Sauni Bu (102,452 ha), Kipla Sait Tasbaika (113,632 ha), Li Lamni Tasbaika (103,632 ha), y Mayagna Sauni As (166,800 ha). Sin embargo, ninguno de eses t�tulos ha sido registrado todav�a. Mayagna Sauni Bas Sikilta (42,069 ha) no ha sido ni titulado ni registrado, aunque s� se ha llevado a cabo un proceso de demarcaci�n. 48 ANALISIS DE ACTORES PRINCIPALES Las organizaciones ind�genas residiendo en el �rea de intervenci�n del Proyecto son actores comunitarios claves. Estas comunidades tienen formas de organizaci�n social que han sido incorporadas en el proceso de preparaci�n del proyecto y est� previsto que formen parte en la toma de decisi�n y ejecuci�n del proyecto. Por su parte, las comunidades no-ind�genas tienen otras formas de organizaci�n en las comunidades, como por ejemplo cooperativas. Estas comunidades se han venido integrando al proceso de preparaci�n y se espera una mayor participaci�n en la fase de ejecuci�n. Otros actores importantes para el proyecto RBTC provienen de un conjunto diverso de grupos de inter�s e instituciones y organizaciones ind�genas, comunitarias, gubernamentales y privadas. A continuaci�n se resume sus funciones y relevancia para el proyecto. Organizaciones Ind�genas Organizaciones binacionales Durante el proceso de di�logo y consulta binacional, en la ciudad fronteriza de Las Manos en agosto de 2004 se constituy� a trav�s de un acta el Foro Binacional de Pueblos Ind�genas, Comunidades �tnicas, Comunidades Ladinas Nativas, Autoridades Regionales y Autoridades Municipales Asentados en la Reserva de Biosfera Transfronteriza "Coraz�n del Corredor Biol�gico Mesoamericano", como un �rgano deliberativo y consultivo a fin de contribuir a la participaci�n activa y propositiva de los principales actores locales en la gesti�n binacional de la RBTC. En agosto de 2005 fue establecida tambi�n la Coordinadora Ind�gena Binacional Muihka, como una instancia ind�gena binacional permanente encargada del monitoreo y seguimiento de las iniciativas que se lleven a cabo en los territorios ind�genas ubicados entre Honduras y Nicaragua. Los grupos a nivel nacional se describen a continuaci�n. Organizaciones de Honduras En el Perfil de los Pueblos Ind�genas y Negros de Honduras se identifican diferentes organizaciones que de acuerdo a sus fines se pueden agrupar en tres categor�as: a) organizaciones de base, que se definen a si mismas, como de car�cter pol�tico no partidario; b) las de car�cter gremial o que reivindican problemas espec�ficos; y c) las organizaciones no gubernamentales de desarrollo. Entre las primeras, que son consideradas como las organizaciones representativas de su respectivo pueblo, est�n las siguientes (entre par�ntesis, el a�o de su organizaci�n): FITH, Federaci�n Ind�gena Tawahka de Honduras (1987). Tiene su sede en Krausirpe y agrupa las siete comunidades Tawahka. En la zona de evaluada realiza algunas acciones de fortalecimiento organizativo comunal y acompa�a las acciones de manejo que desarrollan otras organizaciones como el ICADE. 49 FETRIPH, Federaci�n de Tribus Pech de Honduras (1985). Es probablemente la que presenta mayores debilidades entre las federaciones �tnicas de la zona y tal vez de todo el pa�s. No obstante, est�n desarrollando un proyecto tur�stico de senderos ecol�gicos en la comunidad de Las Mar�as. OFRANEH, Organizaci�n Fraternal Negra de Honduras (1979). Hasta donde se logr� establecer, su presencia en la zona de la RBTC se limita a acciones de prevenci�n de desastres, acompa�ados por la pastoral Social de la iglesia Cat�lica. MASTA, Mosquitia Asla Takanka -Unidad de La Mosquitia (1976). Se le reconoce como la m�xima autoridad del pueblo miskito y tiene por objeto "desarrollar los v�nculos de unidad, solidaridad e integraci�n permanentemente entre las 140 comunidades de La Mosquitia Hondure�a, con el fin de fortalecer la estructura organizativa y promover entre sus miembros una participaci�n din�mica en todos los niveles de la sociedad nacional y superar el marginamiento social". Todas estas federaciones cuentan con Personalidad Jur�dica otorgada por la Secretar�a de Gobernaci�n y Justicia, bajo la figura de una asociaci�n de tipo pol�tico no partidario, con objetivos comunes de luchar por los derechos a la tierra y a los recursos naturales, herencia cultural y otros. Todas estas agrupaciones, con excepci�n de la FETRIPH, cuentan con una unidad t�cnica que les permite planificar y ejecutar las actividades b�sicas relacionadas con delimitaci�n de tierras y gesti�n de recursos naturales renovables, en especial los bosques. En el caso de MASTA y OFRANEH, tienen personas nativas capacitadas en delimitaci�n de tierras y catastro, con un proyecto del Banco Mundial, que realiz� un Etno-Mapeo en 15 comunidades Misquitas e igual n�mero de comunidades Gar�funas, muchas de las cuales est�n en la zona de influencia de la RBTC (CACRC, 2001). En la segunda categor�a (car�cter gremial o que reivindican problemas espec�ficos, incluyendo concepto de g�nero) se encuentran: la AMBLIH, Asociaci�n Misquita de Buzos Lisiados de Honduras, ASMIN, Asociaci�n de Mujeres Ind�genas de La Mosquitia, COMUDEIN, Comit� de Mujeres para el Desarrollo Integral de La Mosquitia, ENMUNEH, Enlace de Mujeres Negras de Honduras. Su conocimiento no es esencial para el presente trabajo. La tercera categor�a no corresponde a entidades �tnicas propiamente dichas. Son m�s bien de apoyo al desarrollo ind�gena y las que tienen acciones en la propuesta RBTC son MOPAWI y Fundaci�n Patuca. El reconocimiento legal en estas dos categor�as tambi�n surge por medio de la personalidad jur�dica, aprobada por la Secretar�a de Gobernaci�n y Justicia, bajo la figura de una asociaci�n sin fines de lucro. MOPAWI. Es una organizaci�n cuyo objetivo principal es el Desarrollo Humano Integral y Conservaci�n de la Naturaleza y su quehacer se basa en las posibilidades de desarrollo sostenible en la regi�n, las necesidades comunes y estructurales de los pueblos, y sus capacidades comunitarias como institucionales para atender los temas de prioridad. Sus ejes tem�ticos son: * Manejo y uso sostenible de los recursos naturales. * Derechos comunitarios a la justicia en los temas de tenencia de tierras, educaci�n biling�e intercultural y un trato digno como personas que reflejan la imagen y semejanza de Dios. 50 * Desarrollo de capacidades sociales, vocacionales y financieras. Fundaci�n Patuca. Su visi�n es haber colaborado en la conservaci�n y el manejo sostenible de los recursos naturales sociales y econ�micos del Parque Nacional Patuca, a trav�s de un esfuerzo participativo de la comunidad y organizaciones y pa�ses amigos. Esto lo pretenden lograr mediante la valorizaci�n del bosque y los recursos bi�logos en todos los aspectos relacionados con la biodiversidad, protecci�n de las cuencas, mantenimiento de la belleza esc�nica y producci�n agr�cola. Sus principales programas se orientan a: * Educaci�n a la ni�ez. * Protecci�n de la biodiversidad. * Participaci�n comunitaria de hombres y mujeres. * Reforestaci�n. * Seguridad alimentar�a. Organizaciones de Nicaragua Estas organizaciones son los representantes directos de los comunitarios, han surgido como fruto del proceso de negociaci�n del conflicto sobre la tenencia de la tierra. Fueron creadas para suplir el vac�o legal que exist�a antes de la aprobaci�n de la Ley 445 y que no les permit�a asumir compromisos con terceros. Asociaci�n para el Desarrollo y Progreso de las Comunidades Ind�genas Miskito y Sumo de Jinotega (ADEPCIMISUJIN). Esta organizaci�n estuvo por muchos a�os compuesta por los dos territorios ind�genas del departamento de Jinotega (MITK y MSB). Se caracteriz� por ser una organizaci�n mixta de Miskitos y Mayangnas, hecho que es in�dito en la historia de estos dos pueblos, pero que en este caso se present� debido a que son los �nicos ind�genas Miskitos y Mayangnas con territorio fuera de la Costa Atl�ntica y su r�gimen de Autonom�a, hecho que los sit�a en desventaja en relaci�n al resto de las comunidades ind�genas del Atl�ntico. Recientemente se han separado, y los Mayangnas del R�o Bocay han organizado su propia asociaci�n llamada MAKALAHNA, Asociaci�n de Comunidades Ind�genas Mayangnas de la Cuenca del R�o Bocay, para el Progreso y el Desarrollo. Asociaci�n para el Desarrollo del Sector de los Raudales (KUNASPAWA). Esta organizaci�n representa las diez comunidades de la cuenca alta del R�o Coco que conforman el territorio Kipla Sait Tasbaika. Son mayoritariamente Miskitos. Son representativamente unas de las comunidades mas activas, pol�tica y econ�micamente dentro de las comunidades miskitas dentro de la Reserva de la Biosfera Bosaw�s; representan en gran medida parte del "Germen de Frontera" dentro de la misma Reserva de Biosfera Bosaw�s. Asociaci�n para el Desarrollo de los Miskitos y Sumos de la Cuenca Media (ADEMSCUM). Esta asociaci�n representa a 27 comunidades de la cuenca media del R�o Coco y es una de los territorios con m�s avance de la frontera agr�cola. Asociaci�n para el Desarrollo Comunal de Sikilta o El Palomar (SIMSKULT). Esta asociaci�n representa al �nico territorio de la Reserva de Biosfera Bosaw�s que est� constituido por una sola comunidad. Es adem�s, es territorio que se encuentra con la mayor presencia de campesinos migratorios en la Reserva de Biosfera Bosaw�s. 51 Asociaci�n Mayangna Sauni As Kaluduhna (MASAKU). Esta asociaci�n representa al territorio de Mayagna Sauni As, conformado por 14 comunidades. Se destaca por tener en su territorio, la comunidad de Musaw�s, considerada como "la Capital" de los Mayangnas. Sumu Kalpapakna Wahaini Lani (SUKAWALA). Es la organizaci�n ind�gena m�s antigua en la regi�n, fue fundada en 1972 sin embargo su personalidad jur�dica la adquiere hasta en 1995. Es la organizaci�n que representa a toda la etnia Sumo (Mayangna), la que principalmente est� concentrada en la RAAN. Ha tenido una participaci�n muy beligerante en la defensa de los derechos territoriales de su etnia. Asociaci�n para el Desarrollo de Ayapal y Comunidades Aleda�as (ADACA). Esta organizaci�n est� conformada por desmovilizados de la Resistencia Nicarag�ense que fueron asentadas en el Polo de Desarrollo de Ayapal, en los l�mites de la Reserva de la Biosfera de Bosaw�s, en el a�o de 1990. De 1990 a 1993, este tipo de poblaci�n tuvo un rol dinamizante de la emigraci�n hacia la zona n�cleo de la Reserva de la Biosfera de Bosaw�s, situaci�n que degenero en conflicto por la tenencia de la tierra con las comunidades ind�genas asentadas en el �rea de la Reserva de Biosfera Bosaw�s. Despu�s de un proceso de conscientizaci�n se conciben a si mismos con la misi�n de resguardar la Reserva de la Biosfera Bosaw�s. Asociaci�n de Campesinos Protectores de Bosaw�s (ACAPROBO). Est� formada por m�s de 30 comunidades de campesinos migratorios asentados en la Reserva de la Biosfera Bosaw�s. Dicha asociaci�n se constituyo en un actor clave en el proceso de resoluci�n del conflicto de tenencia de tierra, en papel de interlocutor de ADEPCIMISUJIN para la definici�n de los territorios ind�genas del sector del Departamento de Jinotega. La gran mayor�a de las comunidades que conforman dicha asociaci�n se encuentran en lo que se denomin� como los "Territorios Ind�genas Invadidos o en conflicto". En Nicaragua tambi�n se cuenta con la presencia de las dos organizaciones no gubernamentales siguientes, las cuales han acompa�ado a los pueblos ind�genas en sus reivindicaciones sociales y territoriales. CEDAPRODE es una Instituci�n no gubernamental, especializada en Derecho y Pol�ticas Ambientales, apoya al movimiento social-ecol�gico organizado, en la elaboraci�n del marco legal y de pol�ticas ambientales, para sustentar el desarrollo sostenible del pa�s, fortalecer el papel regulador del Estado y el empoderamiento de la poblaci�n. Su visi�n es procurar un proceso de desarrollo humano respetuoso del entorno natural y cultural, mediante una estrategia de manejo de los recursos naturales, uso sostenible, y desarrollo humano en funci�n de las limitaciones y potencialidades locales: natural y social. Acompa�a a los municipios y comunidades rurales para que alcancen su capacidad de autogesti�n para emprender su desarrollo, de acuerdo a su propia racionalidad cultural. Las �reas de concentraci�n son las siguientes: * Desarrollo econ�mico sostenible. * Gesti�n de riesgos. * Derechos ind�genas y legislaci�n ambiental. * Evaluaci�n y monitoreo de impacto de la cooperaci�n. * Investigaci�n y monitoreo comunitario en recursos naturales y aspectos socioecon�micos. * Incidencia en legislaci�n ambiental, desarrollo local y pol�ticas p�blicas: Centro Humboldt. La misi�n del Centro Humboldt es la promoci�n del desarrollo territorial y la gesti�n ambiental. Para ello, define su objetivo central alrededor de propiciar el desarrollo 52 integral de la sociedad en su entorno a trav�s del fortalecimiento de capacidades cient�fico - t�cnicas y organizativas de los distintos agentes sociales en el territorio. Como l�neas estrat�gicas tiene apoyar procesos locales de desarrollo en el marco de la planificaci�n participativa para el ordenamiento territorial y ambiental (prevenci�n de Desastres); legislaci�n ambiental en el marco de la autonom�a y el desarrollo local (aprovechamiento y conservaci�n productiva); valorizaci�n de la identidad �tnica y legalizaci�n de tierras ind�genas; la biodiversidad y poblaciones locales en las �reas protegidas y zonas de influencias y los cambios en pol�ticas p�blicas a partir del trabajo de incidencia que se fundamenta en informaci�n cient�fico-t�cnica y el monitoreo sistem�tico del tema sobre el cual se pretende incidir. Las �reas de concentraci�n son las siguientes: * Desarrollo local. Vincula acciones orientadas al fortalecimiento de gobiernos y poderes locales, apoyo de procesos autogestionarios y creaci�n de capacidades locales, planificaci�n territorial, capacitaci�n/asistencia t�cnica y organizaci�n social y participaci�n ciudadana. * Gesti�n ambiental. Generar y rescatar conocimientos; monitorear las incidencias de las pol�ticas p�blicas sobre la poblaci�n y los recursos del territorio; y sistematizar las experiencias para la construcci�n del modelo de desarrollo alternativo a que aspira la sociedad. * Apoyo a proyectos: Se enmarca en el concepto de gesti�n y administraci�n gerencial de los servicios de asistencia y capacitaci�n t�cnica para el desarrollo y el suministro de informaci�n para la planificaci�n territorial y/o gesti�n ambiental. Actores Municipales Honduras En todo el pa�s existen varias asociaciones y mancomunidades de municipios que se organizan para mejorar la incidencia pol�tica y la coordinaci�n institucional, compartir capacidades y unir esfuerzos de gesti�n para satisfacer un inter�s com�n. En la zona de la propuesta RBTC fueron identificadas cinco de estos colectivos, algunos con mayor cercan�a a la problem�tica de la reserva y otros solo por que algunos de los municipios dentro de la misma pertenecen a determinada asociaci�n. Estos son: La Asociaci�n de Municipios de Gracias a Dios (AMUGAD), que aglomera a los seis gobiernos locales del departamento (Ahuas, Brus Laguna, Juan Francisco Bulnes, Puerto Lempira, Villeda Morales y Wampusirpe); la Mancomunidad de Municipios para la Protecci�n de la Biosfera del R�o Pl�tano (MAMUBIR) que aglomera a gobiernos locales de los tres departamentos donde est� situada la Biosfera: Ahuas, Brus Laguna, Juan Francisco Bulnes (Wualumugu) y Wampusirpe en Gracias a Dios y Dulce Nombre de Culm� en Olancho e Iriona en Col�n. Todav�a hay otras asociaciones que incluyen municipios ubicados dentro de la propuesta RBTC, como la Mancomunidad de Municipios Gar�funas de Honduras (MAMUGAH), donde se encuentran Iriona y Juan Francisco Bulnes y la Asociaci�n de Municipios de Olancho. Las agendas de estas asociaciones pueden ser diferentes, pero en general son oportunidades para el manejo de la futura reserva, que a la vez corresponden a problemas por su dispersi�n en cuanto a intereses y posiblemente actores. 53 En estas asociaciones convergen algunas circunstancias a ser tomadas en cuenta por el Proyecto que se est� formulando, entre ellas: a) estas entidades tienen personalidad jur�dica (algunas en tr�mite) y por lo tanto tienen autonom�a de gesti�n; b) en algunas existe una Unidad T�cnica que les da cierta capacidad y log�stica operativa; c) cuentan con un soporte administrativo aunque sea m�nimo; y d) reciben apoyo de organismos cooperantes. La armonizaci�n de estos intereses en relaci�n con la RBTC, sin alterar los dem�s que se conciben dentro de los objetivos de cada asociaci�n, debe ser un factor a tomar en cuenta con el nuevo proyecto. Nicaragua Existen tres municipios en la RAAN (Siuna, Waspam y Bonanza) y tres en la Regi�n Vi Jinotega (Cu�- Bocay, Waslala y Wiwil�). Cada uno cuenta con consejos municipales, que m�s bien constituyen las autoridades reconocidas por la poblaci�n mestiza o ladina. Por su parte, la poblaci�n ind�gena reconoce m�s a sus autoridades tradicionales, conocidos como jueces y s�ndicos. Cooperantes Organismos internacionales (Honduras) En Honduras hay varios organismos mundiales o regionales est�n involucrados en el actual manejo de las �reas protegidas de la Biosfera del R�o Pl�tano, en el Parque Nacional Patuca y en la Reserva de Biosfera Tawahka, as� como otras que actualmente est�n a nivel de propuesta y que colindan con el proyecto de Reserva Transfronteriza Coraz�n. Por su relaci�n con el Proyecto de la Reserva Coraz�n, vale mencionar al Banco Mundial, CCAD y las Naciones Unidas, a trav�s de la UNESCO. Otros organismos trabajando en ambos pa�ses son: Uni�n Europea, Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Mundial, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Organizaci�n de Pa�ses Exportadores de Petr�leo. Agencias bilaterales de cooperaci�n En cada una de las �reas protegidas que en el futuro se convertir�an en la Reserva Coraz�n act�an varias agencias internacionales (p�blicas y privadas) y organizaciones no gubernamentales internacionales que cooperan con el Estado de Honduras para el manejo del �rea, entre las cuales cabe mencionar: la Agencia Alemana de Cooperaci�n, el Centro Cooperativo Sueco, GTZ, OXFAM Internacional y otras. La GTZ es posiblemente la agencia bilateral con mayor presencia en el �rea. Dentro de la RBRP tiene funciones espec�ficas de apoyo a la administraci�n de la Reserva de Biosfera, pero su mayor contribuci�n es en el aspecto t�cnico catastral y en el proceso de regularizaci�n de derechos sobre la tierra dentro del �rea protegida, que incluye acciones de saneamiento que ha conseguido aclarar la situaci�n por lo menos la zona n�cleo de la biosfera. Las organizaciones restantes prestan un valioso apoyo en la gesti�n de las �reas protegidas, pero sin estar vinculadas tan estrechamente a un sitio en particular, lo que es sin duda una 54 oportunidad para el proyecto RBTC y la gesti�n de la futura Reserva de Biosfera Transfronteriza. Cuadro 8. Organizaciones internacionales en Honduras. Organismo Acciones en el �rea Agencia Alemana de Cooperaci�n, Da apoyo t�cnico y financiero para que la COHDEFOR GTZ ejecute el Proyecto Biosfera R�o Pl�tano. Agencia Cat�lica Irlandesa para el Apoyo log�stico, material de apoyo y consultor�as en la Desarrollo, TROCAIRE zona de la BTA. Banco Mundial Financia los proyectos Reserva de la Biosfera Binacional Coraz�n del CBM Biodiversidad en �reas Protegidas Prioritarias, PROBAP, que acaba de concluir. CARITAS de Suiza Apoya el proceso de concertaci�n "Pacto por la Conservaci�n". Centro Cooperativo Sueco, SCC Apoya el proceso de concertaci�n "Pacto por la Conservaci�n". LWR, Acci�n Luterana Mundial Apoya a MOPAWI en un proyecto de conservaci�n en la cuenca CAPAPAN que forma parte del PNP y colabora en la formulaci�n de planes estrat�gicos y operativos, tratando de mejorar las capacidades locales en la gesti�n del desarrollo humano sostenible y en la conservaci�n de los recursos naturales. OXFAM Internacional Es uno de los principales donantes de varias organizaciones vinculadas al desarrollo social en la regi�n; apoya en la promoci�n y difusi�n del "Pacto por la Conservaci�n". UNESCO, Organizaci�n de las Otorg� la categor�a de Patrimonio Mundial para la RBRP; Naciones Unidad para la Educaci�n, da apoyo t�cnico y financiero y supervisa para que los la Ciencia y la Cultura objetivos de la reserva se cumplan. UE, Uni�n Europea Apoya financieramente el proyecto que en la BTA realiza el ICADE y otras organizaciones nacionales, junto a las comunidades ind�genas y campesinas y los ganaderos. Organismos No Gubernamentales Nacionales e Internacionales. Se tiene la presencia de los siguientes organismos: * MOPAWI. * Fundaci�n Patuca. * Fundaci�n R�o Pl�tano. * Fundaci�n Asang Launa. * ICADE. * WWF, Fondo Mundial para Conservaci�n de la Naturaleza. Organismos internacionales (Nicaragua) En el �rea del proyecto tiene presencia el Banco Mundial, el cual ha implementado el Proyecto Corredor Biol�gico del Atl�ntico y el Proyecto de Ordenamiento de la Propiedad. Actualmente, el MARENA est� gestionando ante el PNUD, financiamiento para la formulaci�n de un proyecto enfocado al Fortalecimiento de su Sistema Nacional de �reas Protegidas, que tendr� un car�cter complementario al Proyecto Reserva de Biosfera Transfronteriza "Coraz�n del CBM". 55 Agencias bilaterales de cooperaci�n Desde la d�cada de los noventas, Nicaragua ha contado con la cooperaci�n de DANIDA y GTZ, en el proceso de consolidaci�n de la Reserva de Biosfera Bosaw�s. DANIDA ha financiado el Programa de Apoyo al Sector de Medio Ambiente (PASMA). Mientras que GTZ ha financiado el Proyecto Bosaw�s y m�s recientemente, el proyecto Manejo Sostenible de Recursos Naturales y Fomento de las Capacidades Empresariales (MASRENACE). Organismos No Gubernamentales Nacionales e Internacionales. Se tiene la presencia de los siguientes organismos: * Centro Humboldt. * Centro de Derecho Ambiental y Promoci�n para el Desarrollo, CEDAPRODE. * Fondo Mundial para La Naturaleza, WWF. * Flora y Fauna Internacional, FFI. * The Nature Conservancy, TNC. * M�dicos Sin Fronteras. * OXFAM. RIESGOS Y MEDIDAS DE MITIGACI�N La ejecuci�n del Proyecto y espec�ficamente del PDPI enfrentar� varios riesgos que pueden limitar su �xito. Los conflictos o focos potenciales de conflictos que se encontraron en la preparaci�n de la Evaluaci�n Social indican que hay que tomar medidas mitigantes y preventivas. Se han identificado las �reas a tomar en cuenta en el Proyecto y se han tomado en cuenta las pol�ticas de salvaguardas del Banco Mundial. El cuadro siguiente detalla los riesgos potenciales identificados y las medidas de mitigaci�n consideradas en la formulaci�n de este Plan de Desarrollo de Pueblos Ind�genas. Cuadro 9. Riesgos identificados para la ejecuci�n del PDPI y medidas de prevenci�n y mitigaci�n propuestas. Riesgo Situaci�n Prevenci�n y mitigaci�n Divergencia El riesgo principal para el PDPI dentro de Es indispensable establecer entre los grupos cada pa�s es el resultante de la mecanismos de consulta y concertaci�n de inter�s divergencia entre los distintos grupos de entre los principales grupos de inter�s. inter�s (pueblos ind�genas, gobiernos Fortalecimiento del Foro Binacional locales, regionales, entre otros). como instancia de consulta y concertaci�n. Inseguridad en la La falta de una definici�n plena de los Se proporcionar� apoyo a que las tenencia de la derechos de propiedad sobre la tierra de comunidades ind�gena, principalmente, tierra lugar a invasiones y conflictos con para facilitar su acceso a las colonos. Constituye la principal demanda instituciones responsables de la de los pueblos ind�genas. regularizaci�n de la tenencia de la tierra y a incidir en la mejora de la legislaci�n. Conflictos El car�cter binacional de la Reserva de Establecimiento de mecanismos de fronterizos Biosfera Transfronteriza genera consulta y concertaci�n entre las incertidumbre, particularmente en las poblaciones y grupos de inter�s. zonas fronterizas. 56 Riesgo Situaci�n Prevenci�n y mitigaci�n Legislaci�n Las cuatro �reas protegidas tienen Promoci�n de cabildeo y otras conflictiva categor�a de manejo distinta y diferente actividades conducentes a la legislaci�n aplicable. homogenizaci�n de las categor�as de manejo. Aislamiento El aislamiento de las comunidades genera Tomar en cuenta estas limitaciones en considerables problemas log�sticos e la planificaci�n de actividades y el impone altos costos a todo esfuerzo de presupuesto. desarrollo. La comunicaci�n y transporte tienen un costo alto. Baja presencia * Las instituciones gubernamentales * Fortalecimiento de la capacidad de institucional tienen un perfil muy bajo en la zona, lo gesti�n de las instituciones que dificulta la prestaci�n de servicios, gubernamentales, gobiernos locales la implementaci�n de los planes de y organizaciones ind�genas y manejo y las actividades de desarrollo. comunitarias. * Hay pocas instituciones de desarrollo * Establecimiento de alianzas trabajando en la zona. estrat�gicas con instituciones de Actividades clandestinas de desarrollo y de control para promover aprovechamiento de recursos naturales. su presencia en la zona. Gobiernos Varios de los municipios hondure�os son * Fortalecimiento institucional de locales con de reciente creaci�n, con considerables municipalidades. capacidades limitaciones en cuanto a capacidades limitadas. financieras, personal, equipamiento, y de * Promoci�n de la participaci�n proyecci�n hacia su poblaci�n. ciudadana en procesos de toma de pryec�nhaispbac�.decisiones y gesti�n local. Bajo nivel El bajo nivel de educaci�n formal como en Incorporar actividades de educaci�n educativo y de capacitaci�n limita a la poblaci�n para (formal y no-formal), capacitaci�n y capacitaci�n de asimilar las implicaciones de residir en entrenamiento. la poblaci�n. �reas protegidas. Resistencia Toda actividad de desarrollo trae consigo o Inclusi�n de elementos de educaci�n cultural a la cambios de tipo cultural, los cuales y capacitaci�n basada en la cultura asimilaci�n de generan resistencia entre la poblaci�n. local en toda actividad de desarrollo. tecnolog�as El trabajo de la mujer no es reconocido ni o Trabajo con personal t�cnico sus opiniones se toman en cuenta en el conocedor de las culturas locales. �mbito pol�tico. * Incorporaci�n de la equidad de g�nero como criterio de selecci�n de subproyectos. EVALUACION DE IMPACTOS Impactos Positivos Si las medidas preventivas se planifican y detallan desde el proceso de dise�o del Proyecto, la RBTC se puede convertir en un modelo de ejecuci�n de proyectos binacionales de manejo de �reas protegidas. Algunos de los principales impactos positivos de la RBTC son los siguientes: 57 * Apoyo a ambos gobiernos en el manejo de las �reas protegidas y al fortalecimiento institucional de los Sistemas Nacionales de �reas Protegidas. � Fortalecimiento institucional de las municipalidades, los patronatos (Honduras) y las comunidades ind�genas y no ind�genas. * Apoyo a los gobiernos en la resoluci�n del conflicto de tierras con las poblaciones ind�genas. * Fomento del ejercicio pr�ctico, m�s que normativo, de la equidad de g�nero en materia de tenencia de tierras, manejo sostenible de recursos naturales. * Apoyo a la estrategia de reducci�n de la pobreza de los Gobiernos de Honduras y Nicaragua, y del Banco Mundial. * Conservaci�n del medio ambiente: protecci�n de las principales �reas protegidas y cuencas hidrogr�ficas. * Apoyo y coordinaci�n con otros proyectos de los Gobiernos de Honduras y Nicaragua que ejecutan con el Banco Mundial. * Apoyo a las comunidades ind�genas en los procesos de regularizaci�n de la tenencia de la tierra y resoluci�n de conflictos, mediante el establecimiento de sinergias y alianzas con organizaciones y proyectos responsables de la titulaci�n de tierras. � Control de actividades clandestinas de aprovechamiento de recursos naturales como madera y vida silvestre. * Promoci�n de la equidad de g�nero y reconocimiento de la diversidad cultural y �tnica. Posibles Impactos Adversos No se prev� que la ejecuci�n del Proyecto resulte en un impacto negativo entre la poblaci�n ind�gena. No obstante, las actividades de prevenci�n sobre posibles impactos sociales permitir�n minimizar las posibilidades de que esto ocurra, como en el caso de la implementaci�n de subproyectos de implementaci�n de planes de manejo y productivos. Plan de acci�n para mitigaci�n El cuadro siguiente detalla los posibles impactos y las medidas preventivas que deber�n tomarse para evitarlos. Otros documentos complementarios a este proveen m�s detalle al respecto, tales como. * . Evaluaci�n Ambiental, que incluye un Plan de Manejo Integrado de Plagas; Manual Operativo, que incluye detalles sobre aspectos operativos de la evaluaci�n y mitigaci�n de impactos que podr�an causar el proyecto, en particular los subproyectos; y * Marco de Proceso, que explique los aspectos operativos relacionados a la mitigaci�n de un posible desplazamiento econ�mico causado por el Proyecto. 58 Cuadro 10. Posibles impactos sociales y medidas de prevenci�n Impacto Situaci�n Prevenci�n Reducci�n de acceso Las restricciones de acceso y uso propios . Promoci�n de fuentes al h�bitat funcional. de los planes de manejo pueden limitar alternativas de productos para acceso a recursos que la poblaci�n consumo y comercializaci�n. obtiene en las zonas m�s apartadas de su h�bitat funcional. Esto afecta Promoci�n de uso de materiales l principalmente la caza, obtenci�n de locales alternativos. plantas alimenticias y medicinales, as� * Introducci�n de nuevas como la obtenci�n de materiales para tecnolog�as sostenibles. construcci�n y manufacturas. Deterioro del Un n�mero considerable de sitios * Promover la participaci�n patrimonio cultural. arqueol�gicos ha sido identificado en la comunitaria (ind�gena y no- zona y ninguno est� bajo r�gimen ind�gena) en la identificaci�n, administrativo. conservaci�n y estudio de sitios patrimoniales. Apoyar la participaci�n institucional en actividades de identificaci�n, conservaci�n y estudio de sitios patrimoniales. No financiaci�n de Existen propiedades de colonos mestizos * Apoyo al proceso de la actividades en tierras o ladinos que se sobreponen sobre los regularizaci�n de la tenencia de en litigio territorios que tradicionalmente han la tierra. ocupado los pueblos ind�genas . Promover el acceso a mecanismos alternativos de resoluci�n de conflictos como los promotores o facilitadores de justicia. * Apoyo log�stico para resoluci�n de conflictos, asesor�a jur�dica y asambleas comunitarias. * Estudios especializados de temas claves de gesti�n en la RBTC. Flujograma para actividades de seguimiento a plan de mitigaci�n La figura siguiente representa la gu�a a seguir en cuanto a la identificaci�n de impactos sociales derivados de la ejecuci�n del proyecto y el tratamiento que deber� d�rsele a los posibles impactos negativos, responsabilidad que recaer� en los equipos t�cnicos nacionales. 59 Actividad Propuesta Identificaci�n de impactos negativos Notene t ||Teeipactos| iactos eatvos! Definir medidas | de mitiaaci�n | Aplicaci�n de medidas de mitigaci�n Monitoreo anual Para la identificaci�n de los posibles impactos negativos, que se asume ser�n causados por la implementaci�n de los subproyectos de planes de manejo, productivos y de investigaci�n, se recomienda que como parte de los Estudios especializados de temas claves de gesti�n en la RBTC, paralelamente a la implementaci�n de los subproyectos, se cuenta con los servicios de una firma consultora que identifique los impactos negativos y proponga medidas de mitigaci�n ajustadas a cada caso puntual. En cualquier circunstancia, el presupuesto de los subproyectos deber� contemplar los fondos necesarios para ejecutar las medidas recomendadas y factibles. El monitoreo de la implementaci�n de las medidas de mitigaci�n ser� responsabilidad de los equipos t�cnicos nacionales. CONCLUSIONES * Tomando en cuenta la poca presencia institucional en Honduras y las relaciones de poder locales en Nicaragua, se necesita implementar una Estrategia Binacional de Comunicaci�n y Concientizaci�n P�blica dirigida a la poblaci�n meta, con acciones priorizadas. * Existe la necesidad de un proceso permanente de socializaci�n p�blica del establecimiento de la Reserva de Biosfera Transfronteriza Coraz�n del CBM, resaltando el valor de los recursos existentes y las ventajas del manejo binacional. * La p�rdida de la biodiversidad dentro de la reserva demanda proyectos productivos que tiendan a involucrar a la poblaci�n en acciones de recuperaci�n y uso sostenible de los h�bitats especialmente el cuidado de acu�feros y el freno de la frontera agr�cola. 60 * El an�lisis legal de Honduras y Nicaragua demandan la existencia de proyectos de ley aprobados por los congresos respectivos encaminados a la protecci�n de ecosistemas binacionales como valor agregado. * Existe la necesidad de armonizar los planes de manejo de las �reas protegidas involucradas especialmente los criterios y aspectos productivos dentro de la reserva. RECOMENDACIONES * Socializar de forma permanente a escala binacional y por medio de organizaciones locales el establecimiento y consolidaci�n de la Reserva de Biosfera Transfronteriza "Coraz�n del Corredor Biol�gico Mesoamericano". * Implementar una Estrategia Binacional de Comunicaci�n y Concientizaci�n p�blica dirigida a la poblaci�n meta con acciones priorizadas. * Promover y capacitar a la poblaci�n en m�todos de producci�n alternativa, apoyando proyectos productivos que tiendan a involucrarla en acciones de recuperaci�n y uso sostenible de los h�bitats, especialmente la protecci�n de acu�feros y contenci�n del avance de la frontera agr�cola. * Promover la b�squeda de mercados para productos locales con est�ndares de calidad apropiadas que hayan sido producidas con t�cnicas amigables con el ambiente. * Establecimiento de un componente de armonizaci�n y formulaci�n de pol�ticas encaminados a la unificaci�n de criterios de manejo y la protecci�n de ecosistemas binacionales como valor agregado. * Establecer las necesidades y acciones de capacitaci�n y entrenamiento, principalmente para las Unidades Ambientales Municipales, implementando un programa permanente de capacitaci�n y educaci�n. * Dotaci�n de equipo y personal t�cnico necesario a las instituciones locales para que puedan realizar las labores de protecci�n y co-manejo de �reas protegidas. * Establecer acuerdos entre las instituciones gubernamentales, regionales y municipales para la implementaci�n de acciones tendientes a disminuir las pr�cticas de ganader�a y agricultura extensiva consuetudinaria dentro de la reserva. * Establecer un programa de monitoreo socioecon�mico y cultural para el establecimiento de una base de datos de informaci�n socioecon�mica que sirva para la adecuada toma de las decisiones. * Implementar un plan binacional de participaci�n y desarrollo Ind�gena, basado en las aspiraciones y cosmovisi�n de las comunidades beneficiadas. 61 BIBLIOGRAF�A Ben�tez E. 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