21321 HACIA UN MUNDO CON EQUIDAD James D. Wolfensohn Presidente Grupo del Banco Mundial Discurso ante la Junta de Gobernadores Praga, República Checa 26 de septiembre de 2000 Praga, República Checa 2000 T engo mucho placer en darles la bienvenida a estas Reuniones Anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Grupo del Banco Mundial. Doy una bienvenida especial a la delegación de San Marino, que se convierte en el miembro más reciente del Banco. Quiero expresar mi agradecimiento al Presidente, Trevor Manuel, por su apoyo y su ferviente alocución. Él ha dado muestras de una combinación poco corriente de liderazgo en la lucha por la libertad y sólida gestión económica una vez alcanzada la libertad. Quiero agradecer también a los Gobernadores y al Directorio Ejecutivo por su colaboración en las actividades que desarrolla el Banco. Asimismo, deseo manifestar mi admiración por todo lo que Michel Camdessus logró realizar durante su mandato al frente del FMI, y agradecerle su amistad y estrecha colaboración. Espero poder entablar una relación de trabajo similar con Horst Köhler, y creo que hemos empezado bien. Espero también con interés nuestra visita conjunta a África, como Horst lo ha mencionado. Permítanme subrayar que comparto plenamente lo que Horst acabar de señalar sobre la manera en que entendemos las funciones complementarias que desempeñan el Banco y el Fondo. Nuestro objetivo común es elevar la calidad de vida de la población y reducir la pobreza por medio de un crecimiento sostenible y equitativo. Para alcanzar esta meta común, el mandato fundamental del Banco es reducir la pobreza, concentrándose de manera especial en los aspectos institucionales, estructurales y sociales del desarrollo. En consecuencia, el Banco complementa la atención que presta el Fondo a las cuestiones macroeconómicas en pos del logro de su objetivo primordial de promover y mantener la estabilidad financiera internacional. Permítanme insistir en la estrecha relación que existe entre esas funciones. Si no logramos subsanar las deficiencias estructurales y eliminar las tensiones sociales que socavan la estabilidad macroeconómica, las principales víctimas serán los pobres. Al mismo tiempo, en nuestros esfuerzos por lograr la responsabilidad fiscal, la primera prioridad debe ser proteger a la gente pobre. 3 Hacia un mundo con equidad Quiero también expresar mi agradecimiento a nuestros anfitriones, la República Checa, el pueblo y las autoridades de Praga. Todos ellos han realizado una magnífica labor en circunstancias difíciles. Agradezco al Presidente Václav Havel, quien de manera tan singular reúne en una sola persona, en una voz, las esperanzas y los sueños de una generación. Sus palabras de hoy han sido, sin duda, muy visionarias, y siempre recordaremos su llamado a la renovación de los valores. La República Checa ha sentido en carne propia el dolor y las dificultades del proceso de transición. Este país ha sido pionero en este aspecto y tiene la firme determinación de crear las instituciones, estructuras de mercado y sistema de gestión de gobierno que son fundamentales para lograr un crecimiento con equidad. Y el hecho de que estemos reunidos en Praga, en el corazón de Europa, simboliza la extraordinaria importancia del movimiento por la integración europea. Esta es la sexta vez que me presento ante ustedes en calidad de Presidente del Grupo del Banco Mundial, y este es el primer discurso que pronuncio en mi segundo mandato al frente de la institución. Es mucho lo que he aprendido en los últimos cinco años, durante los cuales Elaine y yo hemos visitado más de 100 países. He aprendido de una mujer de las favelas de Rio de Janeiro que participó en un programa comunitario autosostenible de abastecimiento de agua y saneamiento, que el desarrollo no tiene que ver con la caridad, sino con la inclusión y el empoderamiento. He aprendido de un criador de camarones del delta del Mekong que vio desaparecer sus medios de subsistencia a causa de la degradación ambiental en los manglares, que el trabajo esforzado puede ser totalmente inútil si no se solucionan los problemas ecológicos. He aprendido de un dirigente religioso musulmán de Côte d'Ivoire, durante uno de mis primeros viajes como Presidente del Banco, que si con una mano damos a los pobres dinero y con la otra recibimos de vuelta esa misma cantidad en forma de endeudamiento, es poco los que se hace por reducir la pobreza. Esta simple enseñanza fue el fundamento para crear la Iniciativa para los PPME. 4 Praga, República Checa 2000 Y, sobre todo, he aprendido acerca de nuestra calidad común de seres humanos. La gente que vive en la pobreza quiere para sus hijos lo mismo que los aquí reunidos anhelamos para los nuestros: educación, buena salud, seguridad y oportunidades. Los pobres quieren que se les escuche. No quieren caridad. Quieren tener la oportunidad de lograr una vida mejor por sí mismos. Quieren que se respeten sus derechos humanos. Todos estamos aquí para trabajar en favor de esa calidad común de seres humanos y, sobre todo, para combatir la pobreza con pasión. Pero la pasión no es suficiente para superar la pobreza. Debemos actuar, y hacerlo en forma eficaz. Y nuestro compromiso debe ser a largo plazo. Creo que los cambios fundamentales que se han producido en la última década, por arduos y difíciles que hayan sido, nos ofrecen una verdadera oportunidad para hacer avances extraordinarios en la lucha contra la pobreza. Esa oportunidad está ante nosotros y debemos aprovecharla. Hemos profundizado nuestra comprensión de lo que es la pobreza y de la manera en que se puede generar un desarrollo con equidad. Estamos introduciendo cambios en nuestra institución y en la manera en que realizamos nuestras actividades, con el fin de aumentar la eficacia, la transparencia y la rendición de cuentas sobre nuestra labor. Pero podremos avanzar en la lucha contra la pobreza únicamente si todos trabajamos unidos: los países en desarrollo y desarrollados, las instituciones internacionales, la sociedad civil representada en todas sus formas, y el sector privado. La nuestra debe ser una asociación de esfuerzos que permita impulsar la lucha contra la pobreza. La nuestra debe ser una asociación de esfuerzos que permita forjar un nuevo internacionalismo acorde con una economía globalizada. Fuera de este recinto hay jóvenes que están manifestando su oposición a la globalización. Creo sinceramente que muchos de ellos plantean interrogantes legítimos, y me hago partícipe del compromiso de una nueva generación para combatir la pobreza. Comparto su pasión y sus dudas. Sí, todos tenemos mucho que 5 Hacia un mundo con equidad aprender. Pero creo que la única manera en que podremos avanzar es mediante una relación constructiva y de respeto mutuo. En este contexto, le estoy muy agradecido al Presidente Havel por haber organizado recientemente un coloquio para el diálogo aquí en Praga. El mundo en el nuevo milenio Nos encontramos en el inicio de un nuevo milenio, al final de una década en que la globalización se ha acelerado en forma extraordinaria. Es el momento de evaluar nuestra situación pasada y presente, y de tener una visión para el futuro. Es una época de grandes oportunidades, y también de enormes retos. Debemos considerar la globalización como una oportunidad, y la pobreza como nuestro desafío. Pero, ¿qué entendemos por globalización? La globalización se refiere a un mundo cada vez más interrelacionado e interdependiente. Se refiere al comercio, las inversiones y las finanzas internacionales, cuyo crecimiento ha sido mucho más veloz que el de los ingresos nacionales, de manera que nuestras economías están cada vez más integradas. Se refiere también a las crisis financieras internacionales. Como lo comprobamos en el caso de Asia oriental, la inestabilidad de un país nos puede afectar a todos. Se refiere a las tecnologías que ya han transformado nuestra capacidad de comunicación de una manera que habría sido impensable unos pocos años atrás. Se refiere a las enfermedades, y pienso especialmente en el VIH/SIDA, el paludismo y la tuberculosis. Se refiere a la delincuencia, a la violencia, a las amenazas y al terrorismo, que traspasan las fronteras nacionales. Se refiere a las nuevas oportunidades para los trabajadores de todos los países de desarrollar su potencial y de sostener a sus familias con trabajos que son resultado de la mayor integración económica. 6 Praga, República Checa 2000 Pero también se refiere a los trabajadores de los países desarrollados que temen perder sus trabajos debido a los menores costos en los países donde los derechos laborales son restringidos. Se refiere a los trabajadores de los países en desarrollo, a quienes les preocupan las decisiones sobre su vida que se adoptan a la distancia, en las oficinas matrices de las empresas internacionales. En resumen, la globalización se refiere a los riesgos y también a las oportunidades. Debemos encarar esos riesgos a nivel nacional mediante la gestión de los procesos de ajuste y el fortalecimiento de los sistemas sociales, estructurales y financieros. Y en el plano mundial, debemos establecer una arquitectura financiera internacional más sólida, y esmerarnos en combatir las enfermedades, en hacer retroceder la degradación ambiental y en utilizar las comunicaciones para dar voz a los que no la tienen. No podemos hacer retroceder la globalización. Nuestro desafío es convertirla en un instrumento que ofrezca oportunidades y promueva la inclusión, no en uno que produzca temor e inseguridad. En el decenio pasado no sólo se aceleró la globalización, sino que también se produjeron verdaderos progresos en lo que respecta a la calidad de las políticas aplicadas en los países en desarrollo. En todo el mundo hay más niños que asisten a la escuela primaria y secundaria. En muchos países la gente vive más tiempo, son menos los recién nacidos que mueren antes de llegar a la niñez, y más las madres que viven para conocer a sus hijos. Y en materia de política económica, la inflación ha descendido, los mercados se han liberalizado y las inversiones han aumentado considerablemente. Las perspectivas económicas para los próximos años son prometedoras, previéndose que es posible que el ingreso per cápita de los países en desarrollo aumente mucho más del 3%. Ese sería el mayor crecimiento sostenido que se haya registrado en décadas, y su ritmo sería más acelerado que el observado en países desarrollados. De hecho, un gran número de personas de los países en desarrollo está viendo los frutos de esta combinación de políticas mejoradas y globalización. 7 Hacia un mundo con equidad Sin embargo, para muchas personas ese panorama optimista sigue siendo una ilusión. Son demasiados los países donde el crecimiento de la población ha echado por tierra el aumento del ingreso per cápita. Son demasiados los países donde el VIH/SIDA ha echado por tierra el aumento de la esperanza de vida y provocado tanto dolor y penurias. Son demasiados los países donde las armas, la guerra y los conflictos han echado por tierra el desarrollo. Y en el plano mundial, no podremos adoptar una actitud complaciente acerca de las perspectivas futuras, sobre todo en vista de la inestabilidad de los precios del petróleo y de los productos básicos, y de las desenfrenadas fluctuaciones cambiarias. Vivimos en un mundo marcado por la desigualdad. Algo marcha mal cuando el 20% más rico de la población mundial recibe más del 80% del ingreso mundial. Algo marcha mal cuando el 10% de la población recibe la mitad del ingreso nacional, como sucede actualmente en muchos países. Algo marcha mal cuando el ingreso medio de los 20 países más ricos es 37 veces superior al ingreso medio de los 20 países más pobres, diferencia que se ha duplicado con creces en los últimos 40 años. Algo marcha mal cuando 1.200 millones de personas continúan subsistiendo con menos de US$1 al día y 2.800 millones viven con menos de US$2 al día. En vista de todas estas fuerzas que acercan más al mundo, ha llegado el momento de cambiar nuestra manera de pensar. Ha llegado el momento de reconocer que todos vivimos en un mundo, no en dos; esta pobreza está en nuestra comunidad, donde sea que vivamos. Es nuestra responsabilidad. Ha llegado el momento de que los dirigentes políticos reconozcan esa obligación. Es muchísimo lo que está en juego. Los conflictos que han afectado tan profundamente el desarrollo no son simples accidentes de la historia. Hay mayor probabilidad de que se produzcan conflictos en los países donde la pobreza es grave y existe una gran dependencia de los productos primarios. Hay mayor probabilidad de que se registren delitos violentos en los 8 Praga, República Checa 2000 países con una gran desigualdad de ingresos. Y lo que hoy es cierto en una determinada sociedad más lo será con respecto a los conflictos y el terror internacionales en este mundo globalizado. La lucha contra la pobreza es la lucha por la paz y la seguridad en el mundo. ¿Qué hemos aprendido sobre la manera de combatir la pobreza? Para afrontar estos desafíos tenemos que actuar unidos. Y debemos aprovechar las enseñanzas de la experiencia. ¿Qué hemos aprendido? Hemos aprendido que la pobreza es algo más que insuficiencia de ingresos, o incluso escaso desarrollo humano; la pobreza también se refiere a la falta de expresión, a la falta de representación. Pobreza es la vulnerabilidad al abuso y a la corrupción. Es la violencia contra la mujer, y el temor a la delincuencia. Se refiere a falta de autoestima. Como nos han enseñado las conversaciones sostenidas con 60.000 personas pobres de 60 países, la pobreza se refiere a la falta de libertad básica de acción, de elección y de oportunidades. Hemos aprendido que las reformas orientadas al mercado, cuando se combinan con el desarrollo social e institucional, pueden significar crecimiento económico para los pobres. Hemos aprendido que el crecimiento económico es la fuerza más poderosa para reducir la pobreza en forma perdurable. El crecimiento es fundamental, pero no es suficiente. Si verdaderamente queremos combatir la falta de equidad, también debemos ayudar a los pobres a aumentar sus activos, inclusive la educación, la salud y las tierras. Debemos conseguir que la infraestructura y los conocimientos lleguen a las zonas pobres, tanto rurales como urbanas. Debemos hacer frente a las desigualdades profundamente arraigadas, y para ello es preciso eliminar las diferencias étnicas, sociales, raciales y de género. Debemos proteger a los pobres de la pérdida de cultivos y los 9 Hacia un mundo con equidad desastres naturales, de la delincuencia y los conflictos, y de las enfermedades y el desempleo. El desarrollo tiene que ser integral. Debe abarcar la educación y la salud, pero también debe comprender la buena gestión de los asuntos públicos, la lucha contra la corrupción, la reforma de los sistemas jurídico y judicial, y la reforma del sector financiero. El desarrollo debe abarcar la infraestructura y la protección del medio ambiente, y también la adopción de políticas económicas acertadas. Todos estos elementos son interdependientes y se refuerzan unos con otros. Hemos aprendido --y esto es fundamental-- que el desarrollo no se puede imponer desde arriba. No existe un plan universal para el desarrollo. Éste debe ser de inspiración nacional, y cada país debe identificarse con él. Si no se aplica un criterio integral, concebido y adoptado en cada país, no lograremos alcanzar el desarrollo que es vital para forjar un mundo de paz y equidad. Estamos poniendo en práctica lo que hemos aprendido. Reconociendo la importancia de aplicar un criterio integral, hace más de un año pusimos en marcha el Marco Integral de Desarrollo (MID). Se trata de un marco holístico, a largo plazo y con el que los países se sienten identificados, que se está aplicando en 12 países. El año pasado, conjuntamente con el FMI, comenzamos a prestar apoyo a nuestros países asociados en la preparación de sus estrategias de lucha contra la pobreza, estrategias que son impulsadas por los propios países y están orientadas a la reducción de la pobreza. El MID y las estrategias de reducción de la pobreza conforman un planteamiento que se está ganando el sólido reconocimiento de la comunidad dedicada al desarrollo. Hay que admitir que en este planteamiento existe un elemento de importancia fundamental que es la participación. La participación produce importantes resultados a nivel de los 10 Praga, República Checa 2000 proyectos y de los programas. Además, puede permitir la formación de consenso social, que es la base de los cambios y las reformas sociales. Forma parte de la libertad. ¿Qué mejor lugar que Praga, cuna de la revolución de terciopelo, para subrayar la importancia fundamental de la participación? ¿Qué mejor lugar para reafirmar lo que los pobres de todo el mundo expresan como su anhelo: libertad, participación y posibilidad de expresión para mejorar sus condiciones de vida? La participación puede adoptar muchas formas, y surte efecto. En Bangladesh, estamos respaldando a organizaciones no gubernamentales que están a la vanguardia en programas de microfinanciamiento en beneficio de más de cinco millones de personas pobres, de las cuales el 90% son mujeres. En Uganda, hemos proporcionado donaciones de contrapartida a agrupaciones comunitarias, y el resultado ha sido un aumento extraordinario de la asistencia escolar y de la utilización de los establecimientos de salud. En la India, el afianzamiento de la democracia ha fomentado la participación en las ciudades más pequeñas. Las reformas han permitido consolidar en gran medida la representación de las mujeres en los consejos locales. Con el apoyo y el liderazgo de los gobiernos de nuestros países clientes, estamos trabajando con las comunidades, los gobiernos locales, el sector privado y la sociedad civil para respaldar el desarrollo impulsado por la comunidad. En Indonesia, más de 2.000 poblados y agrupaciones comunitarias están formulando sus propias propuestas para recibir financiamiento de fuentes locales. En Benin, las mujeres se han unido para proteger a los bosques y convertirlos en fuentes de ingreso, en lugar de combustible. 11 Hacia un mundo con equidad En el plano nacional, estamos ayudando a crear instituciones sólidas para garantizar que los pobres puedan participar en la economía y la sociedad y aprovechar los beneficios de éstas. Debemos conseguir que las instituciones públicas atiendan mejor las necesidades de los pobres. Debemos reconocer que en muchos países la lucha contra la pobreza también se refiere a la lucha contra intereses creados de una minoría selecta que ejerce una influencia indebida en las políticas, la reglamentación y la legislación. Si, en colaboración con los gobiernos, adoptamos un enfoque integral, si conseguimos esta participación, esta equidad y esta inclusión, habremos logrado democratizar el desarrollo. La revolución de la información y las comunicaciones Hoy disponemos de un instrumento singular para permitir la participación de todos en una escala imposible de soñar incluso hace unos años. La revolución de la información y las comunicaciones transformará el proceso de desarrollo tal como lo conocemos. Esta revolución promete una oportunidad histórica para volver a trazar la economía global a través del acceso amplio y equitativo a los conocimientos y la información, a través del mayor empoderamiento e inclusión de las comunidades locales, y a través del crecimiento económico, el empleo y un mayor acceso a los servicios básicos. Es así que en los últimos cinco años nos hemos venido centrando en la manera de aprovechar el poder de la tecnología de la información y las comunicaciones, y de los conocimientos, para acelerar el desarrollo. Estamos colaborando con los gobiernos para promover las condiciones necesarias para el establecimiento de políticas, reglamentaciones y redes, a través de nuestra labor analítica y de asesoría, y de infoDev, nuestro fondo de donaciones para la información y el desarrollo. 12 Praga, República Checa 2000 Estamos conectando a las autoridades en materia de desarrollo de todo el planeta a través de nuestra Red Mundial de Educación a Distancia, que proporciona capacitación y forma comunidades amplias de enseñanza. Estamos conectando a estudiantes y profesores de escuelas secundarias de países en desarrollo con sus contrapartes de países industrializados a través del programa Enlaces mundiales para el desarrollo. Estamos utilizando la tecnología de la información y las comunicaciones para crear una "universidad sin paredes" y conectar a países de África al sur del Sahara directamente con un cuerpo de profesores y recursos didácticos de todo el mundo a través de la universidad virtual africana. A través del Portal mundial sobre el desarrollo y de la Red Mundial para el Desarrollo estamos promoviendo la generación y el intercambio de conocimientos. Estamos apoyando las investigaciones mundiales y el establecimiento de redes de conocimientos y círculos especializados desde las bases. Por último, estamos desarrollando muchas aplicaciones prácticas que están usando las comunidades pobres de todo el mundo, a fin de llevarles conocimientos en los idiomas locales, formar comunidades, generar negocios, prestar asistencia para los tratamientos médicos, y crear enlaces entre ellas y con el mundo. La revolución de la información y las comunicaciones nos brinda una oportunidad sin precedentes de hacer realidad el empoderamiento y la participación. Las personas pobres de todo el mundo están exigiendo que actuemos. Tras el estudio La voz de los pobres, muchos grupos nos han pedido, como prioridad fundamental, más acceso a la tecnología de la información y las comunicaciones. Debemos esforzarnos por que llegue el día en que --a través de Internet, la educación a distancia, los teléfonos celulares y las radios de cuerda-- los ancianos de las aldeas o los futuros estudiantes tengan acceso a la misma información que los ministros de hacienda. 13 Hacia un mundo con equidad La tecnología de las comunicaciones nos brinda el instrumento para lograr una verdadera participación. Esto es brindar igualdad de oportunidades. Esto es verdadera equidad. Un Banco que está produciendo resultados A lo largo de toda su historia, el Banco se ha ajustado a la evolución del medio externo, desde las tareas de reconstrucción después de la Segunda Guerra Mundial hasta los desafíos del desarrollo mundial. Esos cambios siguen dándose en la actualidad. Quiero decir algo acerca de lo que hemos hecho en los últimos cinco años aprovechando las enormes contribuciones de mis predecesores y sobre la sólida base del pasado. En los últimos cinco años hemos continuado orientando nuestro financiamiento hacia los sectores sociales, como la salud, la educación y la protección social, que actualmente representan alrededor de la cuarta parte de nuestra cartera. Hace cinco años el financiamiento otorgado para la lucha mundial contra el VIH/SIDA era reducido. En la actualidad hemos comprometido unos US$1.000 millones, incluidos US$500 millones puestos a disposición recientemente para programas en África. Hace cinco años no participábamos en actividades relacionadas con situaciones posteriores a los conflictos. Actualmente desarrollamos actividades de esa índole en más de 35 países. Hace cinco años no habíamos pensado en la Iniciativa para los PPME. En la actualidad hemos acordado alivio de la deuda para 10 países y, estamos haciendo todo lo posible para llegar a 20 países para fines de año. Hace cinco años no trabajábamos en programas de lucha contra la corrupción. En el último lustro hemos participado en más de 600 actividades al efecto. Hace cinco años, nos centrábamos únicamente en "no hacer daño" al medio ambiente. Actualmente, nuestra cartera sobre medio ambiente es de US$15.000 millones, incluidos los programas relativos al cambio climático y la diversidad biológica. Estamos colaborando con los gobiernos para mejorar la gestión de los asuntos públicos y las condiciones propicias para la inversión. 14 Praga, República Checa 2000 Estamos trabajando para crear medios reglamentarios adecuados para que el sector privado pueda hacer una contribución más eficaz a la creación de infraestructura. A través de proyectos innovadores y una cartera creciente, la Corporación Financiera Internacional (CFI) está tratando de aumentar las oportunidades de inversión. Lo mismo está haciendo el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI), cuya cobertura de garantías ha aumentado de US$600 millones hace cinco años a más de US$1.500 millones en la actualidad. Nos hemos centrado en los resultados y hemos cumplido. Sin embargo, hay quienes dicen que prometemos más de lo que hacemos. En 1995 dije que nos convertiríamos en un "banco de conocimientos" y hemos avanzado mucho en este sentido. En 1996 dije que lucharíamos contra el "cáncer de la corrupción" y somos uno de los líderes en esa lucha. En 1997 hablé del "desafío de la inclusión" y estamos trabajando más que nunca por que los débiles y más vulnerables dejen de estar al margen de la sociedad para pasar a ocupar un lugar central. En 1998 hablé de la necesidad de lograr el equilibrio entre el crecimiento económico esencial y el desarrollo social y estructural, y propugné un Marco Integral de Desarrollo. Desde entonces hemos aplicado este enfoque de manera experimental y estamos introduciendo las estrategias de lucha contra la pobreza a un nivel más global. Además, en 1999 hablé de la importancia del buen gobierno, el fortalecimiento de las capacidades y la formación de asociaciones. Nos estamos ocupando de estas esferas día tras día, con excelentes resultados. Además, nos esforzamos constantemente por mejorar la calidad de nuestros programas. En los últimos cinco años, la proporción de operaciones crediticias cuyos resultados fueron clasificados cuanto menos como satisfactorios por la unidad independiente de evaluación del Banco aumentó considerablemente. Cinco años atrás, el 34% de nuestros proyectos estaba en situación de riesgo, proporción que se redujo al 15% en la actualidad. Estamos más cerca de nuestros clientes; ahora tenemos a la mitad de nuestros directores a cargo de países y a 2.300 funcionarios destacados en 15 Hacia un mundo con equidad oficinas fuera de la sede. También aumentó nuestra transparencia; ahora damos a conocer públicamente más del 85% de nuestras estrategias de asistencia a los países, en tanto que hace cinco años no divulgábamos ninguna. Somos un Banco diferente, que se ocupa del desarrollo de una manera distinta. ¿Ya logramos nuestro objetivo? No. Pero, ¿hemos cumplido más de la mitad de un gran programa de reforma? Sí. Y en los próximos cinco años nos concentraremos aún más marcadamente en la ejecución. Estamos en condiciones de asumir la responsabilidad del programa social y estructural, y de apoyar, junto al FMI, los programas para los países. Estamos colaborando con nuestros colegas del sistema de las Naciones Unidas y los demás bancos multilaterales de desarrollo en lo que hace a la selectividad y la división de tareas a nuestro cargo. Estamos trabajando con los gobiernos, y ayudándolos a llevar adelante sus políticas e instituciones, en lugar de sencillamente ejecutar nuestros proyectos. Todo esto exige otro cambio en nuestra estrategia operacional: menos microgestión y más colaboración con los gobiernos para ayudarlos a fijar los parámetros generales. Seguiremos aplicando la condicionalidad, pero la racionalizaremos y nos concentraremos en los principios fundamentales. Apoyaremos las estrategias para los países con las que éstos se identifiquen plenamente, con préstamos para programas que adapten el apoyo de los donantes a los ciclos presupuestarios y de las políticas de los gobiernos. A tal fin, introduciremos el crédito de apoyo a la lucha contra la pobreza. Tanto en el caso de los proyectos como de los programas, tendremos flexibilidad para atender las necesidades específicas de cada país, y estudiaremos maneras novedosas de apoyar a los programas regionales con asesoramiento, financiamiento y donaciones. 16 Praga, República Checa 2000 Trabajaremos con nuestros asociados en la tarea del desarrollo para armonizar y coordinar nuestras normas y procedimientos en materia de adquisiciones, medio ambiente y presentación de informes, a fin de reducir la carga administrativa que dichas normas y procedimientos representan para nuestros clientes. Creemos que este es el rumbo para ampliar nuestras actividades y para que la ejecución sea más rápida, flexible y eficaz. También quiero dejar bien en claro que continuaremos e intensificaremos nuestra labor para terminar con la pobreza en los países de ingreso mediano. No podemos ignorar a los 1.000 millones de personas que viven con menos de US$2 al día en los países de ingreso mediano. Seguiremos aportando dinero y conocimientos para realizar actividades de educación, salud y protección social en las comunidades pobres. Continuaremos aprovechando la sinergia entre nuestros servicios crediticios y no crediticios, que es esencial para promover la reforma. Seguiremos trabajando con las autoridades nacionales y regionales a fin de mejorar las condiciones para la inversión y la creación de empleo, aspectos fundamentales para la reducción de la pobreza. Con el tiempo, aumentará nuestro acceso a los mercados. Sencillamente no podemos pedir a estos países que confíen en los mercados de capital volátil para financiar su lucha contra la pobreza. Nuestra asociación debe ser de largo plazo, de gran empeño y debe centrarse en la pobreza, tanto en los malos como en los buenos tiempos. Este es un programa exigente y nuestro presupuesto es muy restringido. Quiero aprovechar esta oportunidad para expresar mi profundo agradecimiento por la dedicación y el profesionalismo de nuestra administración y personal, que tan duramente han trabajado en este período de transición. Creo que integran el equipo más dedicado y talentoso del mundo entre los que se ocupan del desarrollo, y los aplaudo, al igual que a sus familias. Me siento muy orgulloso de trabajar con ellos. 17 Hacia un mundo con equidad El avance: responsabilidad y oportunidad He hablado de oportunidades, seguridad y empoderamiento. He hablado de participación, transparencia y rendición de cuentas. ¿Y la responsabilidad? Hace dos años publicamos un estudio acerca de la eficacia de la ayuda. Los resultados fueron claros. Los países que aplican políticas acertadas usan bien la ayuda que reciben. En los países donde se aplican políticas desacertadas, la ayuda se malgasta. Más naciones han estado aplicando políticas encaminadas a un crecimiento sólido. Más países han obtenido buenos resultados. Cada vez son más los países en desarrollo que están cumpliendo con su parte. ¿Y qué se puede decir del mundo desarrollado? Algunas de las naciones que lo integran están encarando sus responsabilidades de manera espléndida, y les estamos profundamente agradecidos. Pero muchas no lo están haciendo. A medida que seguimos avanzando, creo que debemos concentrarnos en varias esferas que revisten prioridad. Primero, muchos países desarrollados se han quedado a la zaga respecto de las metas de la ayuda, reconocidas internacionalmente. Esos países deben aumentar su ayuda. Segundo, los países desarrollados deben proporcionar los recursos necesarios para un alivio de la carga de la deuda más pronunciado, rápido y amplio. Si queremos que la Iniciativa para los PPME avance rápido, debemos acudir a los países ricos para que aporten recursos. Esta Iniciativa no debería financiarse a expensas de la reducción del apoyo destinado a otros países de ingreso bajo o mediano, ni entrañar un aumento del costo de este apoyo. Tercero, los países desarrollados deben eliminar los obstáculos al comercio que enfrentan los países pobres. Según nuestras estimaciones, el costo anual del total de obstáculos al comercio impuestos por los países industriales es más del doble del total de la asistencia para el desarrollo. 18 Praga, República Checa 2000 Cuarto, debemos estudiar instrumentos novedosos, incluidas donaciones, para cuestiones apremiantes como el VIH/SIDA, el medio ambiente, la educación básica y la salud. En el Banco debemos aumentar nuestro Fondo de Donaciones para el Desarrollo. Quinto, los donantes multilaterales y bilaterales deben colaborar para simplificar sus procedimientos y reducir el costo de las operaciones. Por último, tenemos que admitir que cada vez son más numerosas las cuestiones cuya solución exige una acción a nivel mundial. Debemos actuar unidos. Ahora es el momento. Los presupuestos de los países ricos nunca han sido tan sólidos. La tecnología jamás ha sido más dinámica. Las perspectivas de crecimiento pocas veces han sido mejores. La acción pública en todos los países debe verse impulsada por un nuevo compromiso para reducir la pobreza. Tenemos por delante un desafío demográfico. En los próximos 25 años, casi 2.000 millones más de personas se sumarán a los 6.000 millones que actualmente constituyen la población mundial, y casi todo ese aumento tendrá lugar en los países en desarrollo. En 25 años la población de Europa será aproximadamente igual a la actual, en tanto que el número de habitantes del mundo en desarrollo habrá aumentado de 5.000 millones a casi 7.000 millones de personas. Sin ese compromiso con el desarrollo, no podremos detener la ola de privación, necesidad y desesperación. No crearemos ese mundo con equidad; no aseguraremos la paz y la estabilidad para nuestros hijos. Todos los que estamos reunidos hoy acá sabemos que podemos y debemos hacer más. Se nos presenta una oportunidad histórica Este nuevo mundo, nuestra mayor comprensión, una comunidad del desarrollo más sabia y la evolución de las instituciones 19 Hacia un mundo con equidad internacionales significan que gracias al trabajo conjunto, a la realización de las actividades de desarrollo de una manera distinta y al dotar de voz a los que no la tienen, ahora tenemos la oportunidad de que en la próxima década la lucha contra la pobreza sea realmente eficaz. Las oportunidades y perspectivas de una economía global, la era de la información y las tecnologías que permiten salvar vidas y aumentar la productividad están a nuestro alcance. Debemos trabajar juntos para aprovechar los beneficios de la globalización en pos de la prosperidad de todos, y no de tan sólo unos pocos. Este no es sólo un nuevo programa económico. Es una obligación, una obligación basada en valores morales y sociales comunes. Es una obligación que también se basa en el egoísmo iluminado. Es la obligación de dejar a la próxima generación un mundo mejor, un mundo con equidad, un mundo de paz y seguridad. 20