ENTRE LA ESPADA Y LA PARED LA ENCRUCIJADA DE LA POLÍTICA MONETARIA EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE Informe Semestral Oficina del Economista Jefe Regional Octubre 2017 Entre la espada y la pared: El dilema de la política monetaria en América Latina y el Caribe © 2017 Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento/Banco Mundial 1818 H Street NW, Washington DC 20433 Teléfono: 202-473-1000; Sitio web: www.worldbank.org Reservados algunos derechos 1 2 3 4 20 19 18 17 Este trabajo ha sido realizado por el personal del Banco Mundial con contribuciones externas. Los resultados, interpretaciones y conclusiones aquí expresadas no son necesariamente reflejo de la opinión del Banco Mundial, de su Directorio Ejecutivo, ni de los países representados por éste. El Banco Mundial no garantiza la exactitud de los datos que figuran en esta publicación. 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Végh, Luis Morano, Diego Friedheim y Diego Rojas. 2017. “Entre la espada y la pared: El dilema de la política monetaria en América Latina y el Caribe”. Informe semestral de LAC (octubre). Banco Mundial, Washington, DC. Doi: 10.1596/978-1-4648-1217-0. Licencia: Creative Commons Attribution CC BY 3.0 IGO. Traducciones: En caso de traducirse el presente trabajo, la cita de la fuente deberá ir acompañada de la siguiente nota de exención de responsabilidad: “La presente traducción no es obra del Banco Mundial y no deberá considerarse una traducción oficial de dicho organismo. El Banco Mundial no responderá por el contenido ni los errores de la traducción.” Adaptaciones: En caso de adaptarse la presente obra, por favor añádase la siguiente nota de exención de responsabilidad: “Esto es una adaptación de una obra original del Banco Mundial. 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Los miembros del Equipo de Gestión Regional del Banco Mundial para América Latina y el Caribe plantearon numerosas preguntas incisivas y proporcionaron información valiosa durante una presentación que tuvo lugar el 21 de septiembre del 2017. Un equipo de economistas especializados en diversos países que trabajan bajo la supervisión de Pablo Saavedra y Miria Pigato (Gerentes de la Práctica de Macroeconomía y Gestión Fiscal), y en especial Santiago Herrera, realizaron comentarios extremadamente útiles. Federico R. Bennett, Franco Gomes Ortiz y Samantha H. Witte proporcionaron excelente asistencia de investigación. Guillermo Vuletin (BID) y Daniel Riera-Crichton (Bates College) realizaron comentarios muy útiles sobre cuestiones conceptuales y técnicas relacionadas con el Capítulo 2. Daniel M. Ángel, Daniel Hernaiz, Angélica Sánchez Díaz y Samuel Pienknagura proporcionaron una mirada fresca durante los momentos clave previos a la finalización del informe. Alejandra Viveros (Gerente de Comunicaciones Externas) y Marcela Sánchez-Bender (Oficial de Comunicación) realizaron comentarios a lo largo de todo el proceso de elaboración del informe gracias a los cuales éste es más accesible para no economistas. Finalmente, este informe no habría llegado a buen término sin el infalible apoyo administrativo de Ruth Delgado, Ruth E. Flores y Jacqueline Larrabure. Octubre del 2017 |3 4 | Entre la espada y la pared Resumen ejecutivo Luego de una desaceleración de seis años (incluyendo una contracción del 1,3 por ciento el año pasado), se espera que la región de América Latina y el Caribe (LAC, por sus siglas en inglés, Latin America and the Caribbean) retome el crecimiento en el 2017, con pronósticos por parte de analistas de mercado de un aumento en el producto interno bruto (PIB) real del 1,2 por ciento en el año 2017 y del 2,3 por ciento en el 2018. La reanudación del crecimiento se debe primordialmente a la recuperación de Sudamérica (SA), cuyo pronóstico es del 0,6 por ciento para el 2017 y del 2,2 para el 2018, tras dos años consecutivos de contracción (el PIB real cayó un 1,2 por ciento en el 2015 y un 2,9 por ciento en el 2016). Dentro de SA, la recuperación estará liderada por el sólido repunte de Argentina, que se espera crezca un 2,8 por ciento en el 2017 y un 3,0 por ciento en el 2018 (luego de una contracción del 2,2 por ciento en el 2016), y por Brasil, que se prevé que retome la senda del crecimiento, con un 0,7 por ciento en el 2017 y un 2,3 por ciento en el 2018, después de contraerse durante dos años consecutivos. En el resto de la región, México continuará creciendo por encima del 2 por ciento (con un incremento esperado en el PIB real del 2,2 por ciento, tanto para el 2017 como para el 2018), mientras que el crecimiento en América Central y el Caribe se mantendrá justo por debajo del 4 por ciento en el 2017 y el 2018. En general, se espera que los factores externos que habitualmente han estado asociados al crecimiento de la región (los precios de las materias primas y el crecimiento de China para SA y el crecimiento de Estados Unidos para México, América Central y el Caribe), permanezcan estables o, a lo sumo, muestren una leve mejoría. Por otra parte, el incremento gradual de las tasas de interés mundiales, liderado por los aumentos en la Federal Funds Rate, y la lenta reversión de los significativos aumentos en la hoja de balance de la Reserva Federal (que datan desde la crisis financiera global), afectarán en última instancia a la liquidez global de forma negativa. No obstante, cabría esperar que el entorno internacional se mantenga relativamente neutral para la región en el futuro próximo, especialmente si las potenciales políticas proteccionistas de Estados Unidos no se materializan, al menos en la medida en que se esperaba a principios de este año. Esto implica que, en el corto plazo, la región tendrá que contar con sus propias fuentes de crecimiento; en concreto, necesitará reformas estructurales en los sistemas de pensiones, los mercados de trabajo y los sistemas educativos y aumentos en el gasto en infraestructura. Desafortunadamente, las necesidades de la región de aumentar el gasto en capital físico y humano probablemente se vean obstaculizadas por las limitaciones de los recursos fiscales. De hecho, como se enfatiza en el Capítulo 1 del informe, una de las principales preocupaciones macroeconómicas de la región proviene de la débil posición fiscal de la mayoría de los países, especialmente en SA. En efecto, 28 de los 32 países de la región tendrán un déficit fiscal en el 2017. El déficit mediano en la región será del 3,0 por ciento del PIB, mientras que en SA y en México, América Central y el Caribe (MCC, por sus siglas en inglés, Mexico, Central America and the Caribbean) ascenderá al 6,0 y al 1,5 por ciento, respectivamente. Durante el período 2011-2017, el aumento en el déficit fiscal mediano ha sido de 5,1 puntos porcentuales en SA, mientras que dicho aumento ha sido prácticamente nulo para MCC (desafortunadamente, las pérdidas sufridas a raíz de la reciente serie de desastres naturales que han afectado a México y el Caribe aumentarán |5 las presiones fiscales). No es sorprendente que la débil situación fiscal haya resultado en un nivel de deuda pública promedio para la región del 58,7 por ciento del PIB, con seis países con ratios de deuda que superan el 80 por ciento del PIB. Esto podría afectar negativamente a las calificaciones crediticias y, por lo tanto, al costo del endeudamiento (tanto interno como externo) de la región en un momento en que las condiciones financieras internacionales podrían endurecerse. Dada la frágil situación fiscal, una fuente de preocupación para el futuro cercano es que habrá poco margen para las políticas fiscales contracíclicas, necesarias para estimular el crecimiento y/o apoyar las reformas estructurales. Esto naturalmente tiende a poner más peso en la política monetaria con fines de macroestabilización. En este contexto, el Capítulo 2 (la parte principal de este informe) analiza en detalle cómo se ha conducido la política monetaria en la región y qué potencial tiene para estimular el crecimiento sin correr el riesgo de malograr las conquistas obtenidas en términos de la lucha contra la inflación. Concretamente, el capítulo se construye alrededor de un dilema crucial de la política monetaria al que se enfrentan varios países de la región. Considere un país exportador de materias primas que sufre un shock negativo a los términos de intercambio (como sucedió con la caída en el precio del petróleo a mediados del 2014). Este shock llevará, entre otras cosas, a una disminución en el PIB real, una caída en la entrada neta de capitales, un aumento en la inflación, y una depreciación de la moneda doméstica. ¿Cómo debería reaccionar la autoridad monetaria? Por un lado, si aumenta la tasa de interés de la política monetaria para defender el tipo de cambio y evitar una aceleración de la inflación, agravará la recesión/desaceleración (lo cual podría definirse como una política monetaria procíclica). Por otro lado, si reduce la tasa de la política monetaria para estimular la economía (política monetaria contracíclica), se arriesga a que se produzca una mayor depreciación, la cual podría acelerar la salida de capitales y depreciar aún más la moneda doméstica, dado que los agentes económicos se preocuparían por la inestabilidad macroeconómica. Cabe señalar que este dilema de la política monetaria no suele surgir en países industriales, ya que tienden a ser economías grandes donde el tipo de cambio juega un rol menor y, lo que es más importante, la inflación y el PIB tienden a estar correlacionados en forma positiva. El hecho de que el PIB y la inflación tiendan a caer en forma conjunta en una recesión (como sucedió en Estados Unidos durante la crisis financiera global, por ejemplo) implica que una reducción de la tasa de política monetaria puede servir al doble propósito de estimular la producción y evitar la deflación. En cambio, el PIB y la inflación/depreciación tienden a moverse en forma inversa en las economías emergentes. Además, el tipo de cambio es una variable clave para todas las economías pequeñas y abiertas, en las que incluso las depreciaciones moderadas tienen impactos potenciales perjudiciales debido a sus efectos sobre los pasivos denominados en moneda extranjera (el llamado problema de los pasivos dolarizados), a su traslado a los precios que genera una mayor inflación y a la pérdida de credibilidad en la estabilidad y sostenibilidad del marco existente de la política monetaria. Por estas razones, como se muestra en el Capítulo 2, los países industriales, casi sin excepción, han llevado a cabo una política monetaria contracíclica (esto es, han reducido las tasas de política monetaria en los malos tiempos), mientras que varios mercados emergentes (EM, por sus siglas en inglés, Emerging Markets) en general, y muchos países de LAC en particular, han aplicado una política monetaria procíclica (subiendo las tasas de política monetaria en los malos tiempos), agravando así la recesión/desaceleración. ¿Cómo pueden resolver los EM este dilema? La mejor manera sería tener un banco central independiente, niveles bajos de dolarización y un marco de política monetaria creíble (generalmente construido a lo largo de varios años) que inspire confianza en los mercados y evite que una depreciación moderada de la moneda doméstica en los malos tiempos se convierta en una fuente importante de inestabilidad. Este es el caso de Chile, que generalmente ha llevado a cabo una política monetaria contracíclica tal como lo hacen los países industriales. De hecho, siguiendo estos principios, varios países en la región han logrado pasar de una política monetaria procíclica a una política monetaria contracíclica. En concreto, el 6 | Entre la espada y la pared porcentaje de países procíclicos de LAC ha caído del 60 al 42 por ciento antes y después del 2007. En gran parte, no obstante, esto se debe a políticas contracíclicas fuertes (tanto fiscales como monetarias) aplicadas como respuesta a la crisis financiera global de 2008-2009. En otras palabras, el dilema de la política monetaria sigue acechando a muchos bancos centrales de la región. De hecho, este dilema de la política monetaria ha tomado recientemente una forma más sutil y dinámica en términos de la respuesta de los bancos centrales ante un shock negativo. Considérese nuevamente los efectos de la caída en los precios del petróleo de mediados del 2014 en algunas de las economías más grandes de SA. Como se mencionó previamente, dicha caída llevó a una reducción del PIB, a fuertes depreciaciones y a un despegue de la inflación. Como respuesta, países como Brasil restringieron severamente la política monetaria aumentando las tasas de política en un intento (en última instancia) exitoso de defender la moneda doméstica y controlar la inflación. Fue sólo después de que el tipo de cambio se estabilizara (luego de incrementarse en un 82 por ciento entre julio del 2014 y enero del 2016) y que la inflación comenzara a caer que el banco central inició un ciclo de expansión monetaria, reduciendo drásticamente la tasa de política en los últimos 12 meses. Este “ciclo dentro del ciclo” también puede observarse en Colombia, Perú, y Uruguay. En cambio, Chile redujo su tasa de política monetaria de forma inmediata en cuanto se produjo el shock negativo a los términos de intercambio. Esta respuesta de política monetaria nos recuerda una vez más que muchos países de LAC aún valoran considerablemente la estabilidad monetaria y cambiaria y se preocupan mucho ante la potencial inestabilidad que pueda causar un shock negativo. Esta preocupación es válida y puede hacer inevitable la prociclicalidad de la política monetaria, al menos en las primeras fases de respuesta a un shock negativo. Sin embargo, lo ideal sería construir instituciones monetarias fuertes que hagan que este tipo de respuestas sean innecesarias. En cambio, varios países han recurrido a un segundo instrumento de política, los encajes legales bancarios, como una forma de resolver el dilema de la política monetaria. La idea consiste en que, si se eleva la tasa de política monetaria para defender la moneda en los malos tiempos, el banco central puede entonces reducir los encajes legales, para estimular la economía. De hecho, varios países de LAC han recurrido frecuentemente al uso de los encajes legales (tanto en moneda nacional como en moneda extranjera) como otro instrumento de política monetaria. Finalmente, cabe destacar que cierta intervención ocasional en el mercado cambiario también debería ser parte del menú de políticas disponibles. Una intervención temprana en los mercados cambiarios para evitar la depreciación de la moneda doméstica puede liberar a la tasa de política monetaria para que pueda ayudar a la economía a recuperarse. |7 8 | Entre la espada y la pared Capítulo 1: Crecimiento y retos fiscales en la región Introducción Tras seis años de desaceleración del crecimiento (incluido el último con crecimiento negativo), se espera que la región de América Latina y el Caribe (LAC, por sus siglas en inglés, Latin America and the Caribbean) crezca alrededor de un 1,2 por ciento en el 2017 y un 2,3 por ciento en el 2018 (Tabla 1.1 y Gráfico 1.1, Panel A). Aunque modesto, este repunte en el 2017, que ha llegado tras una desaceleración sorprendentemente larga y profunda, constituiría el primer año con un aumento en el crecimiento desde el 2010. La mejora en el crecimiento con respecto al año anterior se debió principalmente a una fuerte recuperación en Argentina y a una recuperación más moderada en Brasil (si bien bastante sólida en comparación con los dos años previos de fuerte crecimiento negativo). TABLA 1.1. Crecimiento del PIB real en LAC Notas: Los valores subregionales son promedios ponderados. Sudamérica incluye Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela, RB. América Central incluye Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá. El Caribe incluye Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Dominica, República Dominicana, Granada, Haití, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas. Fuentes: Consensus Forecasts (septiembre del 2017) si están disponibles y, de lo contrario, estimaciones del Banco Mundial (septiembre del 2017) y WEO (Perspectivas de la Economía Mundial, por sus siglas en inglés, World Economic Outlook, abril del 2017). Vale la pena enfatizar dos elementos del desempeño del crecimiento de LAC. En primer lugar, el crecimiento promedio de la región enmascara una importante heterogeneidad entre sus subregiones. Mientras que América Central y el Caribe continúan creciendo a una tasa sólida cercana al 4 por ciento anual (Tabla 1.1), el crecimiento de México apenas supera el 2 por ciento y, por su parte, Sudamérica |9 (SA, por sus siglas en inglés, South America), finalmente está entrando en territorio positivo y se espera que crezca un 0,6 por ciento en el 2017. La recuperación de SA está liderada por el robusto repunte de Argentina, cuyo crecimiento esperado para el 2017 es del 2,8 por ciento (Tabla 1.1), y por la recuperación moderada de Brasil que constituye, no obstante, una gran mejora en relación a los dos años anteriores de contracción (el producto cayó un 3,8 por ciento en el 2015 y un 3,6 por ciento en el 2016). GRÁFICO 1.1. LAC: Crecimiento del PIB real PANEL A. LAC PANEL B. Subregiones PANEL C. Países seleccionados de SA Notas: Los valores subregionales son promedios ponderados. Fuentes: Consensus Forecasts (septiembre del 2017) si están disponibles y, de lo contrario, estimaciones del Banco Mundial (septiembre del 2017) y WEO (abril del 2017). 10 | Entre la espada y la pared Esta heterogeneidad también se observa país por país. El Gráfico 1.2 muestra la tasa de crecimiento en el 2016 y los pronósticos para el 2017 y 2018 para cada país de LAC. Cuatro de las cinco economías que más crecieron en el año 2016 pertenecen al grupo formado por México, América Central y el Caribe (MCC),1 mientras que sólo una de estas cinco economías (Bolivia) pertenece a SA. Además, solamente tres economías sudamericanas tuvieron un desempeño superior al desempeño promedio de MCC, a saber, Perú, Paraguay y la ya mencionada Bolivia. La tasa media de crecimiento del producto interno bruto (PIB) real para todos los países en el 2017 es del 2,4 por ciento, con una mediana para MCC de 2,4 y de 1,8 para SA. Por lo tanto, una vez más, a MCC le está yendo mejor en términos de crecimiento que a SA. GRÁFICO 1.2. Crecimiento del PIB real en LAC por país, 2016-2018 Notas: Los valores subregionales son promedios ponderados. Fuentes: Consensus Forecasts (septiembre del 2017) si están disponibles y, de lo contrario, estimaciones del Banco Mundial (septiembre del 2017) y WEO (abril del 2017). En segundo lugar, la región ha tenido resultados inferiores a los de sus pares durante la última década y media (Gráfico 1.3). Aunque la mayoría de las economías del mundo crecieron más lentamente después del 2011 que durante el período 2003-2011 (excluyendo el año 2009), la desaceleración en LAC fue particularmente fuerte. El Gráfico 1.3 compara la tasa de crecimiento del PIB de SA y MCC con la de las principales economías del mundo (G-7), China y otros países de medianos ingresos de Europa y Asia central (ECA, por sus siglas en inglés, Europe and Central Asia) y Sudeste Asiático (SEA, por sus siglas en inglés, Southeast Asia). Además, el Gráfico 1.3 muestra el desempeño relativo de SA y MCC frente a un grupo de pares. Los países pares se escogieron teniendo en cuenta las similitudes en las diferentes características de las economías de cada región. SA ha tenido un rendimiento inferior 1 Por sus siglas en inglés, Mexico, Central America and the Caribbean. | 11 al de sus pares, en especial en el 2016, año en el cual su PIB se contrajo, mientras que sus pares crecieron alrededor del 2 por ciento en promedio. Así sucedió también en MCC, cuyo desempeño ha sido sistemáticamente inferior al de sus pares desde el 2002. Además, se espera que tanto SA como MCC crezcan por debajo de sus pares tanto en el 2017 como en el 2018. GRÁFICO 1.3. Crecimiento del PIB real: Comparaciones internacionales Notas: Los valores subregionales son promedios ponderados. Los pares de SA incluyen Ghana, Indonesia, Nigeria, la Federación de Rusia, Sudáfrica y Uzbekistán. Los pares de MCC incluyen Bangladesh, Malasia, Pakistán, Filipinas, Tailandia y Turquía. ECA incluye Croacia, República Checa, Hungría, Lituania, Polonia y Turquía. Los MIC (países de ingreso mediano, por sus siglas en inglés, middle-income countries) de SEA incluyen Indonesia, Malasia, Filipinas y Tailandia. Fuentes: Consensus Forecasts (septiembre del 2017) si están disponibles y, de lo contrario, estimaciones del Banco Mundial (septiembre del 2017) y WEO (abril del 2017). Dada la diferencia significativa entre el crecimiento de las distintas subregiones de LAC, es natural preguntarse qué factores podrían explicar dicho fenómeno y si se trata de factores externos o internos. La siguiente sección aborda estas preguntas. Disminución del crecimiento y rol de los factores externos Desde la perspectiva de una economía pequeña y abierta, como las de LAC, los factores externos juegan un rol fundamental en la determinación del crecimiento. De hecho, los factores externos han sido un determinante crucial de la marcada desaceleración del crecimiento experimentada por SA desde el 2011. Habitualmente, el precio de las materias primas, el crecimiento de China y los Estados Unidos y la liquidez internacional (medida, por ejemplo, mediante el rendimiento real de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años), se encuentran entre los factores externos más importantes. El Gráfico1.4 muestra la evolución reciente de estos cuatro factores, cuyas características más sobresalientes son el 12 | Entre la espada y la pared final del superciclo de las materias primas y la desaceleración de China.2 El final del superciclo de las materias primas fue un shock negativo para los exportadores netos (SA y México) y positivo para los importadores netos (América Central y el Caribe). Mientras tanto, la desaceleración del crecimiento en China y Estados Unidos fue un shock negativo para toda la región. Por el momento, sin embargo, los precios de las materias primas parecen haberse estabilizado, al igual que el crecimiento en China y Estados Unidos. GRÁFICO 1.4. Factores externos que afectan a LAC PANEL A. PANEL B. Precios de las materias primas Crecimiento del PIB real de China PANEL C. PANEL D. Crecimiento del PIB real de EE. UU. Rendimiento real bonos EE. UU. a 10 años Nota: Se incluyeron los pronósticos para el 2018 cuando estaban disponibles. Fuentes: Bloomberg, Haver Analytics y datos de precios de materias primas del Banco Mundial (Pink Sheets). Para ilustrar la importancia cuantitativa de los factores externos para el crecimiento de SA, utilizamos el modelo WIM como en ediciones previas de este informe. El modelo estima los efectos de cuatro variables externas sobre la tasa de crecimiento de cada país en SA (ver De La Torre, Levy Yeyati y 2 Para una explicación histórica del superciclo, véase Erten y Ocampo (2013). | 13 Pienknagura, 2013). Las variables explicativas son: la tasa de crecimiento del G-7 mencionada previamente, el crecimiento de China, un índice de precios de las materias primas y el rendimiento real del bono del Tesoro estadounidense a 10 años utilizado como indicador del costo global del capital. El Gráfico 1.5 ilustra los resultados del modelo. La línea azul muestra la tasa de crecimiento observado de SA, mientras que la línea roja muestra la tasa de crecimiento predicha por el modelo, cuyo valor resume el efecto de los factores externos sobre la tasa de crecimiento. Por lo tanto, la diferencia entre ambas líneas se puede interpretar como la influencia de los factores internos. El gráfico deja claros dos aspectos importantes. En primer lugar, la fuerte desaceleración del crecimiento sufrida por SA desde el 2011 se debió principalmente a factores externos, como se deduce claramente del hecho de que la línea roja prácticamente no deja de caer desde el 2010. En segundo lugar, el efecto neto de los factores externos sobre el crecimiento de SA al final del período de la muestra (2017.T2) es sólo del 0,9 por ciento. En otras palabras, SA tendrá que generar su propio crecimiento, por así decirlo, en lugar de depender de vientos externos favorables que serán ahora muy suaves en el mejor de los casos. GRÁFICO 1.5. Cuantificación del rol de los factores externos en el crecimiento de SA Fuente: Estimaciones de los autores basadas en datos de Bloomberg y Haver Analytics. Ajuste fiscal en LAC Desafortunadamente, la necesidad de LAC de invertir más en capital humano y físico para generar su propio crecimiento llega en un momento en que la situación fiscal de la mayoría de los países de la región es débil, como lo refleja el hecho de que 28 de los 32 países tienen déficit fiscal (Gráfico 1.6). El déficit fiscal mediano para la región es del 3,0 por ciento del PIB y el de SA (6,0 por ciento) 14 | Entre la espada y la pared cuadruplica el de MCC (1,5 por ciento).3 Si hay un lado positivo, es el hecho de que muchos países de MCC en realidad tienen un superávit primario, lo que es poco frecuente en los países de SA. En cambio, con la excepción de Paraguay y Colombia, se espera que todos los países de SA tengan un déficit primario en el 2017. GRÁFICO 1.6. Balances fiscales en LAC, 2017p Fuentes: Estimaciones del Banco Mundial (septiembre del 2017) si están disponibles y, de lo contrario, WEO (abril del 2017). El Gráfico 1.7 muestra el deterioro fiscal de los países de la región durante el período 2011-2017. Nuevamente, se aprecia una marcada diferencia entre SA y MCC. Mientras que en SA el aumento mediano del déficit fue del 5,1 por ciento del PIB, en MCC el aumento mediano fue prácticamente nulo. El aumento del déficit en SA se debe al incremento de 3,0 puntos porcentuales del gasto y a la caída de 1,9 puntos porcentuales de los ingresos. En cambio, en MCC el gasto mediano disminuyó 0,9 puntos porcentuales, mientras que los ingresos aumentaron 1,8 puntos porcentuales. Varios factores han contribuido al deterioro fiscal en SA. En primer lugar, la mayoría de los gobiernos de SA no lograron ahorrar lo suficiente durante la década dorada de 2003-2013, cuando los precios de las materias primas eran extremadamente altos, pues gastaron la mayor parte de las ganancias extraordinarias. 4 Si bien parte del gasto fue sin duda importante para mejorar las condiciones sociales y abordar otras necesidades públicas, un principio cardinal de las finanzas públicas es que los gastos permanentes sólo deberían financiarse con aumentos permanentes en los ingresos. En cambio, el 3 Desafortunadamente, la serie reciente de desastres naturales en México y el Caribe supondrá, como es lógico, una carga fiscal adicional, como se detalla en el Recuadro 1.1. 4Esta prociclicalidad de la política fiscal se analizó en detalle en nuestro informe semestral anterior (Végh, Lederman y Bennett, 2017). | 15 aumento de los gastos permanentes basado en aumentos principalmente temporarios de los ingresos sembrará las semillas de futuros problemas fiscales. En segundo lugar, las desaceleraciones suelen reducir los ingresos automáticamente debido a la caída en la base tributaria, que normalmente es muy elástica con respecto al PIB de la región (su elasticidad en general es superior a uno, como se muestra en Sancak, Velloso y Xing, 2010). En este sentido, la gran diferencia entre el desempeño del crecimiento de SA y de MCC explica parte de la diferencia en el comportamiento de sus cuentas fiscales. GRÁFICO 1.7. Deterioro fiscal en LAC, 2011-2017p Fuentes: Estimaciones del Banco Mundial (septiembre del 2017) si están disponibles y, de lo contrario, WEO (abril del 2017). El nivel promedio de la deuda bruta de la región es del 58,7 por ciento del PIB y en muchos países supera el 80 por ciento. Los mayores niveles de déficit/deuda pública en última instancia tienen un impacto negativo sobre las calificaciones crediticias internacionales. De hecho, el Gráfico 1.9 muestra una relación negativa y significativa entre los mayores déficits fiscales y las calificaciones crediticias, lo que implica que los mercados perciben que la magnitud del déficit afecta a la capacidad de pago de los países. De hecho, incluso Chile vio su calificación crediticia de Fitch reducida de A+ a A en agosto del 2017 debido al deterioro de la situación fiscal. Las peores calificaciones crediticias tienen, por supuesto, un impacto financiero negativo directo, ya que aumentan el costo de renovar la deuda existente o emitir nueva deuda. 16 | Entre la espada y la pared GRÁFICO 1.8. LAC: Deuda bruta y neta en el 2017 Fuentes: Estimaciones del Banco Mundial (septiembre del 2017) si están disponibles y, de lo contrario, WEO (abril del 2017). GRÁFICO 1.9. Déficit total en el 2017 y calificaciones crediticias Fuentes: Estimaciones del Banco Mundial (septiembre del 2017) y calificaciones crediticias de Fitch. | 17 GRÁFICO 1.10. Déficits fiscales en países seleccionados de LAC Fuente: Estimaciones del Banco Mundial (septiembre del 2017). Dada la precaria situación fiscal en SA, no hay duda que los países de dicha región necesitarán realizar ajustes en el futuro próximo. Sin embargo, el Gráfico 1.10 muestra que, con la excepción de México, el ajuste fiscal está avanzando con bastante lentitud en varios de los principales países de LAC. Si bien un ajuste gradual no es necesariamente una mala estrategia dado que la recuperación todavía es débil, parece inevitable que muchos países tendrán que acelerar el ajuste fiscal en un futuro cercano. El Gráfico 1.11 presenta una medida del ajuste en el balance primario que se necesitaría para estabilizar la deuda bruta corriente como porcentaje del PIB (véase el Apéndice A para más detalles). Vale la pena señalar que los países que necesitan ajustes importantes se concentran en SA. Por ejemplo, los cinco que necesitan el mayor ajuste son Trinidad y Tobago, Ecuador, Brasil, Surinam y Bolivia. Es natural preguntarse cómo lograr este ajuste fiscal. En muchos países (y particularmente en SA), la posibilidad de aumentar los ingresos (como porcentaje del PIB) parece ser bastante limitada, pues las cargas tributarias ya son bastante altas. Además, es poco probable que el crecimiento esperado haga mella en los países con déficits fiscales relativamente altos. El Gráfico 1.12 trata de arrojar algo de luz sobre el lado del gasto fiscal. Cada barra representa el gasto en salarios, beneficios sociales y pagos de intereses de la deuda como porcentaje del gasto total. La visión convencional es que estas categorías de gastos son difíciles de recortar (es decir, son “rígidas”), ya sea debido a problemas de economía política o de acceso al mercado crediticio. Por lo tanto, cuanto mayores son los gastos rígidos, más difícil es bajar el déficit mediante la reducción del gasto. En SA, los países que requieren un mayor ajuste fiscal suelen ser aquellos cuyos gastos son más rígidos. De hecho, cuatro de los seis países con mayor rigidez del gasto de SA están también en la lista de países con una mayor necesidad de ajuste fiscal. 18 | Entre la espada y la pared GRÁFICO 1.11. Tamaño de los ajustes fiscales necesarios para estabilizar la deuda pública Notas: Cada barra muestra el ajuste del superávit primario necesario para que la deuda pública como porcentaje del PIB se mantenga constante. Véase el Apéndice A para más detalles. Fuentes: Estimaciones del Banco Mundial (septiembre del 2017) si están disponibles y, WEO (abril del 2017). GRÁFICO 1.12. LAC: Rigideces fiscales como porcentaje del gasto total Nota: Por definición, los gastos rígidos incluyen salarios, beneficios sociales y pago de intereses. Fuente: WEO (abril del 2017). | 19 RECUADRO 1.1. MCC: Efectos fiscales de los desastres naturales Durante agosto y septiembre del 2017, muchos países de LAC se vieron afectados por varios desastres naturales. El 18 de agosto, el huracán Harvey tocó tierra en Guyana y continuó su periplo destructor hacia la zona continental de Estados Unidos. A principios de septiembre, el huracán Irma azotó el Caribe y causó daños catastróficos propios de un huracán de categoría 5. Doce días después, el huracán María, también de categoría 5, azotó el Caribe y devastó islas como Dominica y Antigua y Barbuda. Aunque las evaluaciones de los daños causados por esta devastadora temporada de huracanes aún no han sido completadas, el hecho es que desdeel año 1980 (y antes de Irma y María), ocho países del Caribe han tenido pérdidas por desastres naturales que han excedido el 50 por ciento del PIB. En algunos casos, las grandes pérdidas relacionadas con los huracanes pueden incluso exceder el PIB total anual de una pequeña nación insular. El 19 de septiembre, un terremoto de grado 7,1 sacudió el centro de México y causó daños en los estados de Puebla y Morelos y en el área metropolitana de la Ciudad de México, incluido el colapso de más de 40 edificios. Doce días antes, un terremoto aún más fuerte había sacudido la costa del estado de Chiapas y causado daños significativos en algunas de las zonas más pobres del país. Estos terremotos dejaron un saldo de más de 450 víctimas. Estas tragedias recientes representan un desafío adicional para los países afectados, dado que tendrán que acometer programas de reconstrucción en un contexto de espacio fiscal limitado. Como se puede ver en el Gráfico 1.8, los países de MCC, a diferencia de los países de SA, tienen stocks relativamente altos de deuda bruta. De hecho, el promedio de MCC está aproximadamente ocho puntos por encima del promedio de LAC. En concreto, los países del Caribe se enfrentan al reto más difícil, ya que tienen los mayores stocks de deuda como porcentaje del PIB. Por ejemplo, Antigua y Barbuda (una de las economías más afectadas por Irma) tiene una deuda bruta del 90,1 por ciento del PIB. La posición fiscal de los países afectados tampoco es sólida. Dominica, por ejemplo, tiene el segundo mayor déficit fiscal de MCC (3,7 por ciento del PIB) y Guyana también tiene un déficit fiscal relativamente grande (5,7 por ciento del PIB). Por otro lado, estos países deberían tener un multiplicador impositivo relativamente bajo, de hecho cercano a cero, de acuerdo con Gunter, Riera-Crichton, Végh y Vuletin (2017), ya que parten de un nivel inicial relativamente bajo de tasas impositivas (IVA), lo cual debería permitirles, en el medio plazo, lograr la movilización de los recursos necesarios para los programas de reconstrucción a un costo menor. Rol de la política monetaria Como se mencionó anteriormente, desde el 2011, la tasa de crecimiento promedio de LAC no ha dejado de disminuir (aunque este año se producirá un repunte). Esta desaceleración se debe esencialmente al pobre desempeño del crecimiento de SA, ya que los países de MCC han tenido tasas de crecimiento más estables. Sin embargo, debido a la presencia generalizada de déficits fiscales y niveles relativamente altos de deuda pública, el margen existente para implementar posibles políticas 20 | Entre la espada y la pared fiscales contracíclicas es extremadamente limitado. De hecho, los países tendrán que continuar con la consolidación fiscal en forma gradual, debido a las ya altas cargas impositivas y a la gran cantidad de gastos “rígidos”. En este contexto, el rol de la política monetaria a lo largo del ciclo adquiere especial relevancia en la medida en que podría ayudar a dar más ímpetu al crecimiento económico. TABLA 1.2. Política monetaria en LAC Notas: El dólar del Caribe Oriental (moneda común emitida por el BCCO) tiene el tipo de cambio fijado con el dólar de Estados Unidos a 2,7 XCD por 1 USD. "EL" significa encajes legales. "nd" y "na" significan no disponible y no aplicable, respectivamente. Fuentes: Bancos centrales nacionales y WEO (abril del 2017). El rol potencial de la política monetaria no depende solamente del margen disponible para la política fiscal, la naturaleza cíclica de los instrumentos de política monetaria y la naturaleza del shock al que se enfrente la economía, sino también del marco institucional. La Tabla 1.2 presenta estadísticas descriptivas para todos los bancos centrales de LAC. La columna 1 indica qué países tienen actualmente un régimen de metas de inflación (MI); la columna 2 indica la fecha en que comenzó el régimen de MI (si lo hay); la columna 3 muestra el objetivo de inflación para el 2017; la columna 4 muestra la tasa de inflación del 2016; la columna 5 muestra el pronóstico de inflación para el 2017; la columna 6 muestra el régimen de tipo de cambio vigente; la columna 7 indica si los países tienen encajes legales o no; y, en caso de tenerlos, la columna 8 especifica si los utilizan como herramienta de estabilización macroeconómica o no. Aproximadamente un tercio de los países de LAC tienen tipo de cambio flexible, un tercio lo tienen fijo y el resto tienen regímenes de flotación sucia.5 Entre los 5 Se ha utilizado la clasificación de Ilzetzki, Reinhart y Rogoff (2017). | 21 países con regímenes de tipo de cambio flexible, la principal diferencia es si tienen un régimen de MI o no. Casi todos los regímenes de MI comenzaron a establecerse en el nuevo milenio y han logrado mantener la inflación baja. El Gráfico 1.13 muestra la trayectoria de la inflación y la tasa de cambio nominal para cuatro países con MI seleccionados. Como se puede ver en los casos de Colombia y Brasil, la relación positiva entre la inflación y el tipo de cambio nominal es bastante clara: cuando el tipo de cambio subió a mediados del 2014 (es decir, cuando la moneda comenzó a depreciarse), la inflación se aceleró. Un patrón similar, aunque menos marcado, se observa en Perú y Uruguay. Teniendo en cuenta estos antecedentes, en el Capítulo 2 se analiza el rol de la política monetaria en un contexto en el que la economía se desacelera debido a shocks externos como, por ejemplo, el deterioro de los términos de intercambio. En este escenario, las autoridades monetarias se enfrentan a la disyuntiva de aplicar medidas de política contracíclicas o defender su moneda. Este dilema pone a las autoridades monetarias entre la espada y la pared. GRÁFICO 1.13. Tipos de cambio nominal (enero 2014 = 100) e inflación anual PANEL A. Brasil PANEL B. Colombia PANEL C. Perú PANEL D. Uruguay Fuentes: Datos de bancos centrales y Haver Analytics. 22 | Entre la espada y la pared Capítulo 2: El dilema de la política monetaria en los mercados emergentes Introducción Considere la siguiente situación, típica de los mercados emergentes exportadores de materias primas, pero aplicable en general a todos los mercados emergentes (EM, por sus siglas en inglés, Emerging Markets) en respuesta a otros shocks, como un aumento de las tasas de interés mundiales. Una caída repentina en los precios de las materias primas generalmente conduce a (véase el Gráfico 2.1): 6 • Una desaceleración/recesión en la actividad económica • Una caída en las entradas netas de capital • Una depreciación de la moneda doméstica • Un aumento en la inflación Como respuesta, cabe preguntarse si el banco central debería: • Aumentar la tasa de política monetaria para defender la moneda/luchar contra la inflación, incluso a costa de agravar la desaceleración • O bajar la tasa de política monetaria para estimular la actividad económica pero arriesgándose a que la depreciación y la inflación se agudicen Este es un dilema fundamental de la política monetaria al que los EM se han enfrentado muchas veces desde que las cuentas de capital son relativamente abiertas. Este dilema, por ejemplo, ya acaparó la atención de los analistas económicos durante las crisis asiáticas de 1997-1998. En respuesta a la rápida depreciación de las monedas, el FMI recomendó que los bancos centrales aumentasen las tasas de política para estabilizar la moneda, incluso a costa de empeorar una actividad económica ya débil. 7 6El Gráfico 2.1 ilustra este patrón para el caso de Brasil para el período 1995T1-2017T1 utilizando un modelo estructural de vectores autorregresivos (SVAR, por sus siglas en inglés, Structural Vector Autoregression). Cada panel muestra la respuesta, como desviación del equilibrio inicial, de la variable indicada ante un shock negativo a los términos de intercambio. 7 Como dijera Stanley Fischer (en ese momento, Subdirector Gerente del FMI), “al sopesar la cuestión [de si los programas eran demasiado duros], es importante recordar que cuando se acercaron al FMI, las reservas de Tailandia y Corea estaban peligrosamente bajas y la rupia indonesia estaba excesivamente depreciada. Por lo tanto, la tarea primordial era, y sigue siendo, restablecer la confianza en la moneda. Para lograr esto, los países tienen que lograr que sea más atractivo tener moneda nacional, lo que a su vez requiere un aumento temporario de las tasas de interés, incluso aunque esto complique la situación de los bancos y las empresas. Esta es una lección clave del Efecto Tequila en América Latina en 1994-95, así como de la experiencia más reciente de Brasil, la República Checa, Hong Kong y Rusia, que han evitado los ataques a sus monedas en los últimos meses con un ajuste oportuno y contundente de las tasas de interés combinado con otras medidas de apoyo. Una vez que se restablece la confianza, las tasas de interés pueden volver a niveles más normales”. | 23 Esta recomendación provocó profundos desacuerdos de economistas reconocidos como Joseph Stiglitz y Jeffrey Sachs, quienes enfatizaron no sólo los costos sobre la producción de elevar las tasas de política monetaria sino también los costos fiscales.8 9 GRÁFICO 2.1. Respuesta típica de un país exportador de materias primas de LAC ante un shock negativo a los términos de intercambio PANEL A. Inflación PANEL B. Flujos netos de capitales PANEL C. PIB real PANEL D. Tasa de política monetaria Nota: Los datos corresponden a Brasil 1995T1-2017T1. Las líneas punteadas son intervalos de confianza al 90 por ciento en torno a las respuestas al shock basadas en un modelo SVAR. Véase el Apéndice B para más detalles. Fuentes: Estimaciones de los autores basadas en datos del Banco Central do Brasil, Bloomberg, Haver Analytics e Ipeadata. 8 Sobre el caso de Brasil, por ejemplo, Sachs argumentó (Financial Times, 22 de enero del 1999) que “en aquel momento [cuando se desató la crisis asiática], se debió realizar una reevaluación urgente de la política monetaria y cambiaria. Y sin embargo, el FMI defendió la decisión brasileña en octubre del 1997 de elevar la tasa de interés al 50 por ciento anual precisamente para frenar la depreciación de la moneda. Esta decisión fue fatal. Cimentó el fin del crecimiento económico brasileño y creó una bomba de tiempo fiscal”. Bosworth, Furman, Stiglitz y Radelet (1998) argumentaron que el aumento de las tasas de interés podría generar incluso una depreciación de la moneda doméstica en lugar de una apreciación. 9Teóricamente, Hnatkovska, Lahiri y Végh (2016) muestran que, efectivamente, sí es posible que un aumento en la tasa de política monetaria conduzca a una depreciación de la moneda si la caída de la producción y el aumento del déficit fiscal debido al aumento del servicio de la deuda pública (dos factores que tienden a depreciar la moneda) pesan más que el aumento de la demanda de activos denominados en moneda doméstica (que tiende a apreciar la moneda). 24 | Entre la espada y la pared Este capítulo analizará detalladamente este dilema de la política monetaria al que se enfrentan los EM. En términos de política monetaria, esta es probablemente la decisión más importante que los bancos centrales deben tomar a lo largo del ciclo económico. De hecho, los banqueros centrales a menudo se preguntan qué decisión tomar, ya que se ven obligados a elegir entre la depreciación/inflación y la caída de la actividad económica. Para contextualizar el tema, la siguiente sección distingue claramente este dilema de otros tratados en la literatura económica. A continuación, el capítulo analiza este dilema desde el punto de vista de la ciclicalidad de la política monetaria. Elegir defender la moneda/combatir la inflación en tiempos de recesión equivale a seguir una política monetaria procíclica (es decir, la política monetaria agrava la recesión subyacente), mientras que reducir las tasas de interés y no preocuparse por la depreciación implica aplicar una política monetaria contracíclica. Mostraremos que, a diferencia de lo acontecido en los países desarrollados, los mercados emergentes han seguido tradicionalmente una política monetaria procíclica, aunque recientemente muchos de ellos han logrado cambiar de política monetaria procíclica a contracíclica. 10 Dado que el dilema de la política monetaria se debe esencialmente a que se dispone de un solo instrumento de política (la tasa de interés de política monetaria) para influenciar dos variables (el producto y la inflación/depreciación), este capítulo analizará el uso de los encajes legales como un instrumento adicional al que los EM han recurrido a menudo. Además, mostraremos que la intervención en el mercado de divisas también ha sido parte de la combinación de políticas utilizadas por los EM para reducir la dependencia de la tasa de política monetaria de la moneda doméstica. Finalmente, analizaremos un ciclo de política monetaria más sutil dentro del ciclo económico (que varios países de LAC han seguido recientemente) en el cual el banco central elige defender la moneda/combatir la inflación y, sólo una vez que ha logrado estabilizar estas variables, reduce la tasa de política monetaria para estimular la actividad económica. Sobre dilemas y trilemas: ¿por qué es distinto el dilema de los EM? Este dilema de la política monetaria de los EM está, por supuesto, relacionado con el famoso trilema (o imposible trinidad) bien conocido en la macroeconomía de las economías abiertas, si bien es diferente. La imposible trinidad establece que una economía abierta no puede tener simultáneamente: (i) tipo de cambio fijo, (ii) libre movilidad del capital y (iii) una política monetaria independiente. Aunque teóricamente sigue siendo válido, este trilema ha perdido relevancia dado que los EM (y particularmente los países de LAC), en general, han elegido tener una cuenta de capital abierta y tipo de cambio relativamente flexible en el contexto de regímenes de metas de inflación. En otras palabras, los EM han elegido (ii) y (iii) y han renunciado a los tipos de cambio fijos dadas algunas experiencias traumáticas (el final catastrófico del Plan de Convertibilidad en Argentina en el 2001 siendo el último y quizás el más famoso fracaso de tipo de cambio fijo de los últimos 40 años).11 Como consecuencia, 10En nuestro informe semestral anterior (Végh, Lederman y Bennett, 2017) observamos el mismo fenómeno para la política fiscal y mostramos cómo, tradicionalmente, los EM (y los países de LAC) han seguido una política fiscal procíclica. Para un análisis previo de la ciclicalidad de la política monetaria véanse Végh y Vuletin (2013) y Cordella, Federico, Végh y Vuletin (2014). 11Nos referimos a las economías grandes de la región, principalmente a las de Sudamérica. Como indica la Tabla 1.2 del Capítulo 1, las economías más pequeñas (principalmente las del Caribe) continúan operando con tipo de cambio fijo, lo | 25 este trilema tradicional ya no es relevante sencillamente porque, en la práctica, se ha resuelto a favor de una cuenta de capital abierta y tipo de cambio flexible. En cambio, el nuevo dilema de la política monetaria de los EM surge precisamente en un contexto de cuenta de capital abierta y una política monetaria independiente. Este dilema de la política monetaria de los EM también está relacionado con el argumento de Hélène Rey (2013) según el cual el trilema tradicional se ha convertido en un dilema (la elección entre una cuenta de capital abierta o una política monetaria independiente). En otras palabras, Rey argumenta que el ciclo financiero global limita severamente la autonomía de la política monetaria independientemente del régimen de tipo de cambio. En este respecto, cabe efectuar dos argumentos. En primer lugar, el dilema de Rey es muy diferente del presentado en este informe (que asume una cuenta de capital abierta y se refiere a la elección entre relajar o restringir la política monetaria como respuesta a un shock externo). En segundo lugar, como argumentan convincentemente Obstfeld, Ostry y Qureshi (2017), la evidencia es consistente con la idea de que el régimen de tipo de cambio todavía es muy relevante para los EM y que los tipos de cambio flexibles tienen un efecto significativo sobre la transmisión de los shocks financieros a las economías de los países. 12 Además, las preferencias reveladas son claramente consistentes con esta idea. Si la idea de Rey fuera cierta para los EM, deberíamos observar que les resulta básicamente indiferente el régimen de tipo de cambio que elijan, mientras que la evidencia sugiere de manera abrumadora que, en general, la mayoría ha optado por un tipo de cambio flexible en contextos de regímenes de metas de inflación justamente porque esto aporta credibilidad al marco monetario y contribuye a la baja en la inflación (véase la Tabla 1.2 del Capítulo 1). Fundamentalmente, el dilema de la política monetaria tratado en este capítulo podría verse como una aplicación de la llamada regla de Tinbergen según la cual debe haber al menos el mismo número de instrumentos que objetivos ya que, de lo contrario, algunos de los objetivos pueden no lograrse.13 En este contexto, se puede considerar que la autoridad monetaria tiene dos objetivos (el producto y la depreciación/inflación) y un único instrumento: la tasa de política monetaria.14 Esto implica que la autoridad monetaria se ve obligada a elegir entre estos dos objetivos. Si bien, en principio, este dilema de la política monetaria de los EM sería igualmente aplicable a los países desarrollados, en la práctica no sucede así sencillamente porque, en los países desarrollados, la producción y la inflación suelen estar positivamente correlacionadas.15 Dicho de otro modo, los períodos cual tiene sentido dado su tamaño y sus vínculos con Estados Unidos relacionados con el turismo y otros servicios (véase, por ejemplo, Lederman y Lesniak, 2017). 12En una investigación relacionada, Cadavid Sánchez y Ortiz Bolaños (2017) documentan una caída significativa de la inflación en Brasil, Chile, Colombia, México y Perú después de la implementación de un régimen de metas de inflación. Así llamada en honor a Jan Tinbergen (1903-1994), economista holandés que fuera galardonado con el primer Premio 13 Nobel de Economía en el año 1969. 14La depreciación y la inflación están alta y positivamente correlacionadas, por lo que pueden considerarse como un objetivo único. 15Esta es la típica inflación “keynesiana” de los modelos de precios rígidos, debido a que la demanda agregada excede (o es inferior) a la oferta agregada, lo que hace que los precios suban (bajen). 26 | Entre la espada y la pared de auge económico tienden a generar un alza en la inflación, mientras que las recesiones están acompañadas de una caída de la inflación. En cambio, la inflación y la producción suelen estar negativamente correlacionadas en los mercados emergentes.16 El Gráfico 2.2 ilustra este patrón al mostrar las correlaciones entre los componentes cíclicos de la inflación y el PIB real para 36 países (25 industriales, 10 sudamericanos y México). La correlación promedio es positiva para los países industriales (0,15), negativa para los países de América del Sur (- 0,23) y altamente significativa en ambos casos. GRÁFICO 2.2. Correlaciones por país entre componentes cíclicos de la tasa de inflación y el PIB real Nota: Los componentes cíclicos se han calculado utilizando el filtro Hodrick-Prescott. Fuentes: Cálculos de los autores basados en datos de Haver Analytics y IFS (por sus siglas en inglés International Financial Statistics). La correlación positiva entre la producción y la inflación en los países desarrollados implica que el único instrumento de política, esto es, la tasa de interés de la política monetaria, puede lidiar con ambos objetivos al mismo tiempo. Por ejemplo, en expansiones con inflación creciente, las tasas de política monetaria más altas deberían, en principio, ayudar a enfriar la economía y reducir la inflación. En resumen, este dilema de la política monetaria de los EM es completamente distinto del trilema tradicional y del nuevo dilema de Rey. Se trata de un dilema específico de los EM, motivo por el cual nos referimos a él como el “dilema de la política monetaria de los EM”, y afecta a aquéllos con una cuenta de capital abierta que se ven obligados a elegir entre defender el tipo de cambio/combatir la 16 Véase Cordella y Gupta (2015) para un análisis detallado de este tema. | 27 inflación y estimular la actividad económica.17 En otras palabras, los bancos centrales de los mercados emergentes se encuentran atrapados entre la espada (mayor depreciación/inflación) y la pared (desaceleración/recesión en la actividad económica). Una vez que hemos identificado este dilema crítico de la política monetaria al que se enfrentan los EM, la próxima sección analiza cómo los países han reaccionado históricamente ante el mismo. ¿Cómo se ha llevado a cabo la política monetaria a lo largo del ciclo económico en LAC? El Gráfico 2.3 muestra la correlación promedio entre los componentes cíclicos de la tasa de política monetaria y el PIB real para el período 1960-2016 en 70 países (22 países industriales, 33 países emergentes no pertenecientes a LAC y 15 países de LAC).18 Las barras negras corresponden a países industriales, las barras amarillas a países emergentes que no pertenecen a LAC y las barras rojas a países de LAC. Como se indica en el gráfico, una correlación positiva implica que la política monetaria es contracíclica (la tasa de política monetaria se eleva en los buenos tiempos para enfriar la economía y se reduce en los malos tiempos para ayudar a la economía a recuperarse), mientras que una correlación negativa indica que la política monetaria es procíclica (la tasa de política monetaria aumenta en los malos tiempos y cae en los buenos tiempos). Claro está, la política monetaria procíclica refuerza el ciclo económico subyacente, pues exacerba los auges y agudiza las recesiones. 19 Con la excepción de Portugal, todos los países industriales han sido históricamente contracíclicos. Esto no es sorprendente dado que, como se argumentó anteriormente, el PIB y la inflación generalmente están correlacionados positivamente en los países desarrollados y, por lo tanto, no hay ninguna razón para usar la tasa de política monetaria procíclicamente. La correlación promedio en los países industriales es 0,17 y es estadísticamente significativa al uno por ciento. En cambio, la correlación promedio es -0,07 para los países emergentes y -0,10 para los países de LAC, en ambos casos significativa al uno por ciento. Esto implica que, en promedio, los países de LAC han tendido a elevar las tasas de política monetaria en los malos tiempos para defender la moneda/combatir la inflación, incluso a costa de agravar la desaceleración/recesión subyacente, en lugar de reducir la tasa de política monetaria para estimular la economía. 17 En el análisis se hace hincapié en el dilema durante los malos tiempos para clarificar las ideas, pero el mismo dilema es aplicable a los buenos tiempos (cuando el PIB crece y la moneda se aprecia), en cuyo caso hay que elegir entre aumentar las tasas de política para enfriar la economía (atrayendo más flujos de capitales y reforzando la apreciación de la moneda) o reducir las tasas de política monetaria para luchar contra la apreciación y desincentivar las entradas de capitales (si bien, al mismo tiempo, se alimenta el auge económico). 18 El período de la muestra y las tasas utilizadas varían según los países y la disponibilidad de datos (véase el Apéndice C). 19Kaminsky, Reinhart y Végh (2004) se refieren a este fenómeno con la expresión “cuando llueve, diluvia”, que puede aplicarse igualmente a la política monetaria como a la fiscal. 28 | Entre la espada y la pared GRÁFICO 2.3. Correlaciones por país entre los componentes cíclicos de la tasa de política monetaria y el PIB real, 1960-2016 Notas: El eje vertical muestra la correlación entre los componentes cíclicos de la tasa de política monetaria y el PIB real. Los componentes cíclicos se han calculado utilizando el filtro Hodrick-Prescott. Las barras negras, amarillas y rojas representan países industriales, emergentes (no LAC) y países de LAC, respectivamente. *, ** y *** indican significancia al 10, 5 y 1 por ciento de un test de medias estándar, respectivamente. Fuentes: cálculos de los autores basados en datos de Haver Analytics y IFS. Nótese que, en principio, es teóricamente correcto hablar de política de tasa de interés inclusive durante períodos de tipo de cambio fijo porque, siempre que haya sustitución imperfecta entre bonos nacionales y extranjeros (que sería lo normal en la práctica), la autoridad monetaria tiene la capacidad de afectar la tasa de interés doméstica.20 Por lo tanto, no hay nada intrínsecamente erróneo al hablar de la ciclicalidad de la política de tasa de interés sea bajo tipo de cambio flexible o fijo. No obstante, se da el caso de que la política de tasa de interés es, estrictamente hablando, el principal instrumento de política monetaria sobre todo en los regímenes de tipo de cambio flexible y en general combinados con metas de inflación. En este contexto, el Gráfico 2.4 presenta una versión del Gráfico 2.3 en la que la muestra está limitada a los países de LAC que han operado bajo tipo de cambio flexible.21 En este caso, la correlación 20Véase Lahiri y Végh (2003) y Flood y Jeanne (2005) para modelos teóricos de la defensa de la tasa de interés bajo tipo de cambio fijo. 21Se eligieron períodos de tipo de cambio flexible de acuerdo con Ilzetzki, Reinhart y Rogoff (2017) y se tomaron las categorías de la 8 a la 14 (que, por cierto, también incluyen regímenes de flotación sucia). Los países y períodos incluidos son: Costa Rica (2016-presente), México (1982-1988 / 1994-presente), Uruguay (1983-1995 / 2002-presente), Ecuador (1990-1999), Paraguay (1994-presente), Brasil (1999-presente), República Dominicana (2007-presente), Jamaica (1996- presente), Perú (1979-1993 / 2003-presente), Chile (1986-presente), Guatemala (2005-presente), Colombia (2000-presente) y Honduras (2005-presente). Nótese que Costa Rica, Guatemala y Honduras no aparecen en el Gráfico 2.3 debido a las discontinuidades en los regímenes de tipo de cambio no flexibles. | 29 también es positiva, pero no es significativamente diferente de cero. Los países están, básicamente, distribuidos de modo equitativo: de los 13 países, 6 han sido procíclicos y 7 contracíclicos. GRÁFICO 2.4. LAC: Correlaciones por país entre los componentes cíclicos de la tasa de política monetaria y el PIB real durante períodos con tipo de cambio flexible Notas: El eje vertical muestra la correlación entre los componentes cíclicos de la tasa de política monetaria y el PIB real. Los componentes cíclicos se han calculado utilizando el filtro Hodrick-Prescott. *, ** y *** indican significancia al 10, 5 y 1 por ciento de un test de medias estándar, respectivamente. Fuentes: Cálculos de los autores basados en datos de Haver Analytics y IFS. Los Gráficos 2.5-2.8 proporcionan una ilustración dinámica de la idea reflejada en el Gráfico 2.4 para los casos de Chile, Colombia, Perú y Brasil. Cada gráfico muestra la respuesta del PIB real, el tipo de cambio nominal, la inflación y la tasa de política monetaria ante un shock negativo a los términos de intercambio. 22 En el caso de Chile (Gráfico 2.5), vemos cómo, cuando se produce el shock, el PIB cae y la moneda se deprecia. La autoridad monetaria reacciona reduciendo la tasa de política monetaria para estimular la economía (es decir, aplica una política monetaria contracíclica). Lo mismo sucede en Colombia (Gráfico 2.6) y Perú (Gráfico 2.7). Por el lado procíclico, el Gráfico 2.8 muestra el caso de Brasil, donde la autoridad monetaria reacciona ante la depreciación de la moneda elevando la tasa de política monetaria a pesar de la caída del PIB real. 22 Estas figuras se basan en modelos SVAR (véase el Apéndice B para detalles técnicos). 30 | Entre la espada y la pared GRÁFICO 2.5. Chile: Respuesta de política monetaria contracíclica PANEL A. Inflación PANEL B. Tasa de política monetaria PANEL C. PIB real PANEL D. Tipo de cambio nominal Nota: Las líneas de puntos son intervalos de confianza al 90 por ciento en torno a las respuestas al shock basadas en un modelo SVAR. Véase el Apéndice B para más detalles. Fuentes: Estimaciones de los autores basadas en datos del Banco Central de Chile, Bloomberg, Haver Analytics e INE. | 31 GRÁFICO 2.6. Colombia: Respuesta de política monetaria contracíclica PANEL A. Inflación PANEL B. Tasa de política monetaria PANEL C. PIB real PANEL D. Tipo de cambio nominal Nota: Las líneas de puntos son intervalos de confianza al 90 por ciento en torno a las respuestas al shock basadas en un modelo SVAR. Véase el Apéndice B para más detalles. Fuentes: Estimaciones de los autores basadas en datos del Banco de la República, Bloomberg y Haver Analytics. 32 | Entre la espada y la pared GRÁFICO 2.7. Perú: Respuesta de política monetaria contracíclica PANEL A. Inflación PANEL B. Tasa de política monetaria PANEL C. PIB real PANEL D. Tipo de cambio nominal Nota: Las líneas de puntos son intervalos de confianza al 90 por ciento en torno a las respuestas al shock basadas en un modelo SVAR. Véase el Apéndice B para más detalles. Fuentes: Estimaciones de los autores basadas en datos del Banco Central de Reserva del Perú, Bloomberg y Haver Analytics. | 33 GRÁFICO 2.8. Brasil: Respuesta de política monetaria procíclica PANEL A. Inflación PANEL B. Tasa de política monetaria PANEL C. PIB real PANEL D. Tipo de cambio nominal Note: Las líneas de puntos son intervalos de confianza al 90 por ciento en torno a las respuestas al shock basadas en un modelo SVAR. Véase el Apéndice B para más detalles. Fuentes: Estimaciones de los autores basadas en datos del Banco Central do Brasil, Haver Analytics e Ipeadata. 34 | Entre la espada y la pared ¿Por qué algunos países aplican políticas monetarias procíclicas? Dado que la política monetaria procíclica tiende a exacerbar el ya de por sí volátil ciclo económico de los EM, ¿por qué la autoridad monetaria elegiría este tipo de política? La respuesta no es obvia por cierto. La clave para entender la política monetaria procíclica en LAC (y, más en general, en muchos EM) es el dilema de la política monetaria descripto anteriormente. Cuando un shock negativo provoca una depreciación de la moneda doméstica, la autoridad monetaria debe decidir si aumenta o no la tasa de política monetaria para hacer que los activos denominados en moneda doméstica resulten más atractivos y defender así el valor de la misma, incluso a costa de agravar la desaceleración/recesión. ¿Pero qué determina la necesidad de defender la moneda doméstica? En otras palabras, ¿por qué muchos bancos centrales perciben que una depreciación repentina es perjudicial? Hay varios factores en juego: • Dolarización de pasivos. Como se ha documentado extensivamente, es muy común que, en los EM, tanto las empresas como las familias tomen deuda en moneda extranjera (normalmente en dólares).23 Por lo tanto, una devaluación de la moneda aumenta el valor relativo de las deudas en dólares. En concreto, dado que las deudas en dólares están denominadas, por definición, en unidades de bienes transables, una depreciación real de la moneda (que típicamente acompaña a la depreciación nominal e implica un aumento en el precio relativo de los bienes transables con respecto a los no transables), elevará el valor relativo de la deuda en dólares. Un caso extremo sería el de las empresas que venden sólo bienes no transables (como servicios) pero se financian exclusivamente con deuda/crédito en dólares. El Gráfico 2.9 ilustra este fenómeno mostrando la relación entre la ciclicalidad de la política monetaria y una medida de los pasivos en dólares como porcentaje de los pasivos totales. Cuanto mayor es la proporción de pasivos dolarizados, menos contracíclica/más procíclica es la política monetaria, y esta relación es significativa al 10 por ciento. 23 Véase, por ejemplo, Choi y Cook (2004) y Magud (2010). | 35 GRÁFICO 2.9. Ciclicalidad de la política monetaria y dolarización de pasivos Notas: Los componentes cíclicos se han calculado utilizando el filtro Hodrick-Prescott. El nivel de dolarización se calcula como el porcentaje promedio de los pasivos dolarizados con respecto a los pasivos totales. *, ** y *** indican significancia al 10, 5 y 1 por ciento de un test de medias estándar, respectivamente. Fuentes: Cálculos de los autores basados en Haver Analytics y en Indicadores de solidez financiera (FMI). • Falta de credibilidad. Los EM que, por una razón u otra, no han logrado un marco macroeconómico creíble (tanto en el aspecto fiscal como en el monetario) son particularmente susceptibles a grandes depreciaciones que crean expectativas de nuevas depreciaciones que, a su vez, desencadenan más salidas de capitales a medida que aumenta el nivel percibido de riesgo país y las oportunidades de inversión se agotan. En resumen, la estabilidad macroeconómica se percibe correctamente como una condición necesaria para la reanudación del crecimiento. • Baja calidad institucional. Los países con instituciones de baja calidad son mucho más susceptibles a grandes depreciaciones que generan círculos viciosos de depreciaciones y salidas de capital adicionales. El Gráfico 2.10 ilustra este hecho mostrando una relación positiva y significativa entre nuestra medida de la ciclicalidad de la política monetaria (es decir, la correlación entre los componentes cíclicos de la tasa de política monetaria y el PIB) y un índice de calidad institucional. 24 24 Construimos un índice de calidad institucional (CI) mediante el cálculo del promedio de cuatro variables normalizadas provenientes de los datos de la International Country Risk Guide: el perfil de inversión (es decir, factores que afectan el riesgo de inversión), la corrupción, la ley y el orden y la calidad burocrática. El índice de CI varía entre 0 (calidad institucional más baja) y 1 (calidad institucional más alta). 36 | Entre la espada y la pared GRÁFICO 2.10. Ciclicalidad de la política monetaria y calidad institucional Nota: Los componentes cíclicos se han calculado utilizando el filtro Hodrick-Prescott. *, ** y *** indican significancia al 10, 5 y 1 por ciento de un test de medias estándar, respectivamente. Fuentes: Cálculos de los autores basados en datos de Haver Analytics y la International Country Risk Guide. • Independencia de los bancos centrales. Los bancos centrales no independientes son vistos como más proclives a transferir recursos al Tesoro para financiar el aumento de la deuda pública (a causa de la deuda soberana en moneda extranjera) y generar así una inflación mayor.25 Por lo tanto, los bancos centrales deberán aplicar una política monetaria muy estricta para evitar perder el control de la situación. El Gráfico 2.11 ilustra este hecho mostrando la relación entre la ciclicalidad de la política monetaria y un índice de independencia de los bancos centrales. Cuanto mayor es la independencia del banco central, menos procíclica/más contracíclica es la política monetaria. 25Vuletin y Zhu (2011) muestran que, cuando los bancos centrales no son independientes, la inflación se convierte en una herramienta impositiva para el erario público. | 37 GRÁFICO 2.11. Ciclicalidad de la política monetaria e independencia del banco central Nota: Los componentes cíclicos se han calculado utilizando el filtro Hodrick-Prescott. *, ** y *** indican significancia al 10, 5 y 1 por ciento de un test de medias estándar, respectivamente. Fuentes: Cálculos de los autores basados en Haver Analytics y Vuletin y Zhu (2011). Transición de la prociclicalidad a la contraciclicalidad Lejos de ser un fenómeno estático, la ciclicalidad de la política monetaria evoluciona a través del tiempo y algunos países que solían ser procíclicos hace algún tiempo han logrado convertirse en contracíclicos.26 El Gráfico 2.12 ilustra este fenómeno al mostrar separadamente las correlaciones entre los componentes cíclicos de la tasa de política monetaria y el PIB real de los países para toda nuestra muestra antes y después del año 2007. Simplemente mirando el Panel A (antes del 2007) y el Panel B (después del 2007), ya se observa que una gran cantidad de masa amarilla y roja ha cambiado de lado. De hecho, antes del año 2007 (Panel A), la correlación promedio para los países de LAC fue de -0,11 (lo que indica prociclicalidad), y significativa al 1 por ciento. En cambio, después del 2007 (Panel B), la correlación promedio para los países de LAC se ha vuelto positiva (0,11) y significativa al 5 por ciento, lo que indica que la política monetaria es contracíclica. En términos de la cantidad de países, antes del 2007 el 60 por ciento de los países de LAC eran procíclicos, mientras que esta cifra cae al 42 por ciento después del 2007. 26 Frankel, Végh y Vuletin (2013) han analizado el mismo fenómeno (al que denominan “graduación”) para la política fiscal. 38 | Entre la espada y la pared GRÁFICO 2.12. Correlaciones por país entre los componentes cíclicos de la tasa de política monetaria y el PIB real PANEL A. 1960-2006 PANEL B. 2007-2016 Notas: El eje vertical muestra la correlación entre los componentes cíclicos de la tasa de política monetaria y el PIB real. Los componentes cíclicos se han calculado utilizando el filtro Hodrick-Prescott. Las barras negras, amarillas y rojas representan países industriales, emergentes (no LAC) y países de LAC, respectivamente. *, ** y *** indican significancia al 10, 5 y 1 por ciento de un test de medias estándar, respectivamente. Fuentes: Cálculos de los autores basados en datos de Haver Analytics y IFS. | 39 Si bien la evolución observada en LAC es sin duda una muy buena noticia, es necesario ponerla en perspectiva en la medida en que, en muchos casos, se debió principalmente a la fuerte respuesta contracíclica de la política monetaria en muchos países de LAC ante la crisis financiera global (véase Végh y Vuletin, 2014). Aun así, varios factores han ayudado a muchos países a volverse contracíclicos en la política monetaria. En particular, muchos de los rasgos que hicieron que los países temiesen la depreciación de sus monedas en los malos tiempos han disminuido, como sucede con la baja de la dolarización en muchas economías y, en especial, con el aumento de la credibilidad del marco de la política monetaria derivado del establecimiento de metas de inflación ambiciosas que han tenido éxito en muchos casos. En otras palabras, los agentes económicos ahora consideran un cierto grado de depreciación como algo normal en los malos momentos del ciclo económico en los mercados emergentes y sus reacciones no ocasionan consecuencias drásticas como en el pasado. Encajes legales como instrumento de política adicional Como el hecho de que haya solamente un instrumento de política (la tasa de política monetaria) para cumplir con dos objetivos (la depreciación/inflación y el producto) es el origen del dilema de la política monetaria de los EM, una “solución” natural sería tratar de encontrar un segundo instrumento. Esto es, precisamente, lo que muchos EM y, en particular, los países de LAC han hecho. En otras palabras, muchos países emergentes han recurrido a los encajes legales bancarios como un instrumento adicional. Para caracterizar el uso de los encajes legales como un instrumento de política adicional, el Gráfico 2.13 ilustra la frecuencia trimestral de los cambios en los encajes legales en 64 países durante el período 1970-2016. 27 Vemos que Argentina, con una frecuencia de 0,43, es el país que más ha usado los encajes legales. 28 Esta cifra implica que, en promedio, Argentina ha cambiado los encajes legales casi dos veces al año. Por supuesto, los encajes legales también podrían cambiarse por razones microeconómicas y/o técnicas y no de estabilización macroeconómica. Para tomar en cuenta esta posibilidad, haremos el supuesto que los encajes legales se utilizaron con fines de estabilización macroeconómica si fueron cambiados más de una vez cada dos años. De lo contrario, suponemos que los encajes legales no fueron utilizados con fines de macroestabilización. Un buen ejemplo sería Chile, que ha cambiado los encajes legales solamente 3 veces en 41 años. Claramente, puede concluirse que los encajes legales no fueron utilizados para propósitos de macroestabilización en el caso chileno. 29 Nótese que “países” también incluye los bancos centrales que emiten una moneda común, como el BCE (Banco Central 27 Europeo) y el BCCO (Banco Central del Caribe Oriental). 28Nótese que muchos países no tienen encajes legales (como Australia y Canadá) o nunca los cambian (como Guatemala y Panamá). En ambos casos, en el Gráfico 2.13 la frecuencia registrada de cambios sería cero. 29Cordella, Federico, Végh y Vuletin (2014) utilizan una metodología más sofisticada en la que comparan la duración promedio del ciclo económico de cada país con el tiempo que transcurre entre los cambios en los encajes legales. 40 | Entre la espada y la pared GRÁFICO 2.13. Frecuencia de cambios en encajes legales, 1970-2016 Notas: Datos trimestrales; el período de la muestra varía según los países. Las barras negras, amarillas y rojas representan países industriales, emergentes (no LAC) y países de LAC, respectivamente. Fuentes: Cálculos de los autores basados en datos actualizados de Cordella, Federico, Végh y Vuletin (2014). Siguiendo este procedimiento encontramos que, después del 2007, 25 de los 48 países emergentes (52 por ciento) han utilizado activamente (es decir con fines de macroestabilización) los encajes legales, mientras que ningún país industrializado lo ha hecho. Como se ilustra en el Gráfico 2.14, con excepción de tres países, todos han utilizado los encajes legales contracíclicamente, incluyendo los siete países de LAC.30 La correlación promedio para los EM ha sido de 0,30 y para LAC de 0,23, y ambas son significativas al uno por ciento. Esto indica que muchos EM que aún emplean procíclicamente la política monetaria (es decir, “pierden” la tasa de política monetaria como un instrumento para estimular la actividad económica debido a la necesidad de defender la moneda doméstica o luchar contra la inflación) utilizan los encajes legales para reactivar la economía. La reducción de los encajes legales aumenta la liquidez que el sistema bancario tiene disponible para prestar a empresas y otros agentes económicos. Nótese que una correlación positiva indica política contracíclica porque implica que los encajes legales se reducen en los 30 malos tiempos. | 41 GRÁFICO 2.14. Correlaciones por país entre los componentes cíclicos de los encajes legales y el PIB real, después del año 2007 Notas: El eje vertical muestra la correlación entre los componentes cíclicos de los encajes legales y el PIB real. Los componentes cíclicos se han calculado utilizando el filtro Hodrick-Prescott. Las barras amarillas y rojas representan países emergentes (no LAC) y a países de LAC, respectivamente. *, ** y *** indican significancia al 10, 5 y 1 por ciento de un test de medias estándar, respectivamente. Fuentes: Cálculos de los autores basados en los datos actualizados de Cordella, Federico, Végh y Vuletin (2014) y en datos de Haver Analytics. A modo ilustrativo, el Gráfico 2.15 muestra el caso de tres países (Brasil, Argentina y Uruguay) donde la política de tasa de interés y los encajes legales se han utilizado como sustitutos (es decir, en los malos tiempos las tasas de política monetaria se han elevado mientras que los encajes legales se han reducido). Esto significa que la correlación de la tasa de política monetaria con el ciclo del PIB real es negativa, mientras que la de los encajes legales con el PIB real es positiva. Por supuesto, las tasas de política monetaria y los encajes legales podrían utilizarse de modo que se refuercen mutuamente, como ilustra el Gráfico 2.15 para los casos de Colombia y Perú. Esto significaría que, en los malos tiempos, tanto la tasa de política monetaria como los encajes legales se reducen para estimular el producto. De esta forma, la mayor liquidez proveniente de encajes legales más bajos complementaría un mecanismo de transmisión monetario débil. 42 | Entre la espada y la pared GRÁFICO 2.15. Tasas de política monetaria y encajes legales: sustitutos o complementarios Notas: El eje vertical muestra la correlación entre los componentes cíclicos de la tasa de política monetaria y el PIB real (barras rojas) y la correlación entre los componentes cíclicos de los encajes legales y el PIB real (barras azules) para el período 2007-2016. Los componentes cíclicos se han calculado utilizando el filtro Hodrick-Prescott. *, ** y *** indican significancia al 10, 5 y 1 por ciento de un test de medias estándar, respectivamente. Fuentes: Cálculos de los autores basados en los datos actualizados de Cordella, Federico, Végh y Vuletin (2014), Haver Analytics y IFS. Intervención en el mercado de divisas Finalmente, cabe destacar que muchos EM recurren a la intervención en el mercado de divisas como un tercer instrumento de política. Para ilustrar esta idea, el Gráfico 2.16 muestra las correlaciones entre los componentes cíclicos de las reservas internacionales y el PIB real de 75 países (28 países industriales, 32 países emergentes no pertenecientes a LAC y 15 países de LAC). La correlación promedio para los países industriales es de -0,05 (significativa al 5 por ciento), mientras que para los EM y los países de LAC es de 0,15 y 0,31, respectivamente (y significativa al uno por ciento en ambos casos). Una correlación positiva indica que la autoridad monetaria vende dólares en los malos tiempos en un intento de defender el valor de la moneda. Esta política se suele utilizar en forma ocasional y en cierta medida libera la presión sobre la tasa de política monetaria y permite estimular la economía. Como muestran Cordella, Federico, Végh y Vuletin (2014), no es raro ver para países de LAC que, cuando enfrentan con fuerzas recesivas (y depreciaciones), suben la tasa de interés de política monetaria y venden divisas para defender la moneda doméstica al mismo tiempo que reducen los encajes legales para estimular la actividad económica. | 43 GRÁFICO 2.16. Correlaciones por país entre los componentes cíclicos de las reservas internacionales y el PIB real, 2000-2016 Notas: El eje vertical muestra la correlación entre los componentes cíclicos de las reservas internacionales y el PIB real. Los componentes cíclicos se han calculado utilizando el filtro Hodrick-Prescott. Las barras negras, amarillas y rojas representan países industriales, países emergentes (no LAC) y países de LAC, respectivamente. *, ** y *** indican significancia al 10, 5 y 1 por ciento de un test de medias estándar, respectivamente. Fuentes: Cálculos de los autores basados en datos de Haver Analytics y IFS. Una ilustración teórica del dilema de la política monetaria Para ilustrar las ideas que acabamos de exponer, hemos construido un modelo estándar para economías pequeñas y abiertas con precios rígidos y una regla de Taylor del tipo: 31 ̅ ), − −1 = ( − ) + ( − ̅) + ( − donde es el logaritmo del producto total, es el logaritmo del producto de pleno empleo, es ̅ es la meta u objetivo de inflación, es el logaritmo del tipo de cambio nominal, la tasa de inflación, ̅ es el logaritmo del objetivo del tipo de cambio nominal, y , y son parámetros no negativos. 32 Dicho de otro modo, el cambio en la tasa de interés nominal (el instrumento de política) es una función de las brechas del producto, la inflación y el tipo de cambio. En el modelo, la tasa de política monetaria, , puede considerarse como el interés pagado sobre el dinero. El costo de oportunidad de tener dinero es, por lo tanto, − , donde es la tasa de interés 31Este es un modelo neokeynesiano estándar con fundamentos microeconómicos con agentes que optimizan y política de tasa de interés introducida como en Calvo y Végh (1996) y Hnatkovska, Lahiri y Végh (2016). Remitimos al lector a Rojas, Végh y Vuletin (2017) para obtener detalles sobre el modelo y las soluciones. 32 Técnicamente, también introducimos la variable dependiente rezagada con un coeficiente diferente de uno. 44 | Entre la espada y la pared nominal de los bonos. Un aumento de entonces reduce el costo de oportunidad de tener dinero y aumenta su demanda. Para una oferta de dinero dada, esto reducirá el tipo de cambio nominal de manera que los saldos monetarios reales en términos de bienes transables aumentarán. El costo de incrementar es que conduce a una apreciación nominal y, debido a la rigidez de los precios, también a una apreciación real que, a su vez, al aumentar el precio de los bienes no transables, reduce la demanda agregada y, por ende, el nivel de producción. GRÁFICO 2.17. Reglas de Taylor PANEL A. PANEL B. Coeficientes de la brecha del tipo de Coeficientes de la brecha del producto cambio nominal PANEL C. Coeficientes de la brecha de la tasa de inflación Notas: Los coeficientes estimados son para el período 2000T1-2017T1. Fuentes: Estimaciones de los autores basadas en el modelo detallado en el texto y en datos de bancos centrales, Bloomberg, cuentas nacionales y Haver Analytics. Un país como Chile tendría, en todo caso, un valor muy bajo de γ, lo que refleja la idea de que dicho país no parece demasiado preocupado por la depreciación de la moneda en los malos tiempos, puesto que elige, como se muestra en el Gráfico 2.5, aplicar una política monetaria contracíclica. Esto se corrobora formalmente en el Gráfico 2.17, Panel A, que muestra las estimaciones de γ para México, Brasil, Perú, Colombia y Chile. Las líneas verticales representan los intervalos de confianza al 90 por | 45 ciento. El gráfico muestra que los valores estimados de γ para Chile, Colombia y Perú no son estadísticamente diferentes de cero, mientras que los de México y Brasil son positivos y estadísticamente significativos, lo que indica una genuina preocupación por la brecha cambiaria en la regla de Taylor. El Gráfico 2.17, en el Panel B, muestra el mismo ejercicio para β, el coeficiente correspondiente a la brecha de la producción. Sorprendentemente, en este caso todos los coeficientes son significativamente positivos, lo que indica que a todos los países les preocupa la estabilización del producto. Finalmente, el Panel C del Gráfico 2.17 muestra las estimaciones de δ, el coeficiente correspondiente a la brecha de inflación. Con la excepción de México, este coeficiente es significativamente positivo para todos los países. Una vez que hemos estimado los coeficientes de la regla de Taylor, utilizamos el modelo para comparar la respuesta dinámica de la economía ante un shock negativo a la tasa de interés real mundial (es decir, una suba) con y sin respuesta de política monetaria. El caso de Chile se ilustra en el Gráfico 2.18. GRÁFICO 2.18. Chile: Respuesta de política monetaria contracíclica PANEL A. Inflación PANEL B. Tasa de política monetaria PANEL C. Producto no transable PANEL D. Tipo de cambio nominal Notas: El eje vertical representa desviaciones del equilibrio estacionario inicial. Fuentes: Cálculos de los autores basados en el modelo detallado en el texto y en datos del Banco Central de Chile, Bloomberg, Haver Analytics e INE. 46 | Entre la espada y la pared Las líneas oscuras discontinuas indican las respuestas al shock sin reacción de política monetaria (es decir, la regla de Taylor anterior no es operativa), mientras que las líneas rojas ilustran el caso en que la autoridad monetaria sigue la regla de Taylor anterior (de acuerdo con los coeficientes de la regla de Taylor estimados para Chile). Vemos que, en respuesta al incremento de la tasa de interés real internacional y sin ninguna respuesta de política monetaria, la inflación primero cae pero luego aumenta, la moneda se deprecia fuertemente y el PIB se desploma. Una vez que se introduce la regla de Taylor, la reacción de la autoridad monetaria es reducir la tasa de política monetaria de inmediato para estimular la economía. Vemos que el PIB responde y, tras la caída inicial, comienza a recuperarse más rápido de lo que lo hubiera hecho sin la respuesta de política monetaria, mientras que la moneda se deprecia más. En resumen, el modelo predice que Chile aplicaría una política monetaria contracíclica en respuesta a un shock negativo, lo cual es, por supuesto, consistente con los datos. En el caso de México, ilustrado en el Gráfico 2.19, la reacción de la autoridad monetaria es la opuesta. GRÁFICO 2.19. México: Respuesta de política monetaria procíclica PANEL A. Inflación PANEL B. Tasa de política monetaria PANEL C. Producto no transable PANEL D. Tipo de cambio nominal Notas: El eje vertical representa desviaciones del equilibrio estacionario inicial. Fuentes: Cálculos de los autores basados en el modelo detallado en el texto y en datos del Banco de México, Bloomberg, Haver Analytics e INEGI. | 47 De nuevo, el incremento de la tasa de interés real mundial aumenta la inflación, deprecia la moneda y genera una fuerte caída en el producto. En respuesta a la depreciación de la moneda, la autoridad monetaria aumenta la tasa de política monetaria y, al hacerlo, la moneda se deprecia menos de lo que lo habría hecho si la autoridad monetaria no hubiera reaccionado, pero a costa de una recesión considerablemente más profunda. Una ventaja de tener un modelo teórico para analizar la respuesta de la política monetaria de diferentes países es que también podemos estimar el costo (promedio) en términos de producto de defender el tipo de cambio. De los cinco países analizados, Brasil y México resultaron ser procíclicos. En otras palabras, estos son países que están dispuestos a pagar un costo en términos de producción para defender la moneda. Para estos dos países, entonces, calculamos el costo de defender la moneda doméstica. El costo en Brasil es de 0,047, lo que significa que, para evitar que la tasa de depreciación aumente un punto porcentual adicional (por ejemplo, del 10 al 11 por ciento), el producto necesitaría caer 0,047 puntos porcentuales adicionales (por ejemplo, pasar de una caída del 1 por ciento a una reducción del 1,047 por ciento). El costo correspondiente en México es de 0,07. Se trata claramente de costos no desdeñables que indican que defender la moneda/combatir la inflación requiere ciertamente un sacrificio en términos del producto. El ciclo de política monetaria dentro del ciclo económico Si bien, como se ha explicado anteriormente, muchos países de LAC se volvieron contracíclicos después del 2007, este cambio se debió principalmente a la reacción contracíclica ante la crisis financiera global de 2008-2009. En los últimos tiempos, hemos observado en muchos países de LAC una respuesta con más matices a los shocks negativos que equivale a un ciclo de política monetaria dentro del ciclo económico. Concretamente, consideremos la respuesta de la tasa de política monetaria ante la brusca caída de los precios de las materias primas a mediados del 2014 en tres países sudamericanos (Brasil, Colombia y Chile) y en México.33 El caso de Brasil se ilustra en el Panel A del Gráfico 2.20. A fines del 2015, el PIB (línea amarilla) está cayendo bruscamente, la moneda (línea verde) se está depreciando rápidamente y la inflación (línea roja) está despegando. Como respuesta, el banco central inicia un período de política monetaria restrictiva (política procíclica) que lleva a la tasa Selic (tasa de política monetaria, línea azul) del 11 al 14,25 por ciento en 10 meses. La tasa Selic se mantiene en 14,25 hasta octubre del 2016. Para entonces, la moneda se ha estabilizado y la inflación ha comenzado a caer. Por lo tanto, el banco central 33 Elegimos estos países porque proveen la mejor ilustración del proceso que deseamos describir, pero otros países como Argentina, Perú y Uruguay muestran procesos similares. En América Central, Costa Rica y Guatemala también han elegido tipos de cambio flexible y regímenes de metas de inflación, pero, por supuesto, la caída en los precios del petróleo constituyó un shock positivo y no negativo para estas economías, ya que son importadoras netas de energía. En cambio, países como República Dominicana y Honduras parecen seguir una regla de tipo de cambio real más o menos explícita. Finalmente, tenemos economías con tipo de cambio fijo (como Trinidad y Tobago) o totalmente dolarizadas (como Ecuador, El Salvador y Panamá) que no tienen política monetaria independiente y, por lo tanto, no están sujetas al dilema de la política monetaria como tal. El ajuste de tales economías ante un shock negativo requerirá un proceso deflacionario que en última instancia reducirá los salarios reales y el precio de los bienes no transables (es decir, generará una devaluación real). 48 | Entre la espada y la pared comienza a relajar la política monetaria (política monetaria contracíclica) y a reducir drásticamente la tasa Selic, que llega a 8,25 a principios de septiembre del 2017. En otras palabras, si uno considera a grandes rasgos que este ciclo económico dura desde principios del 2014 hasta hoy, vemos un ciclo de la tasa de política monetaria que abarca una primera fase de política monetaria procíclica y una segunda fase de política monetaria contracíclica. Los factores desencadenantes del período de política monetaria procíclica son la depreciación de la moneda doméstica y el aumento de la inflación.34 Se puede contar una historia similar para Colombia (Gráfico 2.20, Panel B). A mediados del 2015, el PIB ha caído de manera drástica desde su pico de principios del 2014, la inflación ha despegado y la moneda se está depreciando rápidamente. Como respuesta, la autoridad monetaria comienza un ciclo de ajuste, llevando la tasa de política monetaria del 4,5 por ciento en agosto del 2015 a un máximo del 7,75 por ciento en julio del 2016. A comienzos del 2017, la inflación está cayendo y la moneda se ha estabilizado. En ese momento, el banco central decide comenzar a relajar la política monetaria y reduce gradualmente la tasa de política monetaria del 7,75 por ciento en noviembre del 2016 al 5,75 por ciento en julio del 2017. 35 En el caso de México, el Panel C del Gráfico 2.20 muestra que, a fines del 2015, la moneda comienza a depreciarse fuertemente y la inflación también está a punto de despegar. Como respuesta, y aunque el PIB se mantiene estable y eventualmente comenzará a caer, el banco central inicia un agresivo ciclo de ajuste que lleva la tasa de política monetaria del 3 por ciento en diciembre del 2015 al 7 por ciento en junio del 2017. En esa ocasión, el banco central anunció su intención de no aumentar aún más la tasa de política monetaria, lo que sería consistente con la evidente estabilización de la moneda (que incluso se apreció bastante desde principios de año) y con la expectativa de la autoridad monetaria de que la inflación haya alcanzado su punto máximo y comience a converger hacia el objetivo del 3 por ciento (+/- 1 por ciento) a fines del 2018. Hasta ahora, por lo tanto, México ha seguido una política monetaria procíclica, pero parece estar listo para cambiar el rumbo, como ya lo hicieron Brasil y Colombia. A diferencia de Brasil, Colombia y México, Chile (Gráfico 2.20, panel D) comenzó a relajar la política monetaria a principios de octubre del 2013, cuando el PIB empezó a caer a pesar de que la inflación estaba despegando y la moneda ya había comenzado a depreciarse. La tasa de política monetaria se redujo del 5 por ciento a un mínimo del 3 por ciento hasta que el PIB se estabilizó. A medida que el PIB se contrajo nuevamente a mediados del 2016, el banco central comenzó a reducir la tasa de política monetaria una vez más hasta el mínimo de 2,5 por ciento en mayo del 2017. Esta evidencia muestra claramente que la autoridad monetaria en Chile responde principalmente al comportamiento de la actividad económica. 34 El intervalo de la meta inflación para el período 2014-2016 fue del 2,5 al 6,5 por ciento. En el 2017, paso a estar entre el 3,0 por ciento y el 6,0 por ciento. 35 El objetivo de inflación en Colombia es del 3 por ciento (+/- 1 por ciento). | 49 GRÁFICO 2.20. Tasa de política monetaria, tipo de cambio, inflación y PIB real en países seleccionados de LAC PANEL A. Brasil PANEL B. Colombia Nota para ambos paneles: La línea discontinua en amarillo representa el último pronóstico para el año 2017. Fuentes para ambos paneles: Banco Central do Brasil, Banco de la República, Bloomberg, Haver Analytics e Ipeadata. 50 | Entre la espada y la pared GRÁFICO 2.20. (cont.) Tasa de política monetaria, tipo de cambio, inflación y PIB real en países seleccionados de LAC PANEL C. México PANEL D. Chile Nota para ambos paneles: La línea discontinua en amarillo representa el último pronóstico para el año 2017. Fuentes para ambos paneles: Banco Central de Chile, Banco de México, Bloomberg, Haver Analytics, INE e INEGI. | 51 Conclusiones sobre la política monetaria Este capítulo se ha centrado en el dilema de la política monetaria al que se enfrentan los bancos centrales en muchos países de LAC. Cuando un país exportador de materias primas sufre un shock negativo en los términos de intercambio, la producción cae, la inflación aumenta y la moneda se deprecia. ¿Debería el banco central aumentar la tasa de política moentaria (política procíclica) para defender la moneda/luchar contra la inflación a costa de mayores pérdidas en términos de producción o debería reducir la tasa la política monetaria (política contracíclica) para estimular el producto aunque ello agudice la inflación y la depreciación? Es un dilema muy complejo. Tradicionalmente, la mayoría de los países de LAC (y los EM en general) han reaccionado subiendo la tasa de política monetaria porque temen la inestabilidad provocada por la inflación y la depreciación descontroladas. Pero, a medida que ha aumentado la credibilidad en el marco de política monetaria (normalmente con tipo de cambio flexible y metas de inflación) y la independencia de los bancos centrales, muchos de ellos han escogido el camino de los países industriales, que utilizan la política monetaria de manera contracíclica. Claramente, para escapar de este dilema es fundamental que el marco de política monetaria sea creíble, transparente y sostenible. Además, utilizar un instrumento adicional, como los encajes legales, puede ser muy útil para los banqueros centrales que aún sientan que deben mantener bajo control la depreciación de la moneda. En tal caso, siempre pueden reducir los encajes legales en los malos tiempos para estimular así la actividad económica. Asimismo, la intervención en el mercado cambiario también debería ser parte de la combinación de políticas, pues, usada con mesura, puede ayudar a liberar a la tasa de política monetaria, al menos temporariamente, de la tarea de defender la moneda doméstica. 52 | Entre la espada y la pared Capítulo 3: Desafíos futuros Este informe ha analizado el crecimiento y los desarrollos fiscales recientes en LAC y la respuesta de la política monetaria de los principales bancos centrales con metas de inflación después de la caída de los precios de las materias primas en el 2014. Como hemos argumentado a lo largo del informe, las perspectivas de crecimiento de la región están restringidas por una serie de factores internos y externos que podrían resumirse en cinco desafíos principales. El primer desafío al que se enfrenta LAC es cómo crecer en el entorno actual, en el que los precios de las materias primas son relativamente bajos y el crecimiento de las principales economías que son relevantes para la región no es particularmente robusto. En el frente externo, está claro que los vientos favorables han cesado y la “década de oro” para los exportadores de materias primas ha llegado a su fin: sólo entre el 2014 y el 2015, los precios de los productos primarios energéticos cayeron un 82 por ciento, lo que ha implicado un golpe muy duro para la mayoría de las economías de la región. Los precios de las materias primas no energéticas también han disminuido desde el 2013: por ejemplo, los precios de la soja han bajado un 42 por ciento desde finales del 2012 (momento en el que alcanzaron su máximo histórico).36 El crecimiento en los Estados Unidos y especialmente en China (relevantes para MCC y SA, respectivamente) hará, en el mejor de los casos, una contribución bastante modesta al crecimiento de la región. El segundo desafío al que se enfrenta la región es atacar los déficits fiscales actuales y avanzar en las reformas estructurales necesarias para eliminar las distorsiones presentes en la economía que limitan el crecimiento. La década de oro de los precios elevados de las materias primas llevó a la región a un nivel de gasto público alto en relación con los ingresos que tarde o temprano tendrá que ajustarse. Desafortunadamente, el proceso de ajuste no será fácil: 28 de los 32 países de la región tendrán un déficit fiscal general en el 2017. Además, los niveles de deuda siguen siendo bastante altos: el promedio de la región es del 58,7 por ciento del PIB y MCC tiene la deuda más alta en relación al PIB. Esto limita las posibilidades de que la región emita deuda a tasas de interés relativamente bajas, ya que las frágiles posiciones fiscales están correlacionadas con calificaciones crediticias internacionales más bajas. En tercer lugar, los recientes cambios políticos han dirigido la atención de la región hacia posibles políticas proteccionistas de los Estados Unidos. Estas políticas deberían afectar más a MCC, pero también han forzado a toda la región a revisar y mejorar los tratados comerciales actuales y buscar nuevos socios comerciales. Las posibles restricciones al comercio y la inversión podrían debilitar el crecimiento económico en países como México, que exporta alrededor del 83 por ciento de sus 36 Argentina, Brasil y Paraguay son los mayores productores y exportadores de soja en la región. | 53 manufacturas a Estados Unidos y recibe, en promedio, el 41 por ciento de su inversión extranjera directa de Estados Unidos. Asimismo, las remesas, una importante fuente de recursos para América Central y el Caribe, podrían enfrentarse a limitaciones. 37 En el lado positivo, al igual que en el caso de la política fiscal, muchos países de LAC han logrado cambiar a una política monetaria contracíclica, pero algunos países (en particular, los cuatro países del MERCOSUR) continúan siendo procíclicos, lo que plantea un cuarto desafío.38 No obstante, a pesar de que su política monetaria sigue siendo procíclica, estos países han utilizado hábilmente los encajes legales de manera contracíclica, lo que destaca las ventajas de contar con un segundo instrumento de política monetaria para poder ser contracíclico. Como se ha ilustrado en el Capítulo 2, Argentina, Brasil y Uruguay han utilizado las tasas de política monetaria y los encajes legales como sustitutos, mientras que Colombia y Perú los han utilizado de modo complementario. Finalmente, la inminente normalización de la política monetaria de los Estados Unidos, a medida que la economía gana impulso y aumenta la inflación, plantea el quinto desafío para los países de LAC. Este factor probablemente reducirá la liquidez global y limitará las posibles fuentes de financiamiento para la región. Además, la apreciación esperada del dólar y la correspondiente depreciación de algunas de las principales monedas de LAC podrían volver a poner de relieve el dilema de la política monetaria analizado en el Capítulo 2 del informe. Como ejemplo, las remesas representan el 17 y el 16 por ciento del PIB de Honduras y El Salvador, respectivamente. 37 Véase Bown, Lederman, Pienknagura y Robertson (2017) para un análisis de mayor integración económica regional. 38La ciclicalidad de la política fiscal se analizó en detalle en nuestro informe semestral anterior (Végh, Lederman y Bennett, 2017). 54 | Entre la espada y la pared Referencias Bosworth, B. P., J. Furman, J. E. 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Usamos datos observados para la tasa de interés real, el déficit primario y la deuda bruta y pronósticos para el crecimiento real del PIB. Las fuentes de datos son WEO (Perspectivas de la Economía Mundial, por sus siglas en inglés, World Economic Outlook, abril del 2017) y estimaciones del Banco Mundial (septiembre del 2017). La interpretación es que si el gobierno genera un superávit primario de , entonces se alcanza un nivel constante de deuda como porcentaje del PIB igual a . Apéndice B: SVAR El Capítulo 2 introduce un modelo estructural de vectores autorregresivos (SVAR, por sus siglas en inglés, Structural Vector Autoregression) con la siguiente forma analítica: 39 = + 1 + 2 + 3 + ∑2 2 2 2 −ℎ + 12 + , ℎ=1 3+ℎ −ℎ + ∑ℎ=1 5+ℎ −ℎ + ∑ℎ=1 7+ℎ −ℎ + ∑ℎ=1 9+ℎ = + 1 + 2 + ∑2 2 2 2 −ℎ + 11 + , ℎ=1 2+ℎ −ℎ + ∑ℎ=1 4+ℎ −ℎ + ∑ℎ=1 6+ℎ −ℎ + ∑ℎ=1 8+ℎ = + 1 + ∑2 2 2 2 −ℎ + 10 + , ℎ=1 1+ℎ −ℎ + ∑ℎ=1 3+ℎ −ℎ + ∑ℎ=1 5+ℎ −ℎ + ∑ℎ=1 7+ℎ = + ∑2 2 2 2 −ℎ + 9 + , ℎ=1 0+ℎ −ℎ + ∑ℎ=1 2+ℎ −ℎ + ∑ℎ=1 4+ℎ −ℎ + ∑ℎ=1 6+ℎ donde es el componente cíclico de la tasa de interés nominal, es el tipo de cambio nominal menos el promedio de los años anteriores, es el logaritmo de la diferencia en el IPC trimestral, es el componente cíclico del PIB real, los son los términos de error correspondientes a cada ecuación, son las constantes correspondientes a cada ecuación, y es el componente cíclico de los términos 39La única excepción es el SVAR presentado en el Gráfico 2.1, donde el componente cíclico de los términos de intercambio no está incluido y las entradas netas de capital ocupan el lugar de la tasa de interés. En ese caso, el shock es una caída en la productividad total de los factores de producción. | 57 de intercambio. Como es habitual, dado que se trata de una economía abierta y pequeña, los términos de intercambio se consideran exógenos. Usamos la variable exógena como un shock temporario y a continuación mostramos la evolución de las variables endógenas en el sistema. La literatura no ha llegado a un consenso sobre cómo introducir un shock exógeno en un modelo SVAR. Canova (2005) y Broda (2004) presentan dos alternativas diferentes para resolver este problema desde una perspectiva teórica. Nuestro enfoque sigue a Broda (2004) con el supuesto adicional de que el componente cíclico de los términos de intercambio es ruido blanco. Apéndice C: Definiciones de variables y fuentes de datos Producto Interno Bruto Las principales fuentes de datos fueron: WEO y IFS (por sus siglas en inglés, International Financial Statistics). Serie NGDP (producto interno bruto, precios corrientes) de WEO. El período abarcado por los datos es 1960-2016 (la disponibilidad de datos varía según los países). Índice de precios al consumidor IFS fue la principal fuente de datos. El período abarcado por los datos es 1960-2016. Tasas de interés Bloomberg y Haver Analytics fueron las principales fuentes de datos. Véase la Tabla C para más detalles. Calidad institucional La fuente de datos fue la International Country Risk Guide. La calidad institucional es un índice normalizado que varía entre 0 (calidad institucional más baja) y 1 (calidad institucional más alta). El índice fue calculado por los autores como el promedio de cuatro componentes: perfil de inversión, corrupción, ley y orden y calidad burocrática. El período abarcado por los datos es 1984-2016. 58 | Entre la espada y la pared TABLA C. Tasas de interés Fuentes: Bloomberg y Haver Analytics. | 59 TABLA C. (cont.) Tasas de interés Fuentes: Bloomberg y Haver Analytics. 60 | Entre la espada y la pared Banco Mundial 1818 H Street, NW, Washington, DC 20433, USA. www.worldbank.org/laceconomist